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jueves, 27 de febrero de 2014

GESTIÓN EMPRESARIAL: UNIDAD 6 "RELACIONES DEL GESTOR CON LOS MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN"--TEMA 24 "LOS SISTEMAS DE GESTIÓN"



En este Tema se estudian los distintos sistemas de gestión destinados a obtener resultados efectivos en los trabajos de organización.  Identifica las características principales de los sistemas de organización, la aplicación de los análisis funcionales o diagnósticos de calidad para verificar la eficacia de los sistemas implantados.

INTRODUCCIÓN

Hasta principio del Siglo XX el enfoque de la gestión hacia los trabajadores era excesivamente paternalista.  Existía la convicción de que los trabajadores satisfechos producían mejores resultados que los descontentos.  Para conseguir esta satisfacción, los empresarios más progresistas mejoraron las condiciones tanto ambientales como motivadoras de su mano de obra, con la esperanza de verse compensados con mayores beneficios al disponer de trabajadores más eficientes o entusiastas.

Tuvieron que pasar muchos años para que se dieran cuenta de que, si bien dichos planes podrían producir resultados, en ciertas circunstancias, en vez de presentar una solución satisfactoria, el fracaso era evidente.

Posteriormente los investigadores empezaron a enfocar el asunto en dos vertientes de la gestión, conocidos como: el enfoque tradicional y el enfoque de las relaciones humanas.

El primero eran los estudios efectuados en empresas de todo tipo para poder determinar reglas que fueran de aplicación global.  El segundo, fue el resultado de los estudios realizados a las personas en sus propios puestos de trabajo, para averiguar los factores que influyen en la conducta de los trabajadores en esta particular circunstancia.

Con los métodos de investigación operativa utilizados durante la segunda guerra mundial, apareció un tercer enfoque, conocido como “enfoque sistemático”.

LOS DISTINTOS ENFOQUES EN LA GESTIÓN EMPRESARIAL

Antes de entrar en detalles, deberemos analizar las características principales de los tres enfoques de la gestión a los que venimos refiriéndonos:

El enfoque tradicional.  Estudia la estructura de la organización y define los papeles de las personas en la misma.  La contribución más importante de éste enfoque ha sido definir y analizar las tareas que son necesarias para crear y potenciar una empresa.  Se crea un marco de referencia que permite a los gestores diseñar las tareas, como dividirlas en otras tareas y la coordinación entre las mismas. Este enfoque no es del todo completo porque es un enfoque estático.  Se tienen en cuenta más las estructuras formales que las personas que componen la organización.

El enfoque de las relaciones humanas.  Es en definitiva el resultado de la investigación de lo que realmente acontece en la organización, como son las personas que trabajan en ella y la forma de cómo la organización informal existe dentro de las estructuras formales, y sobre todo, lo que aportan los pequeños grupos de producción y otros muchos aspectos de la conducta humana en el trabajo. La principal limitación de este enfoque es que los seres humanos son tan complejos que todavía se desconocen muchas de las causas de gran parte de la conducta.

El enfoque sistemático.  En el estudio de las organizaciones este enfoque es más amplio y más dinámico que los anteriores.  Al estudiar el progreso de las organizaciones se observa toda la interrelación e interdependencia de los distintos elementos que la componen, incluso la relación de la organización con su entorno o medio ambiente.

Hay que subrayar que el binomio “relaciones humanas – tradicional” es parte esencial del enfoque “sistemático”.  No son alternativas al mismo, pero sí pasos evidentemente necesarios a lo largo de la vida de la empresa, al analizar y comprender la conducta de la organización, como veremos más adelante.

El ANÁLISIS FUNCIONAL

Está claro que para conseguir sus objetivos, el empresario tiene que controlar su empresa, pero antes de gestionarla tiene que conocerla.  Este conocimiento puede basarse sólo en un análisis funcional que supone diseccionarla para ver como funciona la misma.

Desde 1986 el IEGE ha venido realizando análisis funcionales y económicos en pequeñas y medianas empresas, de todos los sectores y áreas geográficas, y las conclusiones a que se llegaron en la mayoría de las ocasiones siempre han sido las siguientes:
  • Baja productividad.
  • Enorme competencia.
  • Incremento de los problemas laborales y absentismo desaforado.
  • Endurecimiento de los mercados interiores.
  • Falta de penetración en las ventas.
  • Dificultades en la financiación.
  • Creciente presión fiscal tributaria.
  • Deficiente formación en los mandos.
  • Contabilidades estáticas y poco fiables.
  • Erróneas e improcedentes mecanizaciones.
  • Etc.
Estos resultados son elocuentes y de la información recibida y procesada, nos permiten hacer unas consideraciones muy importantes y que a lo largo de este curso hemos venido recomendando.  Estas concreciones son la esencial problemática de las empresas y de ahí que tengan que implantarse tratamientos específicos que solucionen estos problemas.

Cuando analizamos la complejidad de las organizaciones, incluso las más sencillas, nos damos cuenta de que nos hallamos ante un fenómeno mucho más complejo en el conjunto de seres humanos con sus necesidades físicas y psicológicas, en interacción constante en un ambiente complejo y variable.  Es cuando realizamos la reflexión sobre “el enfoque” que hemos de darle a cada organización estudiada.

