El proyecto “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA” responde a lo que se podría definir como una
“oportunidad de actuación estratégica en el nuevo contexto agroalimentario
europeo”, en constante evolución y avocado a reorientar hacia el ámbito de la
distribución y el consumo las ayudas comunitarias prestadas con anterioridad en
el ámbito de la producción. Desde esa perspectiva, la iniciativa propone
materializar una plataforma inédita para
la exposición y contratación (comercialización) del producto alimentario de
excelencia tanto a escala nacional como internacional, especialmente
coherente con el actual dinamismo del mercado y eficaz como instrumento para
resolver sus problemas más acuciantes.
De forma sintética, en torno al proyecto se
configura un espacio excepcional concebido como lugar de encuentro permanente y
referencial para todos los profesionales vinculados al mundo agroalimentario,
ocupando inicialmente unos 110.000 metros cuadrados con construcciones en baja
y media altura, sobre suelo adecuadamente calificado. En él habrán de confluir, en primera instancia,
los grandes flujos de la oferta y la demanda del sector, junto con los in-puts
comerciales más relevantes, las innovaciones y los avances tecnológicos, las
acreditaciones de calidad de los productos, la prospectiva del mercado, los
bolsines de cotización…
No obstante, determinados eventos expositivos
y actividades colaterales del Complejo, trascenderían también al gran público,
que en una segunda fase o mediante un desarrollo paralelo podría disponer de
amplias zonas de ocio y entretenimiento y otras dotaciones de interés
pedagógico y divulgativo específicas: museos del vino y del olivo, aulas de
interpretación agroalimentaria, fundaciones, centros bromatológicos, etcétera.
Un enfoque en el que destacaría un Hotel-Escuela, centro de formación profesional en hostelería y artes culinarias
de excelencia dedicado a potenciar el prestigio gastronómico de nuestro país como
factor distintivo de su marketing turístico.
Estas circunstancias, junto con otros factores
añadidos de naturaleza política y socioeconómica,
detallados más adelante, permiten reafirmar la singularidad de la iniciativa y
plantearla efectivamente como un proyecto de gran interés socioeconómico y de
relevancia nacional.
La importancia del
sector agroalimentario
Las magnitudes que se
barajan en relación con la producción de alimentos y bebidas, el carácter
indispensable de su propio consumo, los balances import-export o el volumen de
puestos de trabajo que todo ello conlleva, evidencian la importancia efectiva
del sector agroalimentario dentro del conjunto de la economía nacional y como
aportación específica a su Producto Interior Bruto (PIB).
El sector
agroalimentario puede ser identificado como el área industrial que incluye la
totalidad de las tecnologías y productos vinculados a la agricultura,
ganadería, productos alimenticios y bebidas. Por lo tanto, todos los servicios relacionados
con las empresas involucradas con el suministro, fabricación y distribución de
los productos agroalimentarios deben ser tenidos en cuenta.
En las últimas
décadas, el sector agroalimentario ha experimentado desarrollos significantes
tanto en términos de investigación y tecnología como en producción, y sus
implicaciones económicas han ido en aumento.
Hoy en día, la
industria alimentaria constituye el segundo sector más grande de Europa en la
industria de fabricación en términos de valor añadido, con una cuota de mercado
del 12,2% y un volumen de alrededor de 900 billones de € en el área de la UE27.
Contando con más de cuatro mil empleados (14% del total del sector
manufacturero), la Unión Europea es el exportador más grande del mundo de
productos de comida y bebida, exportando bienes con un valor de más de 50
billones de €.
El sector
agroalimentario en las regiones mediterráneas de la UE representa una alta
proporción del PIB y del empleo.
Los cluster
agroalimentarios europeos tienen que abordar los recortes financieros, la
carencia de oportunidades de I+D, las dificultades en el acceso a las materias
primas, la adaptación al cambio climático, que
son algunos de los principales obstáculos que deben ser aclarados.
