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martes, 27 de enero de 2015

EJEMPLOS DE GESTIÓN EMPRESARIAL (6)




Con estos textos referidos a los temas tratados en la Unidad 6, -- LA RELACIÓN DEL GESTOR CON LOS MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN- que reflejan situaciones reales de empresas o sectores. Se pretende que el alumno/a realice al finalizar su lectura los comentarios o soluciones que en estos casos se mencionan.


 

Gracias a la lectura, una persona ha aprendido sobre el resurgimiento de las economías orientales y sobre todo las distintas escuelas ideológicas sobre este tema.  Quizá ha llegado a la conclusión y convencimiento que los planteamientos teóricos de la escuela A, son los correctos.  Será difícil que cambie esta actitud porque está firmemente convencido, pero podrá revisar sus ideas a la vista de nuevas teorías basada en pruebas que así lo corroboren.

Comparamos esta actitud positiva con las del profesor o catedrático de Economía que promulgó la teoría A que durante toda su vida basó en ella su carrera.  Ahora los nuevos postulados sugieren que la teoría correcta es de hecho la B y la vida del profesor aparecerá de pronto como obsoleta, inútil y ya pretérita.  No deberíamos sorprendernos que este profesor se niegue a aceptar la nueva evidencia como válida.



Tras el boom de las punto-com, pocas empresas cayeron tanto en valor como EMC, un fabricante de equipos de almacenamiento de información líder en su sector. La capitalización de mercado de EMC alcanzó su punto máximo a finales del año 2000 con 225.000 millos de dólares (mas de 175.000 millones de euros), una cifra superior al valor combinado de los seis principales fabricantes de automóviles del mundo—y descendió sorprendentemente el noventa por ciento durante los siguientes nueves meses.

Su récord de pérdidas, de casi mil millones de dólares durante el tercer trimestre de 2001, hizo que muchos analistas se preguntaran si el rey del almacenamiento estaba a punto de ser destrozado sin ceremonias.

Desde entonces EMC, con sede en Hopkinton (Massachussets) ha dado un giro espectacular. La empresa ha posicionado su estrategia en el suministro a pequeñas y medianas empresas sí como a bancos y aerolíneas importantes. Además ha diversificado en software y servicios mediante una serie de adquisiciones, reduciendo así su anterior dependencia del hardware.

Los resultados de hoy son impresionantes: los beneficios del primer semestre de 2005 subieron un 93%, los ingresos han regresado a los niveles anteriores a la caída, y las actividades principales de EMC están creciendo el doble de rápido que la tasa general de la industria del almacenamiento. Sin embargo, las cifras no son más que el esbozo de la historia.

Si profundizamos en los datos, descubriremos que la transformación de esta compañía, dirigida por su presidente ejecutivo Joseph M. Tucci, ilustra el sutil y a veces doloroso proceso de interiorizar el cambio tras llevarlo a cabo. Después de todo, Tucci empezó a trabajar como presidente y director de operaciones a principio de 2000 cuando el crecimiento parecía imparable. Lo que describe como una “impresionante cultura dinámica” reforzaba el empuje de la empresa.

El enfoque de Tucci se basaba en seis lecciones clave sobre la interiorización del cambio que pueden resumirse del siguiente modo:
  1. Objetivizar el problema, creando una plataforma sólida, evidenciando que el negocio del almacenamiento está a prueba de recesiones y este enfoque requería un franco análisis con los empleados.
  2. Avanzar paso a paso, el cambio debía hacerse a lo largo del tiempo, ya que intentar hacerlo todo a la vez sólo transmitiría confusión y crearía descontento.
  3. Aprovechar la inercia de una nueva estrategia aunque la supervivencia fue la primera prioridad.
  4. El cambio lo fue abordando, de forma pública, huyendo de la arrogancia y basándose en la humildad de sus acciones, separando entre sus principales colaboradores a los escépticos persuadiéndoles y motivándoles para que comprendieran que los nuevos procedimientos a implementar eran mejores y darían los resultados esperados, erradicando actitudes inmovilistas o erróneas.
  5. Conocer cómo cambiar la cultura de manera profunda y permanente.
  6. Y, utilizar la posición de consejero delegado para impulsar el cambio, liderando con el ejemplo.