Después de haber analizado y activado mas de 300 empresas durante los últimos 18 años, nuestra comprensión de los procesos implantados en las empresas y la forma en que se relacionan todos ellos entre sí, está aún muy lejos de ser completa;  de ahí que nuestro trabajo como consultores sea todavía un largo camino a recorrer.

Somos muchos los consultores que hemos tratado de analizar organizaciones, pero el elevado número de diferencias en estas apreciaciones, nos demuestra la complejidad de ideas y factores que configuran una organización.  Cada consultor puede contemplarlas desde un punto de vista distinto, todos los cuales consideramos correctos, pero suelen dejar al margen algún elemento vital, por lo que ninguno de los diagnósticos es completo.  Los distintos “enfoques” de los estudios de las empresas reflejan a grandes rasgos las distintas “escuelas” de pensamiento en materia de organización.

El empresario de hoy, ya sabe que no puede dirigir su empresa sin eficiencia a todos los niveles de la organización.  Sus hombres de Venta, Administración y/o Producción están desbordados y de ahí que para hacer más rentables los hombres y mujeres de su empresa, para armonizar y economizar estos recursos, para incrementar la productividad, el empresario debe organizarse.

Los sistemas de organización han evolucionado la empresa moderna.  La productividad de una fábrica no es comparable ni con la cuenta de resultado ni en ambiente de trabajo, a una fábrica donde aún subsiste la tradición y lo obsoleto.  Los enfoques son distintos evidentemente.

Los resultados de un equipo de venta—continuando con la comparación—necesitan un patrón de medida distinto y al introducirnos en la administración, se detecta que con menos personal pero con un sistema adecuado, se consiguen mejores resultados, existe una mejor información y un correcto control.

EL DIAGNÓSTICO A LA EMPRESA

Los Estados Unidos de Norteamérica son, sin duda, la economía más desarrollada de Occidente y allí, precisamente, es donde brilla con más utilidad y dinamismo la pequeña y mediana empresa.  Algunas multinacionales muy conocidas hoy eran pequeñas empresas hace solo 50 años.

Ya va siendo conocida en España el servicio que prestan muchas empresas consultoras, denominado chequeo, diagnóstico o análisis.  No obstante existen una serie de circunstancias que impiden contratar este tipo de trabajos en la pymes. El empresario suele equivocarse, porque considera que es muy difícil que un profesional externo pueda llegar a descubrir puntos débiles o fuertes de su empresa que el mismo desconozca.

Tampoco este empresario es amigo de abrir a terceros las puertas de su empresa o negocio y guarda suspicacias respecto a la potencial filtración de estas informaciones obtenidas en su empresa a bancos, la competencia o sus relaciones con Hacienda.  Por último, sus dudas respecto a la rentabilidad que vaya a producir el coste del análisis también constituyen un freno a la realización de estos trabajos.

Pese a los inconvenientes apuntados, existen una serie de razones objetivas que sugieren beneficios a la empresa con un análisis realizado por profesionales externos.  Entre los motivos que nacen de las dificultades pueden figurar las crisis en las finanzas, en las ventas o en la fabricación;  las posibles diferencias de criterios entre los socios o el alto en el camino para replegarse o ser absorbido.

Por el contrario, otros aspectos positivos y dinámicos, también pueden converger en la conveniencia de realizar un análisis a la empresa, tales como: la proyección de nuevos mercados, los incrementos en la cifra ventas,  la racionalización de los procesos productivos de la empresa en sus distintas áreas funcionales, o el intento de consolidación de las actividades actuales antes de entrar en nuevos planteamientos.

FINALIDAD DE LOS ANÁLISIS

Cuando se realiza un análisis integral a una empresa no se trata de auditar sus cuentas.  No es una mentalidad contable la que preside este tipo de trabajo.  El chequeo global implica analizar el área comercial, desde la cifra de ventas hasta el registro de marcas, pasando por las características de la red comercial, analizar los procesos productivos, desde las instalaciones y capacidades hasta los controles de costes y la calidad;  el área administrativa y financiera, desde los sistemas contables hasta el análisis de la cuenta de resultados.

Se trata en definitiva, del estudio del funcionamiento de todos y cada uno los departamentos de la empresa y la incidencia de este funcionamiento sobre la rentabilidad.  El diagnóstico global tampoco puede olvidarse de los recursos humanos y la calidad y eficiencia en la gestión de los responsables tanto intermedios como superiores de la empresa.

Las conclusiones obtenidas por un buen trabajo de análisis podrán permitir al empresario contrastar su opinión subjetiva y la de sus colaboradores más significativos con profesionales externos, lo cual no implica que existan divergencias iniciales o finales. Se supone que el análisis debe aportar objetividad, dado que sus conclusiones no están comprometidas por limitaciones de funcionamiento o intereses internos. 

También el análisis aporta una nueva panorámica y contempla el bosque y los árboles.  El analista habrá tenido la oportunidad de conocer empresas y sectores, lo cual enriquece su perspectiva.  Por último, la realización de un análisis puede ser un revulsivo eficaz que reactive el espíritu y las responsabilidades de las personas que dirigen la empresa.