Los
consumidores son cada vez más exigentes, llegando a tener altas expectativas relativas
a productos seguros cercanos a las nuevas formas de vida de las familias, los
cambios demográficos y los nuevos servicios territoriales asociados. Un mercado
futuro está también surgiendo, así como nuevos valores y enfoques de la
agricultura (desde el campo al tenedor, …). El sector agroalimentario en los
países del área MED debe conocer estos nuevos desafíos.
En muchos países, el
sistema de producción del sector agroalimentario ha visto la creación de los
clusters.
El concepto Clúster es usado para explicar los elementos del “sistema” que pertenecen a un conjunto de empresas productivas, sin que necesariamente signifique una localización geográfica precisa en un pequeño lugar/dominio. Los clusters Agroalimentarios están creciendo significativamente, y están compuestos de empresas, que basan su competitividad en una dinámica gestión, la rápida entrada en nuevos nichos de mercado, la rápida consolidación de curvas de experiencia, y finalmente, en la activación de una capacidad de innovación notable.
El concepto Clúster es usado para explicar los elementos del “sistema” que pertenecen a un conjunto de empresas productivas, sin que necesariamente signifique una localización geográfica precisa en un pequeño lugar/dominio. Los clusters Agroalimentarios están creciendo significativamente, y están compuestos de empresas, que basan su competitividad en una dinámica gestión, la rápida entrada en nuevos nichos de mercado, la rápida consolidación de curvas de experiencia, y finalmente, en la activación de una capacidad de innovación notable.
Finalmente, cabe
destacar que esta importante dimensión del sector mantuvo su crecimiento hasta
el inicio de la presente crisis económica, dado que las subsiguientes cifras
conocidas del Ejercicio 2007 elevaron el total del consumo agroalimentario
hasta los 96.000 millones de euros. Ello comportó situar el “gasto per capita”
en la partida alimentaria por encima de los 2.000 euros, desglosando la
proporción correspondiente al hogar en un 68 por 100 y la de la restauración y
otros consumos marginales en el 32 por 100 restante.
Cierto es que la
recesión general de los últimos años ha llevado sus retracciones también al sector
agroalimentario, pero sin la crudeza ni la falta de adaptabilidad con la que se
ha podido manifestar en otros ámbitos de consumo. De hecho, la industria de
alimentación y bebidas siguió contando en 2010 con 30.261 empresas que dieron
empleo a 445.475 personas, mientras que las ventas netas del sector totalizaban
81.369 millones de euros, lo que supuso un incremento nominal (en valor) del
0,50 por 100 y un descenso en términos físicos del 3,30 por 100 respecto a 2009
(según la FIAB - Federación Española de Industrias de la Alimentación y
Bebidas).
Por
otra parte, y de acuerdo con la misma fuente, también en 2010 el saldo
comercial del sector agroalimentario volvió a ser positivo, presentando un
superávit de 766 millones de euros. Si bien las compras de alimentación y
bebidas realizadas en los hogares descendieron un 1,14 por 100 en cantidad y un
2,29 por 100 en valor, con un consumo total alimentario “per capita” de 1.917
euros, el incremento de las exportaciones en plena crisis fue de un 11,45 por
100, lo que colocó la capacidad exportadora del sector en segundo lugar, detrás
de la automoción.
Sin
necesidad, pues, de profundizar más en la estadística sectorial,
la proyección del valor de la producción agroalimentaria sobre el consumo
interno y sobre las exportaciones, y su correspondiente repercusión en las
actividades de distribución o en el propio PIB, siguen evidenciando la
naturaleza inductora de la industria agroalimentaria sobre el desarrollo
socioeconómico nacional y también, en paralelo, su indiscutible naturaleza estratégica.