La primera tarea es establecer lo que todas las organizaciones tienen en común y que podríamos generalizar como indicamos a continuación:
  • Propósito o meta.  Esto no implica necesariamente que todos los miembros de la empresa compartan las mismas metas o las sitúen en mismo orden de prioridades.
  • Actividades y procedimiento. Que dicta la organización para conseguir una finalidad y la división de actividades en tareas o deberes que se pueden asignar a individuos dentro de la organización.
  • La integración de los trabajos. En unidades organizadas que se pueden coordinar mediante distintos métodos, inclusive con una jerarquía formal o cadena de mando.
  • Motivaciones, interacciones, actitudes y valores.  La empresa fomenta en sus trabajadores el desarrollo óptimo para alcanzar los objetivos propuestos, en tanto que otros trabajadores son eventuales y pueden estar en conflicto con las necesidades de la totalidad de la organización.
  • Procesos. Tales como: toma de decisiones, comunicación, control, incentivos o castigos, esenciales porque se utilizan para poner en marcha los objetivos de la empresa.
  • Estilo o patrón de organización. Que no significa otro rasgo más, sino la concordancia y/o compatibilidad entre todos los rasgos anteriormente citados.
A partir de estos rasgos de la empresa analizada, obtendremos las claves para el desarrollo de las distintas escuelas del pensamiento sobre la Gestión.

La escuela clásica o tradicional.  Tiende a concentrarse casi en exclusiva en los tres primeros rasgos.
La de relaciones humanas.  Se interesa nada más que en el cuarto rasgo, aunque puede también incluir el quinto.
La escuela de los sistemas.  Empezó con el quinto y sexto rasgo, pero por último trató de abarcar en su análisis todos los rasgos.

EL ENFOQUE SISTEMÁTICO

Los avances tecnológicos y el ambiente social en el cual opera la empresa influyen en sus necesidades y determina, en definitiva, el tipo de estructura apropiada de su organización; estos son los motivos primordiales en el enfoque sistemático y su desarrollo.

En el Tema 18 vimos que la organización está integrada por dos sub-sistemas: el proceso de la información y la toma de decisiones, y la interacción entre los mismos está perfectamente enfocada desde el punto de vista “sistemático”.

Esto viene ilustrado como un rango esencial en la “Teoría Behaviourista de la Organización” de Cyert y March.  Estos autores veían la organización dividida en una serie de sub-sistemas que actúan entre sí, prestando especial atención a los límites entre estos dos sub-sistemas.

La organización sistemática tiene varios sub-sistemas:
  • Operativos.  Que tratan de alcanzar los objetivos establecidos de forma eficaz y eficiente.
  • Coordinadores.  Se refiere a pasar los objetivos a planes y procedimientos de la operación.
  • Estratégico.  Que relacionan las actividades de la organización con su mercado o entorno inmediato.
Por ejemplo, la introducción de nuevos procedimientos tecnológicos (Intranet) puede reducir la dependencia del sub-sistema coordinador en lo referido a sistemas de control administrativo y planificación, creando nuevos problemas en la gestión.  Esto puede considerarse un problema entre los límites del sub-sistema operativo y el coordinador.

RESUMEN

Hemos estudiado brevemente las estructuras y el enfoque del diseño de los sistemas que creemos adecuados para la gestión de nuestra empresa.  Pero el gran problema técnico es que su desarrollo resulta a veces demasiado complejo, pero la forma en que los hemos enunciado nos puede servir en la práctica para el desarrollo de la estructura de nuestra propia empresa.

Los problemas para el enfoque sistemático podemos resumirlos así:
  1. La falta de claridad en la interpretación de los postulados, y por ello causa confusión.
  2. Hay que dedicar considerables recursos al desarrollo y formación del personal.
  3. La organización debe estar muy pendiente de las comunicaciones internas y precisa un alto nivel de calidad en la gestión empresarial para trabajar con eficacia.
  4. Es necesario dedicar mucho tiempo para administrar la estructura del sistema.
  5. Todos los integrantes del sistema tienen que tener responsabilidades en la comunicación, para que esta sea eficaz.      
  6. Las aspiraciones deben hacer crecer a la empresa, pero no es conveniente hacer promesas imposibles.
  7. Para ayudar a los empresarios, los directivos de empresa deben poner en duda los conceptos que estén muy arraigados en la empresa.
  8. Las aspiraciones sólo son vigorizantes cuando están basadas en ideas nuevas para triunfar, pero el efecto acumulativo de una serie de cambios pequeños y entrelazados puede ser a veces muy complicado.
EJEMPLO PRÁCTICO (I)

Pensemos en una organización que ha solicitado a un experto que efectúe un análisis funcional de la misma.

Los principales problemas a juicio de la Dirección son:
  1. La Oficina Central no obtiene la suficiente información las Delegaciones territoriales.
  2. A su vez los delegados se quejan de que la Oficina Central exige cosas sin tener en cuenta los problemas de la Delegación.
  3. Estos también se quejan que la Oficina Central no suministra los productos que estos demandan lo que a su vez provoca incumplir compromisos con sus clientes de zona.
  4. Que los ejecutivos de la Oficina Central se entrometen en los asuntos de la Delegación.
El Consultor, una vez analizado el problema, puede emplear tres enfoques, cada uno de los cuales determinará una serie de cuestiones o planteamientos distintos.

A)      ENFOQUE TRADICIONAL

¿Qué obligaciones contemplan las tareas concretas de los delegados?
¿Están bien definidas las relaciones entre ellas? 
¿Tienen los delegados definidas claramente sus responsabilidades, inclusive las de informar
a la Oficina Central?
¿Conoce cada delegado cuáles son sus objetivos?
¿Están bien definidas las relaciones entre los delegados y los distintos departamentos de la
Oficina Central?
¿Sabe el delegado cuando la autoridad funcional la tiene el departamento especializado o
consultores internos de la Oficina Central?
¿Existe una línea clara de autoridad?
¿A quién o a quienes informan los delegados?
¿Cuantos delegados informan a sus superiores en la Oficina Central?
¿Son demasiados delegados para ejercer un perfecto control sobre los mismos?

El Consultor en este caso con esta batería de preguntas, buscaría el origen de las dificultades con el fin de aclarar responsabilidades y determinar la autoridad.  En resumen, un enfoque clásico o tradicional.

B)      ENFOQUE DE LAS RELACIONES HUMANAS

¿Cuál es el trabajo del Delegado de Zona?
¿Qué es lo que se le pide que haga?
¿Qué dificultades o barreras encuentra para su cumplimiento?
¿Cómo asume su papel como Delegado?
¿Que cree que espera de su gestión la Oficina Central?
¿Qué espera él de la Oficina Central?
¿Qué esperan sus Jefes de él?
¿Qué esperan de él el personal a su cargo en la Delegación?
¿Está de acuerdo el Delegado de las distintas expectativas de negocio creadas para su
Delegación?
En caso contrario ¿podría esta situación crear un conflicto entre ambas partes?
¿Qué contactos personales mantiene el Delegado con la Oficina Central?
¿Con qué periodicidad o frecuencia se producen éstos?
Si existen discrepancias o puntos de vista diferentes ¿Las discuten?
¿Hasta que punto comprende la Oficina Central los problemas de la Delegación?
¿Qué opinan los Delegados sobre el papel de Oficina Central y el papel que debe jugar ésta?

El Consultor con la recomendación de este enfoque propiciaría que las personas de la Oficina Central entendieran mejor los problemas del Delegado.  Al igual que en el enfoque tradicional, el de las relaciones humanas puede evidenciar la necesidad de que ambos grupos tengan bien claro cuales son los objetivos del Delegado y como se vinculan a los objetivos generales de la Organización.

C)  ENFOQUE SISTEMÁTICO

¿Qué tipo de información se dirige desde la Delegación a la Oficina Central?
¿Quién la recibe y donde va a continuación?
¿Cómo fluye la información de la O.C. a la Delegación?
¿Por qué canales pasa?
¿Qué información precisa el Delegado?
¿Qué información necesita la Oficina Central?
¿Cómo se comparan ambas informaciones y que beneficio se obtiene de esta relación
¿Cómo obtiene la empresa información de su mercado y a través de que canales se procesa para que llegue a los centros claves para la toma de decisiones?
Una vez que esta información pasa por el sistema de la organización ¿a través de que sub-sistemas tiene que pasar?
¿Están los papeles claramente definidos y ubicados en los distintos sub-sistemas de la organización?
Si un papel actúa en los límites de dos o más sub-sistemas, ¿qué implicaciones existen para que éste facilite el paso de la información?
¿Cómo se debe gestionar este proceso?
¿Cuál es la función del Delegado?
¿Cuáles son los distintos sistemas que deben aplicarse cuando existan problemas en las relaciones entre la O.C. y los Delegados?

El Delegado se encuentra en este análisis de dos tipos de tesituras: primero, entre la Oficina Central y la Delegación; segundo, entre la empresa y el cliente.
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Este Tema forma parte de la serie "Cuadernos de Gestión Empresarial" editados por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL.

Titulo: INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL
Autor: Pedro Rubio Domínguez
ISBN-84-689-7602-4-Registro: 06/21440

Pueden reproducir los textos (sin finalidad comercial) citando la fuente:
© Instituto Europeo de Gestión Empresarial- Madrid (España) CIF B78404290
"INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL"
© Pedro Rubio Domínguez
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GESTIÓN EMPRESARIAL: UNIDAD 6 "RELACIÓN DEL GESTOR CON LOS MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN" --TEMA 23 "MOTIVACIÓN Y LIDERAZGO"


Es este Tema se describen los estilos de gestión y formas de liderazgo.  Identifica los componentes de la motivación del personal, como adaptar la motivación al estilo de gestión y evalúa las características que facilitan el éxito de la Gerencia.

INTRODUCCIÓN

Existen diversas teorías sobre la motivación y éstas se han experimentado en distintas situaciones y todas ellas han aportado algo a nuestra comprensión.

La productividad y la eficacia dependen  en gran medida de la preparación de las personas. Cuanta mayor libertad se dé a éstas, mayor será su motivación respecto a la eficacia y rentabilidad de la empresa.

La teoría de la motivación trata de responder a dos cuestiones principales:
  • ¿Qué condiciones son necesarias para seleccionar y preparar un grupo de trabajo? Es decir, ¿qué motiva a los miembros del grupo a permanecer en él?
  • ¿Qué condiciones de trabajo son necesarias para conseguir los objetivos de productividad que exige la organización.
Las modernas técnicas de gestión indican que el líder tolerante y democrático se apoya en la inteligencia y preparación de los subordinados;  aprovechan al máximo sus posibilidades y el líder les presta su consejo, apoyo y comprensión. Sin embargo, en la práctica, todo ello debería estar basado en las siguientes premisas:
  1. La relación entre las partes requiere una perfecta coordinación y comunicación.
  2. Es necesario un alto nivel de eficiencia en el líder para hacer frente a las ideas y/u objeciones del grupo.
En muchas de nuestras empresas y en los niveles intermedios de la organización existe una falta de preparación para operar con éxito.  Pueden asistir a cursos de formación, pero aún así no se mejora todavía el nivel de preparación óptimo deseado.