Una
realidad que, hoy por hoy, ha llevado a una institución tan acreditada como el Massachusetts
Institute of Technology (MIT) a definir esta industria agroalimentaria como
“uno de los sectores más relevantes de la economía española por su fortaleza y
conocimiento en el extranjero”. Más significativo aún es que el “Plan Integral
de Política Industrial 2020”, elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo
y Comercio, la haya reconocido también como “uno de los cinco sectores estratégicos para la recuperación económica
del país por su potencial y capacidad de arrastre”.
El déficit histórico
Prescindiendo de
cualquier otro análisis cuantitativo o cualitativo en relación con el resto de
la actividad económica, las cifras expuestas demuestran por sí mismas la
importancia global del sector agroalimentario, máxime si tal valoración se
enmarca efectivamente en el contexto de la UE.
Por ello, sorprende
que desde la perspectiva pública o institucional no se hayan apoyado hasta
ahora con más decisión algunas tareas sustantivas dentro del mismo, como son
las vinculadas a la promoción global de nuestra producción agroalimentaria
autóctona, tanto a escala nacional como internacional, y en concreto las
iniciativas destinadas al perfeccionamiento de las estructuras y sistemas de
comercialización.
Tampoco parece inconveniente
recordar en este documento previo los esfuerzos realizados desde el ámbito
privado para modernizar el sector, dotarle de la competitividad necesaria y hasta
para garantizarle, en algunos casos, su mera supervivencia en el duro marco de
la política agraria comunitaria.
En virtud, pues, de
este conjunto de deficiencias y agresiones históricas, y considerando también
la nueva dimensión y enfoques de la política comercial y agroalimentaria de la
UE, la universalización del consumo y la readaptación operativa reflejada ya en
los grandes equipamientos logísticos y en las dotaciones comerciales de ámbito
“supranacional”, parece necesario desarrollar propuestas estratégicas nuevas,
afrontando proyectos innovadores que permitan una urgente puesta al día de
nuestras actuaciones sectoriales.
El impulso de
modernización
En el terreno de la
distribución comercial, este impulso modernizador nos ha transportado con
relativa rapidez desde los comercios y tiendas de ultramarinos tradicionales
hasta los grandes centros integrados de ocio y comercio, pasando por los
supermercados y los “hiper” de segunda generación. Evolución que, junto con los
requerimientos derivados de la interacción económica y social mundial, ha
generado ya numerosas implantaciones de mega-centros y parques monográficos o
temáticos con aspiraciones de influencia en algunos casos prácticamente
universal.
En este recorrido
innovador, cabe destacar, por ejemplo, el antecedente del complejo conocido
como “Bercy Expo”, pionero en el sector alimentario y de las artes culinarias,
que en el extrarradio de París comenzó agrupando en una sala de exposición y
contratación de 24.000 metros cuadrados una presencia específica realmente
excepcional en dicho ámbito. De hecho, la delegación inicial de empresas
españolas (Bodegas Bilbaínas, el Consorcio de Productos del Cerdo Ibérico, la
Diputación General de Aragón, la Promotora de Exportaciones Catalanas, J.
García Carrión, Queserías Ibéricas…) alcanzó de inmediato el segundo lugar por
ocupación de espacio, aunque hoy por hoy se trate de un proyecto decaído por
sus deficiencias técnicas y de gestión.
Otros referentes más
remotos y de éxito contrastado en un planteamiento similar, dinámico y modernizador de la promoción
comercial, son los denominados “trade-marts” sectoriales aparecidos en la
década de los años 70. El más emblemático podría ser el “Brussels International
Trade Mart”, que en un espacio de 215.000 m2 reúne de forma permanente a casi
3.000 marcas especializadas en el equipamiento personal (ropa, calzado,
complementos…) y del hogar, con más de 200.000 visitas anuales de compradores
profesionales. Otras muestras no menos referenciales son el conocido “Mercado
de subastas de flores” de Aalsmeer (norte de Holanda), o en el sinfín de ferias
temporales y monográficas tan reiteradas en el sector agroalimentario español,
inoperantes en su excesiva diversidad.