LAS PRIMERAS TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN

No es posible estudiar las teorías de la motivación sin mencionar las teorías de Taylor sobre la “gestión científica” o la de las “jerarquías de las necesidades” de Maslow.

Según Taylor el esfuerzo y retribución económicas a los trabajadores deben estar debidamente compensados, es decir, lo primero que motiva a los trabajadores es la oportunidad de ganar lo más posible.  Es por ello que el gestor debe diseñar y coordinar el trabajo de tal forma que ofrezca la posibilidad a los trabajadores de incrementar sus ingresos en función del esfuerzo requerido.  Los índices de productividad y los resultados e incentivos financieros son directamente proporcionales.

La gestión científica supone la división del trabajo, donde las tareas de subdividen en pequeñas tareas, ejecutadas por una mano de obra no muy especializada, respecto a otros niveles en el sistema de producción masiva.  Esta departamentación lleva generalmente a una continua rotación de la mano de obra, absentismo y falta de cooperación que son, como hemos mencionado anteriormente, los síntomas de baja motivación y moral por parte del trabajador.

Esta reacción negativa de los trabajadores del enfoque de su trabajo a través de la gestión científica, fue lo que motivó a otros científicos a buscar teorías alternativas de motivación que no se basaran o dependieran exclusivamente del aspecto económico.

La “Jerarquía de las Necesidades” de Maslow se ha estudiado anteriormente.  Lo importante es recordar que una persona adulta está sometida a todo tipo de necesidades y no puede abstraerse sólo en trabajar y dejar de lado sus necesidades básicas.  El trabajador acude al trabajo con sus cinco niveles de necesidad y tratará de satisfacerlas a través del mismo.

La responsabilidad del gestor es brindar la oportunidad a los trabajadores de su empresa de satisfacer todas sus necesidades a través del trabajo.

Las distintas técnicas a emplear se estudian en otra parte de este Curso. Pero hay que advertir en este punto que, las técnicas que podamos aplicar a los trabajadores de un nivel de actuación podrán fracasar estrepitosamente si lo aplicamos en un trabajador de otro nivel.

Por ejemplo: los trabajadores del nivel 5 se ven motivados por el reto, el grado de dificultad y la oportunidad de salir adelante;  son personas a las que el riesgo les motiva y estimula.  Por el contrario, un trabajador del nivel 2, se opondrá con todas sus fuerzas a los cambios propuestos.

TEORÍA DE LOS FACTORES DE HERZBERG.

Herzberg identificó dos factores que influyen en la motivación en el trabajo.  A éstos les llamó factores: “ambientales” y “motivadores”.  El primero se puede considerar como el ámbito o contexto del trabajo (antecedente), y el segundo el contenido del trabajo (consecuente).  Citamos a continuación algunos ejemplos de la diferencia que se dan en estos dos factores.

               AMBIENTALES                                                        MOTIVADORES
           (Contexto del trabajo)                                             (Contenido del trabajo)
 
ADMINISTRACIÓN  Y POLÍTICA                                         NIVEL DE ÉXITO
 DE LA EMPRESA

CALIDAD DE SUPERVISIÓN                                               RECONOCIMIENTO

CONDICIONES DE TRABAJO                                             LA PROPIA NATURALEZA DEL
                                                  TRABAJO

RELACIONES CON EL SUPERVISOR                                NIVEL DE RESPONSABILIDAD

NORMAS DE SEGURIDAD                                                 OPORTUNIDAD DE CRECIMIENTO 
Los factores de la columna izquierda muestran los niveles mayores de insatisfacción, si no son aceptados previamente por las personas.  En cambio los factores de la derecha pueden tener influencia directa en el nivel de motivación experimentado por los trabajadores y son efectivos porque inclinan a la persona a esforzarse y trabajar mejor.

Los factores ambientales se basan en los impulsos primarios y los factores de motivación son de naturaleza psicológica. Cuando a una persona se le niegan los factores motivadores, se producen síntomas de apatía, inquietud, descontento, pereza, errores, absentismo, falta de puntualidad, etc. y toda una serie de actitudes llamadas “crisis de identidad”.

En ocasiones los gestores cometen el error de concentrase única y exclusivamente en los factores ambientales para motivar a los trabajadores. No tienen en cuenta de la naturaleza “cíclica” de los factores ambientales;  por ejemplo, si introducimos mejoras en las condiciones de trabajo sólo para comprobar si causamos impacto en la actitud o moral de mano de obra.

Durante un cierto tiempo a los trabajadores les habrá encantado las nuevas condiciones, pero muy pronto se habrán habituado a ello como si siempre hubieran existido y desearán más: sus sentimientos habrán dado un giro de 180º.

Podríamos comparar esta reacción con la actitud de una persona que de pronto le toca la lotería.  Se comprará un coche nuevo, una casa, quizás un barco.  Durante unos meses estará encantado con sus nuevos “juguetes”, pero pronto le parecerá que siempre los ha tenido y, a menos que satisfagan sus necesidades psicológicas, se sentirá infeliz.  Los cambios en los factores ambientales casi siempre producen este efecto cíclico. Pronto te cansarás de la fortuna y esto será cuando te des cuenta de que te estropea la ocasión de ser un hombre superior.  Hay que elegir entre las riquezas de la miseria o las miserias de la riqueza (Barbusse).

Los propios gestores pueden llegar a desilusionarse por este mismo efecto y acusar a sus trabajadores de ser desagradecidos y codiciosos.  Lo que debería hacer es combinar los factores ambientales con los motivadores para ilusionar eficazmente a los empleados.  No obstante, nunca deberá olvidar los factores ambientales, pues su ausencia conducirá a la insatisfacción;  hay que resolver primero los factores ambientales antes de esperar tener éxito con los motivadores.

El enriquecimiento humano a través del trabajo es la aplicación práctica de la teoría de los dos factores de Hertzberg y se distingue por el énfasis que da a la importancia del propio trabajo, o sea, el contenido del mismo.

Hemos observado que la “participación” y que los obreros estén “metidos de lleno”, son opciones potencialmente peligrosas para la gestión. La empresa quiere trabajadores que muestren interés en su trabajo y cooperen en el desarrollo de la empresa, pero dentro de unos límites que no pongan en peligro el control de la gestión.  Hertzberg se dio cuenta de ello y esta es la razón de que el éxito se base en la técnica de motivación práctica que significa el “enriquecimiento del trabajo”.

La esencia del enriquecimiento en el trabajo es elevar conscientemente los factores de motivación y convertirlos en tareas para que las personas construyan sus propios generadores internos.  Ofrecer a los trabajadores mejor control en su ambiente laboral, propicia la delegación de responsabilidades y la  oportunidad de alcanzar el reconocimiento y el éxito.

El concepto del enriquecimiento del trabajo depende de que la mano de obra esté poco utilizada y sea capaz de aceptar mayor responsabilidad y autoridad.  No sería válido para una mano de obra más experimentada ya que tendría exceso de trabajo y protestaría si se le dieran más responsabilidades.

El enriquecimiento del trabajo no significa aumento en las tareas, sino la mejora de la calidad de las mismas.  Tampoco significa rotación del trabajo, donde el trabajador pasa de una tarea aburrida o monótona a otra.

Una ilustración de un enriquecimiento del trabajo aplicado con éxito lo observamos en el ejemplo final de este tema.

ESTILOS DE DIRECCIÓN

Algunos gestores autocráticos creen que sus homónimos democráticos son débiles y confunden,  su forma de actuar con la falta de confianza. Cuando un dirigente piensa de esta forma anacrónica y pone en evidencia una gestión democrática, su propia actitud es criticable. Su propio grupo continuará afirmando su posición, pero este dirigente mostrará poco respeto por las reglas y la opinión del grupo. 

A este gestor podríamos definirlo como inflexible, autocrático e individualista.  Nunca comprenderá que las decisiones emanan del grupo y que la opinión del mismo bastará para validar una decisión.

Pero, aunque esta decisión sea crítica, hemos de admitir que existen dos clases de dirección autocrática: rígida y flexible. El individuo flexible, generalmente muy perspicaz, se da cuenta que los objetivos se obtendrán con mayor facilidad si el grupo acepta de buen grado el compromiso. Utiliza la psicología y procede de forma democrática, aunque sea circunstancialmente, para ajustar las normas del grupo hacia esos fines y objetivos.  Este gestor se caracteriza por presentar la información al grupo, de tal forma, que favorezca los resultados que pretende.

Este tipo de “individuo seudo democrático” está muy lejos de ser un autentico demócrata y lleva al grupo hacia los objetivos por él propuesto, en vez de permitir que el grupo opine y decida.  Durante el proceso, este dirigente promueve la autodisciplina y la moral del grupo, consigue sus compromisos mediante la persuasión y al final logra lo que se ha propuesto con gran satisfacción y petulancia.

Para poder dirigir con eficacia, el gestor debe ser capaz de considerar las cosas desde el punto de vista de sus subordinados.  Hay una cualidad en los empresarios menos frecuente, mucho más sutil y fina, más rara que las habilidades: es la capacidad de reconocer el talento de sus colaboradores.

TIPO DE LIDERAZGO SEGÚN LA SITUACIÓN

Si aceptamos la idea de que el liderazgo democrático es el que mejor resultado aporta a la gestión, como hemos visto en el punto anterior, en ocasiones un estilo autocrático también lo produce;  tendremos que estudiar en que circunstancias habrá que emplear una combinación de ambos estilos.