Hoy, la aproximación
más directa de nuestro proyecto “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA” estaría reflejada por la suma de los dos
grandes eventos expositivos europeos vinculados en alternancias bianuales al
sector de la alimentación, pero añadiendo
el factor decisivo de la permanencia y la capacidad de contratación en términos
de oportunidad comercial o de coyuntura. Se trata de la tradicional “Alimentaria”
de Barcelona y, sobre todo, del más novedoso “SIAL” de Paris, que en sus distintas ediciones aglutinan a miles de expositores, pertenecientes a un centenar de países,
reunidos en una superficie bruta de unos 200.000 metros cuadrados.
Proyectos globalizados y mercado único
Pero la mejor
comprensión de lo que en este orden de ideas hoy conocemos como “proyectos
globalizados”, proviene sin duda de ejemplos tan singulares como los grandes
complejos de ocio y los parques recreativos temáticos. Algunos de ellos se asientan
en territorio europeo, como Disneyland París, el Parque Asterix, Futuroscope,
el Parque pedagógico de Flevenhof dedicado a la agricultura de los “polders” en
los Países Bajos, el parque temático dedicado a Europa en la región alemana de
Rust..., siendo concebidos para operar sobre áreas de influencia de dimensión
continental, aunque no siempre con éxito suficiente. También pueden citarse
otros menos ambiciosos (lo que condiciona su viabilidad) implantados
precisamente en la costa mediterránea, como Port Aventura, Terra Mítica,
Oceanopolis…
En este mismo
sentido, la realidad del mercado único europeo, junto con la creciente
“conciencia económica europea”, constituyen razones obvias de oportunidad
añadida para el desarrollo de actuaciones estratégicas en dicho ámbito o con
ese alcance. Ello permite proyectar los intereses sectoriales españoles de
forma integrada incluso más allá de nuestro propio mercado y con objetivos de
difícil consecución para la acción empresarial individualizada.
Desde este
reconocimiento del “marketing intensivo global”, aplicado a un mercado sin
fronteras y altamente competitivo, mediante proyectos de naturaleza sectorial o
temática, "LONJA DE EXCELENCIA AGROALIMENTARIA" puede definirse,
ante todo, como el punto de convergencia
natural de los operadores del mundo agroalimentario, bien sean productores,
mayoristas, minoristas o consumidores institucionales, específicamente dedicado
a la exposición y contratación de “productos de excelencia” y de los servicios
afines, con un claro alcance e impacto internacional.
En paralelo, los
atractivos del ocio y de naturaleza divulgativa, pedagógica, técnica o
científica, que puedan incorporarse colateralmente al complejo, y en particular un Hotel-Escuela y un parque aledaño de ocio y diversión , le otorgan, además, un valor añadido de gran atracción social, con
la correspondiente proyección turística y económica.
La plataforma del marketing
agroalimentario
Concebido en esencia
como una lonja para la exposición y contratación
agroalimentaria de excelencia, de alcance europeo o internacional, el
proyecto se conforma como respuesta eficaz ante cuatro circunstancias
coincidentes:
- La realidad de la propia convergencia europea, que conlleva la libre circulación de la producción agroalimentaria en todo el territorio de la UE.
- La ausencia de un lugar de encuentro global y permanente para vendedores y compradores profesionales del sector agroalimentario, en el que se faciliten sus actividades comerciales y sus relaciones empresariales, tanto a nivel nacional como internacional.
- La necesidad de sustanciar una política expresa de ayudas a la producción alimentaria y a la industria nacional de transformación, modernizando sus estructuras y sistemas comerciales en línea con las directrices europeas y con la reconducción de la política agraria común desde un modelo de subvenciones hacia el desarrollo de la competitividad y el consumo.