La teoría de Fiedler, sobre la cuestión del liderazgo, intenta enfrentarse a estos aspectos de la gestión y se basa en una serie de factores que inciden sobre el liderazgo eficaz, en función de una variedad de casos y situaciones.  Identificó tres dimensiones críticas  que pueden afectar a la calidad y eficacia del estilo de dirección.
  • La relación del líder con el grupo: Esta refleja el grado de confianza y respeto que el grupo siente por el dirigente y hasta que punto es atractiva e interesante la personalidad de éste.
  • La misión del líder: Las tareas estructuradas y el trabajo realizado con todo detalle, permite al líder influenciar sobre el grupo.
  • Poder de su posición: Es el grado de apoyo que el dirigente espera recibir de la organización y comprende dimensiones tales como: autoridad formal para realizar en nombre de la empresa todas las acciones encaminadas a una correcta gestión.
Fiedler también identificó dos estilos de liderazgo.
  • Un enfoque orientado a las tareas donde el líder busca que las mismas se lleven a cabo con eficacia y satisfacción.
  • Un enfoque orientado a los miembros de la organización donde el líder busca conseguir una posición de importancia personal
La base del análisis de Fiedler es que al definir las dimensiones de las distintas situaciones en los términos indicados anteriormente, podremos determinar el estilo más eficiente de liderazgo. La posición más favorable para el líder lo constituye su relación interpersonal basada en el “compañerismo”.  Si el dirigente enfoca desde este aspecto su relación con el personal, también lo hará éste. 

Si el líder orienta sus esfuerzos a colaborar en las tareas y en la productividad, también lo harán los subordinados.  Un director financiero, por ejemplo, puede estar en la categoría donde existe una fuerte posición del líder, porque en su departamento están las tareas muy estructuradas y donde las relaciones son excelentes.  Este estilo tiene un enfoque orientado a la tarea.

Cuando la situación del líder pueda ir deteriorándose, el enfoque más productivo es el orientado a las personas, sobre todo en tareas muy estructuradas, donde las relaciones laborales son tensas y el poder del dirigente muy debilitado.  Esta situación se da en algunas industrias de producción en serie, e indica que predomina en las mismas un estilo de liderazgo incorrecto.

El gestor más eficaz orienta sus acciones hacia la sensibilidad de sus empleados y da prioridad a los trabajos que motive a estos positivamente.  El jefe de departamento es el más indicado para determinar cual es la moral de su personal, que cualquier otro miembro de la organización. Deberemos observar de todo lo anteriormente dicho que la investigación en los estilos de liderazgo se ha realizado dentro de las industrias de producción masiva, lo que viene a ratificar la tesis de que el liderazgo orientado hacia las personas es el más eficaz.

En los trabajos creativos o de investigación, donde la estructura de los mismos es pequeña en proporción con otras y las relaciones laborales son buenas, es recomendable el enfoque del liderazgo orientado a las personas.  En estos casos, los miembros del grupo desearán contribuir y participar, pero reaccionarán negativamente a situaciones provocadas por mandos autocráticos que utilicen métodos coercitivos. En situaciones muy desfavorables, el líder tiene que concentrarse en conseguir el objetivo de forma realista donde sus criterios técnicos prevalezcan sobre otros que considere que no favorecen ni enriquecen la organización.

RESUMEN
  1. En este Tema hemos estudiado muy sucintamente las teorías de la motivación que han tenido mayor impacto en el ámbito empresarial. Este en un tema complejo que hemos analizado superficialmente pero han de pasar aún muchos años antes de que entendamos la sutil naturaleza de los procesos de motivación y más aún llevarlos a la práctica de forma consistente.
  2. También hemos estudiado brevemente las dos teorías de liderazgo que tienen aplicación práctica en la moderna gestión empresarial.  El concepto de liderazgo carismático no se ha puesto en duda, pues es ante todo, una función de la personalidad del individuo.
  3. Los científicos Behavioristas seguirán teorizando, aportando datos sobre sus investigaciones, conceptos analíticos y modelos de gestión, todos ellos muy beneficiosos para las ciencias empresariales que siguen evolucionando.
  4. Es nuestro deber como consultores de gestión estar a la cabeza de esta actividad apasionante, ver lo que es útil para nuestro trabajo, adaptar las nuevas ideas relevantes; en definitiva integrar o introducir los nuevos conocimientos en la práctica diaria de la gestión empresarial mirando al futuro y seguir investigando en estas áreas  que son de especial significado para los actuales empresarios, mas los que en un futuro se incorporen a la gestión empresarial.
EJERCICIO

Considere Vd. como puede sacar el mejor partido a la organización de su empresa para conseguir los objetivos que se ha propuesto.

EJEMPLO PRÁCTICO (I)

En su libro “Strategic Selling  Robert B. Miller y Stephem E. Herman y a lo largo de su dilatada carrera como consultores y formadores de vendedores comprobaron que los buenos vendedores pasan el 5% al 10% de su tiempo vendiendo—es decir, hablando con sus clientes sobre sus problemas, necesidades y deseos—y que, aunque encontraron alguno excepcional, ninguno empleó más del 25% de su tiempo en vender.