- La posibilidad de que, dentro de nuestra novedosa Lonja de Excelencia Agroalimentaria, todos los pequeños y medianos comerciantes y los profesionales autónomos del sector de la hostelería y la alimentación puedan integrarse en una gran Central de Compras que les permita perfeccionar la gestión de sus negocios y aumentar su competitividad frente a las grandes empresas de distribución alimentaria. Un instrumento de optimización comercial que, además, tendrá su correspondiente presencia virtual en Internet.
De esta forma, y de
acuerdo con su función promocional y comercial permanente, con su dimensión
final y con el programa de actividades continuadas concretas que alojará en su
interior, nuestro proyecto se concibe, en efecto, como una exitosa plataforma del marketing agroalimentario de
proyección internacional, hasta ahora inexistente.
El emplazamiento
ideal
La selección del
emplazamiento idóneo para ubicar un equipamiento como el propuesto, contempla,
como es lógico, un amplio conjunto de variables, tanto de naturaleza
urbanística como estratégica, técnica y política. Sobre las condiciones
necesarias o imprescindibles requeridas al efecto (que podrían cumplir grandes ciudades
como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Sevilla), y el entorno de la costa levantina que ofrece algunos
aspectos y circunstancias ciertamente considerables:
- La propia naturaleza dinámica e innovadora del territorio levantino, con gran vocación exportadora y tradicionalmente vinculado al desarrollo de los servicios comerciales, feriales y expositivos.
- Su climatología y su capacidad de atracción turística, con la disponibilidad del equipamiento hotelero necesario.
- Su estratégica posición geográfica en relación con su clientela potencial de expositores y compradores, con fácil y rápido acceso tanto nacional como internacional (carreteras, AVE, puerto marítimo y aeropuertos).
- Su neutralidad frente a la competencia política entre Madrid y Barcelona, que será bien valorada por otros grandes centros nacionales de producción agroalimentaria (la cuenca del Ebro, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía…).
- La oportunidad de capitalizar, en su caso, efectos de sinergia con las instituciones feriales valencianas, que podría impulsar nuevas muestras periódicas vinculadas a la actividad permanente del Complejo “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA” (avances tecnológicos, maquinaria y equipos para el sector hostelero y de restauración…), conformando una referencia agroalimentaria emblemática de proyección internacional.
Por ello, la
Comunidad Valenciana (y en particular el entorno castellonense) constituye el
territorio ideal para la acogida del proyecto, que constituiría un desarrollo
de notable impacto económico, político y social. Su naturaleza, que sobrepasa,
sin competir con ella, la función distribuidora de las “Mercas”, reorientaría
sin duda hacia el entorno castellonense gran parte de la actividad bianual
desarrollada en Barcelona a través de “Alimentaria” y la de otras mini-ferias
periódicas dispersas por distintas localidades de menor entidad, todas ellas
poco satisfactorias para los expositores.
Concepción
urbanística, arquitectura y funcionalidad
En cualquier caso, la
importancia y el carácter temático del Complejo objeto de nuestro estudio requiere una
concepción generalizada en su dimensión física bastante peculiar, con factores
y componentes que garanticen plenamente su funcionalidad y que destaquen la
condición emblemática del conjunto.
Desde el punto de
vista urbanístico, se ha optado por desarrollar el proyecto con criterios de
“horizontalidad”, integrando todas sus unidades en un concepto de “mini-ciudad”
o “village” modular. Este planteamiento, además de salvaguardar los efectos de
sinergia y la necesaria interconexión entre las diferentes áreas y
edificaciones del complejo, facilita la organización de su desarrollo por fases
y una planificación eficaz de su eventual crecimiento.
Este mismo enfoque de
“interdependencia espacial”, o de integración armónica de diversos núcleos
modulares diferenciados, permite un desarrollo arquitectónico adecuado para
cada unidad, con diseños genuinos o peculiares según su actividad específica y
sin perjudicar en ningún caso la coherencia general del conjunto. De esta
forma, “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA” refuerza su carácter emblemático con una concepción
arquitectónica atractiva, muy “peatonal” y de marcado carácter mediterráneo,
garantizando al mismo tiempo la necesaria funcionalidad que exige un
macro-complejo tan singular, en el que la agrupación básica de actividades
expositoras y comerciales se complementará con una amplia variedad de servicios
sectoriales y generales y con eventuales áreas de desarrollo sucesivo destinadas
al ocio y entretenimiento selectivos y otras actividades terciarias.
Por otra parte, el
conjunto aportará factores de solución avanzados y de impacto ambiental positivo,
como el ajardinamiento y ambientación de las zonas peatonales, la ocultación
del trasporte logístico, la disponibilidad de un helipuerto (afecto a otros
desarrollos del entorno), la utilización práctica de energías renovables o la
reconversión-recuperación de las reservas de agua contra incendios en fuentes
ornamentales y lagos artificiales.
El programa
ocupacional
El desarrollo del
programa ocupacional específico permite albergar en un mismo
espacio, ocupando inicialmente 130.000 metros cuadrados (13 hectáreas) fácilmente accesible, toda una serie
de módulos o unidades con funciones diferenciadas, pero complementarias e
igualmente necesarias a efectos de la eficacia sincrónica del conjunto,
totalizando en una primera fase unos 20.000 metros cuadrados de techo
construido, lo que supone un aprovechamiento inicial del 50 por 100 de la
volumetría correspondiente. Otros desarrollos integrados prevén una reserva de
techo de otros 5.000 metros cuadrados para ampliación de la lonja, 5.000 para
equipamiento hotelero y escuela de restauración, 5.000 para un mini parque
empresarial vinculado al mundo de la agroalimentación y 5.000 más para usos no
concretados.
Esta fase inicial de
implantación del Complejo “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA", que como se dice podrá crecer en función
del suelo urbanizado disponible (130.000 m2) y la volumetría no consumida,
integrará, entre otras, las siguientes áreas funcionales:
- ACCESOS, RECEPCIÓN Y SERVICIOS GENERALES
La
entrada al complejo, destacará su naturaleza
emblemática mediante un diseño original con referentes de naturaleza
agroalimentaria, perfectamente visible desde las citadas vías, con intenso
flujo circulatorio.
Desde
el punto de vista funcional, el acceso principal dispondrá de un núcleo de
recepción y atención al público (general, profesional o de grupos) con
señalización de la amplia red viaria interior y redistribuidores propios para cada
zona del complejo, En su entorno próximo, incorporará las dotaciones y
servicios generales convenientes: centro de seguridad, asistencia médica, Estación
de Servicios, aparcamientos de autocares y turismos, zona para vehículos de
alquiler, helipuerto, etcétera.
- ZONA INSTITUCIONAL
Concebido
como una plaza o “lobby” abierto de gran tamaño, que permita “visualizar” con
facilidad las instalaciones y servicios de utilidad general, tales como
entidades bancarias, agencias de viajes, prensa/librería, intérpretes y
azafatas, comunicaciones, secretariado y gerencia del complejo…
Abiertos
también al “lobby” o a la galería de servicios generales, se ubicarán las
consultoras agroalimentarias (como “Futuros de Cítricos y Mercaderías de
Valencia”) o los bolsines incorporados al mercado de futuros (la “Lonja
Agropecuaria del Ebro”, las lonjas de Binefar, Silleda, Jaén, Reus, Bellpuig…),
la representación de los Consejos Reguladores de Denominación de Origen más
importantes, la sala de prensa y diversos salones habilitados para catas,
congresos y convenciones.
Por
último, y junto al núcleo de oficinas de gestión vinculadas al negocio
agroalimentario (seguros agrarios, consultores, agentes de aduanas,
especialistas en import-export, cooperativas agrícolas y ganaderas, consorcios
de comercialización…) merecen especial atención las instalaciones de una gran
Central de Compras, puesta a disposición de los pequeños y medianos
comerciantes y profesionales autónomos de la alimentación y la hostelería, con
objeto de potenciar su capacidad de gestión y su competitividad.