Entonces ¿En qué emplean los vendedores el resto de su tiempo?  Los mismos vendedores bien lo saben:
  • Vendiendo internamente en su propia empresa.
  • Consiguiendo y coordinando los recursos para la venta.
  • Preparando informes: actividad, previsiones de venta, gastos, etc.
  • Confeccionando otro tipo de informes.
  • Asistiendo a reuniones.
  • Resolviendo quejas de los clientes.
  • Viajando.
  • Enseñando a los clientes a manejar los productos.
Un estudio realizado por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL (IEGE) en una empresa española fabricante de electrodomésticos y en su departamento comercial, nos sirve como un ejemplo interesante de enriquecimiento del trabajo:

Se impusieron las siguientes directrices:
  1. Los factores ambientales se mantendrían constantes.
  2. Se establecieron grupos de experimentación y control.
  3. La información de que se estaba llevando a cabo este estudio se mantuvo en secreto para los vendedores y jefes de área.
  4. Los cambios fueron introduciéndose gradualmente.
  5. Estos cambios se diseñaron los consultores del IEGE y los directores de la empresa que estaban por encima de los jefes de área.
  6. Las ideas las propusieron entre todos y se eliminaron las tareas inadecuadas o las que se contemplaban factores ambientales.
Se introdujeron cambios para 38 vendedores, y no se realizó durante la intervención ningún control según el anterior sistema.  Hubo seis cambios, todos ellos destinados a dar más responsabilidad a los vendedores pero reduciendo su excesiva dependencia de la unidad central.

La intervención del equipo de consultores del IEGE con su trabajo se puso de manifiesto que los proyectos de racionalización realizados en el departamento comercial obtendrían, como así ocurrió, los siguientes beneficios:
  • Incremento de las ventas (aumento por vendedor, hasta un 50%)
  • Reducción del coste de las ventas, hasta un 35%.
  • Acortamiento del ciclo de ventas, hasta un 25%.
  • Incremento del margen en las ventas entre un 2% y 3%.
  • Aumento de la “fidelización” de los clientes.
Los resultados fueron muy aleccionadores para la Dirección.  Las causas de estas mejoras la encontramos en dos factores sencillos de explicar:
  1. La mejora de la eficiencia en las ventas.
  2. La mejora en la eficacia de las ventas.
Por la mejora en la eficiencia  se entiende que el vendedor puede dedicar más tiempo a estar con los clientes, puede hacer más contactos aumentando así las posibilidades de éxito.

Por la mejora de la eficacia se entiende que los contactos con los clientes están más cualificados;  el vendedor dispone de más información sobre las cuentas que le permiten preparar mejor los contactos, las propuestas y las presentaciones.

En definitiva, se observaron “enormes mejoras” en el equipo de ventas y la activación e intervención se hizo extensible a otras áreas funcionales de la empresa porque esta primera intervención,  produjo un aumento de satisfacción en el trabajo.

Las ventajas para los jefes de Área y de Venta fue que obtuvieron información instantánea sobre la marcha del negocio y la gestión de sus vendedores con independencia de su ubicación geográfica. A través de los programas informáticos de gestión implantados se consiguieron informes gráficos de las ventas realizadas y pendientes, eligiendo periodos de tiempo, productos y vendedores.

El equipo de ventas controla fácilmente la actividad o información sobre sus clientes;  pueden asignar tareas a otros integrantes del equipo y coordinar recursos de forma instantánea;  consultar información sobre estrategias y productos allí donde se encuentren, cerrar citas, entregar información y realizar ofertas en el momento, sin idas y vueltas a la oficina: la oficina va con ellos.  Aplicar métodos de venta que faciliten el cierre de las operaciones;  realizar de forma mecánica los informes que le soliciten sus jefes, etc.

El departamento de Marketing conoce quién, qué, como y porqué se compra; disponen de herramientas para la automatización de campañas de tele marketing; pueden analizar la rentabilidad de las inversiones en promoción, determinando el coste por euro vendido o por venta realizada; distribuir oportunidades de negocio e información sobre productos electrodomésticos de forma electrónica; coordinar las actividades del grupo de forma eficiente, etc.
                                    
EJEMPLO PRÁCTICO (II)

Joseph Isern, consultor de Mckinsey & Company, en su trabajo publicado en el Diario Expansión, nos hablaba de la “Transformación del Rendimiento”  y recalcaba  que no es fácil adaptarse a los cambios del mercado por el temor a emprender una reestructuración radical de una empresa. Sin embargo, a veces, es necesario reinventarse para seguir siendo competitivo ante compañías más globales.

En esta época de competencia creciente y continua, y de la presión constante a que están sometidos los empresarios, la necesidad de transformar periódicamente los negocios para alcanzar un rendimiento más elevado es mayor que nunca.

Limitarse exclusivamente a obtener un aumento del rendimiento año a año garantiza cada vez menos el éxito a largo plazo. En momentos críticos las empresas necesitan impulsar su rendimiento a un nivel visiblemente superior para mantener a raya a la competencia y mantener en el juego.

Lamentablemente, existe un pesimismo generalizado sobre las posibilidades de los esfuerzos de transformación. Ciertamente, existen casos destacados de empresas extraordinariamente admiradas en su día que no han sido capaces de transformarse a pesar de los múltiples intentos realizados.

Sin embargo, a pesar del bajo promedio de resultados de muchos esfuerzos de transformación, hemos observado tantos éxitos en tantos sectores, y partiendo desde puntos tan diferentes, que hemos llegado a la conclusión de que es posible para prácticamente cualquier empresa pueda desarrollar una transformación con éxito.
                                                                     
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Este Tema forma parte de la serie "Cuadernos de Gestión Empresarial" editados por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL.

Titulo: INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL
Autor: Pedro Rubio Domínguez
ISBN-84-689-7602-4-Registro: 06/21440

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© Instituto Europeo de Gestión Empresarial- Madrid (España) CIF B78404290
"INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL"
© Pedro Rubio Domínguez
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