- ÁREAS DE EXPOSICIÓN Y CONTRATACIÓN
La
función sustancial del Complejo “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA", identificada en la exposición y
contratación específica de productos agroalimentarios, se materializa en
diversos recintos singulares (que totalizarán unos 20.000 metros cuadrados de
techo para albergar más de 500 locales modulares de 32 m2), diseñados técnica y
conceptualmente de acuerdo con la siguiente agrupación de productos o
actividades:
- Producciones vinícolas y bebidas en general.
- Aceites.
- Productos cárnicos y derivados.
- Acuicultura y alimentos del mar.
- Productos gourmet/delicatessen.
- Lácteos y derivados.
- Frutas, verduras y hortalizas.
- Conservas y multiproductos.
- Instalaciones, equipos e industrias auxiliares.
Precisamente,
esta adecuación entre contenidos, diseño y funcionalidad (con peculiaridades,
en su caso, como pequeñas zonas de degustación, vinotecas, mobiliario
frigorífico…), no sólo responde a criterios de eficacia y particularidad
técnica, sino que, desde su propia diversidad, facilita también el desarrollo
horizontal del conjunto en términos de “complejo temático”, solución que, a su
vez, permite múltiples agregaciones controladas.
Para
comprender la dimensión expositiva final que podría alcanzar el complejo, baste
tomar como referencia que Alimentaria 2014 ha cerrado su edición más internacional con más de 140.000 visitantes, un 30% de ellos extranjeros y 3.800 empresas expositoras.
- PABELLÓN DE MUESTRAS Y FERIAS MONOGRÁFICAS
Esta
unidad colateral semi-cubierta, planteada en la reserva de suelo urbanizado y
que totalizaría unos 7.000 metros cuadrados de superficie, se concibe con
funciones de polivalencia para una amplia gama de eventos monográficos y de
temporada, abarcando desde ferias de la vendimia o la cerveza, hasta semanas
regionales, del queso, del jamón, de la conserva, etcétera.
- ZONA HOTELERA
El
funcionamiento del Complejo “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA" su propia ubicación estratégica en un
importante cruce de carreteras y sistemas de transporte, otras circunstancias
del emplazamiento (entorno poblacional, playas y núcleos turísticos, campos de
golf…), evidencian la utilidad y conveniencia de un complejo hotelero
independiente, que en una primera fase incluirá un hotel-escuela de cuatro
estrellas con una residencia para alumnos internos de gestión integrada.
- MINI PARQUE EMPRESARIAL
Este
núcleo de servicios, vinculado prioritariamente a instituciones y empresas del
sector agroalimentario, se estructurará mediante bloques modulares singulares,
cubriendo a medio plazo un objetivo de unos 5.000 metros cuadrados de techo.
La amplitud y
funcionalidad de este programa conjunto de servicios y dotaciones, y su propia
integración urbanística bajo criterios de “mini-ciudad”, permite priorizar el
desarrollo de algunas unidades concretas sin menoscabo de la viabilidad general
del proyecto, capitalizando al mismo tiempo importantes efectos sinérgicos con
las agregaciones sucesivas que completen su globalidad conceptual.
Viabilidad económica y síntesis financiera
Viabilidad económica y síntesis financiera
Partiendo de una
valoración “política” del suelo, es decir de una disposición de suelo público
mediante Convenio de Permuta por instalaciones o suelo urbanizado finalista (a
decidir), el cuadro de viabilidad económica adjunto prevé un saldo positivo
neto anual superior al 35 por 100 sobre la ampliación del capital social
(3.000.000), con un amplio margen de flexibilidad para garantizar las
compensaciones municipales y la amortización de la financiación externa. De
hecho, el desarrollo del proyecto y su conversión en activos inmobiliarios
netos en un plazo de cien meses se garantizan con el 50 por 100 de los
alquileres previstos.
Por otra parte, el
desglose de las diferentes partidas que conforman la repercusión económica total
por metro cuadrado de techo construido y su valoración en términos de
venta/alquiler, junto con la puesta en valor del resto de la volumetría
correspondiente al total de suelo urbanizado, permite no excluir reajustes más
afinados y favorables a la hora de desarrollar el proyecto y alguno de sus
estudios de detalle.
En cuanto a las
necesidades de financiación externa, que ascienden a 30.000.000 € incluyendo
los gastos de promoción/comercialización del Complejo y una reserva para
ajustes de tesorería, cuya instrumentación se detalla en documento separado,
debe aclararse que el principal quedaría amortizado totalmente mediante cien
cuotas mensuales tras un periodo de carencia de tres años. Los intereses de la
financiación, la póliza aseguradora y las comisiones correspondientes
(3.000.000 €), de pago a la firma bancaria del crédito, se atienden con la
ampliación del capital social de la promotora, inmediata a la firma del
Convenio Municipal que permita disponer de los terrenos previstos. Esta
financiación global, no se corresponde, lógicamente, con las necesidades de
tesorería, que también podrían verse reducidas con los ingresos provenientes de
alguna posible operación de venta de activos colaterales (áreas hotelera y
empresarial, Estación de Servicios…) cerradas en la fase de
pre-comercialización.
Al margen de estas consideraciones económicas
iniciales, parece razonable que, dada la naturaleza estratégica del proyecto
“LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA", su desarrollo también atraiga el interés y la colaboración de
determinadas entidades de crédito públicas y privadas (el Instituto de Crédito
Oficial, el Grupo Caja Rural y su Banco Cooperativo Español, el Rabobank
Group…), así como ayudas específicas del MARM
(Ministerio de Medio Ambiente y del Medio Rural y Marino) y de la propia
Comisión Europea, cuya política ya incluye apoyos concretos al
perfeccionamiento comercial y al fomento del consumo.
El desarrollo operativo del proyecto
El interés político y las implicaciones institucionales que conlleva el desarrollo del proyecto “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA", exigen disipar cualquier posible aspecto especulativo del mismo y garantizar su gestión con la máxima eficacia y transparencia.
El interés político y las implicaciones institucionales que conlleva el desarrollo del proyecto “LONJA DE EXCELENCIA ALIMENTARIA", exigen disipar cualquier posible aspecto especulativo del mismo y garantizar su gestión con la máxima eficacia y transparencia.
Para ello, la
propuesta de desarrollo incluye dos instrumentos complementarios
1. Una
Sociedad Promotora integrada en
esencia por el grupo profesional que promueve inicialmente la iniciativa, que
asuma toda la gestión del proyecto y que, en consecuencia, se responsabilice
de:
El desarrollo “llave en mano” del
complejo, incluyendo concepción, proyectos técnicos, ejecución de obras y
planes de promoción y comercialización.
Su puesta en funcionamiento y la futura
gestión de la explotación, diseñando y ejecutando el programa de actividades
que corresponda.
2. Un
Consejo Asesor integrado por los
organismos pertenecientes a la Comunidad Autónoma, Diputación y Ayuntamiento implicados, y por la propia
Sociedad Promotora.
Posteriormente,
este Consejo Asesor se podría abrir a otras organizaciones públicas o privadas:
Cajas Rurales o Banco Cooperativo Español y otras entidades de crédito especializadas
(como el Rabobank), la Federación Española de Industrias de la Alimentación y
Bebidas (FIAB), el mundo del Cooperativismo Agroalimentario…
Considerando la
naturaleza y viabilidad del proyecto, la Sociedad Promotora podría abrirse
también, finalmente, a fondos de inversión y determinados grupos financieros
especializados.
+ información:
INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL
Formación & Consultoría
iege.formacionyconsultoria@gmail.com
AA. Pedro Rubio Dominguez
Director General
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