En los Estados Unidos de Norteamérica en la década de los 70 del pasado siglo se produjo un cambio en la estructura de la edad, lo cual, unido a la caída del dólar, las empresas decidieron introducir planes de jubilación anticipada, cargando estos nuevos costes sociales al resto de los empleados activos, sin solucionar totalmente el problema de los mayores.

La solución debería haber sido, el diseñar nuevos programas para seguir empleando a los mayores que querían seguir trabajando porque todavía estaban capacitados para hacerlo, al tiempo que solo aplicarían jubilaciones para aquellos que realmente no podían seguir trabajando.  En la Europa del siglo XXI esto se ha tenido en cuenta y los resultados son francamente prometedores.


 

El envejecimiento de la población mundial no cabe duda que reducirá la riqueza global, y con el fin de cubrir el déficit en ahorro y en riqueza financiera, las economías domésticas y los gobiernos deberán incrementar sus tasas de ahorro y aumentar los beneficios sobre los activos que ya posean.

Este envejecimiento, y a medida que se vaya incrementando, hará que los saldos bancarios (ahorros) dejen de crecer mientras los niveles de vida podrán estancarse. La razón es que la población de Japón, Estados Unidos y Europa Occidental, donde se crea y acumula la inmensa mayoría de la riqueza mundial, está envejeciendo rápidamente.

A lo largo de las próximas dos décadas, la edad media en Europa pasará de los 42 a los 51 años y en Japón, de los 43 a los 50 años. Debido a que las personas ahorran menos después de su jubilación y a que las generaciones más jóvenes en los años más productivos son  menos austeras, las tasas de ahorro llevan camino de caer de manera espectacular.

En tan solo veinte años, la riqueza financiera de las economías domésticas en las principales economías del mundo podría ser, aproximadamente, 31 billones de dólares (24,7 billones de euros) menor de lo que sería si continuara la tendencia histórica. Si no se hace nada para impedirlo, la disminución en las tasas de ahorro global provocará una reducción en la cantidad de capital disponible para la inversión y, en consecuencia, hará más dificil el crecimiento económico.



Algunos gestores autocráticos creen que sus homónimos democráticos son débiles y confunden,  su forma de actuar con la falta de confianza. Cuando un dirigente piensa de esta forma anacrónica y pone en evidencia una gestión democrática, su propia actitud es criticable. Su propio grupo continuará afirmando su posición, pero este dirigente mostrará poco respeto por las reglas y la opinión del grupo. 

A este gestor podríamos definirlo como inflexible, autocrático e individualista.  Nunca comprenderá que las decisiones emanan del grupo y que la opinión del mismo bastará para validar una decisión.

Pero, aunque esta decisión sea crítica, hemos de admitir que existen dos clases de dirección autocrática: rígida y flexible. El individuo flexible, generalmente muy perspicaz, se da cuenta que los objetivos se obtendrán con mayor facilidad si el grupo acepta de buen grado el compromiso. Utiliza la psicología y procede de forma democrática, aunque sea circunstancialmente, para ajustar las normas del grupo hacia esos fines y objetivos.  Este gestor se caracteriza por presentar la información al grupo, de tal forma, que favorezca los resultados que pretende.

Este tipo de “individuo seudo democrático” está muy lejos de ser un autentico demócrata y lleva al grupo hacia los objetivos por él propuesto, en vez de permitir que el grupo opine y decida.  Durante el proceso, este dirigente promueve la autodisciplina y la moral del grupo, consigue sus compromisos mediante la persuasión y al final logra lo que se ha propuesto con gran satisfacción y petulancia.

Para poder dirigir con eficacia, el gestor debe ser capaz de considerar las cosas desde el punto de vista de sus subordinados.  Hay una cualidad en los empresarios menos frecuente, mucho más sutil y fina, más rara que las habilidades: es la capacidad de reconocer el talento de sus colaboradores.


Joseph Isern, consultor de Mckinsey & Company, en su trabajo publicado en el Diario Expansión, nos hablaba de la “Transformación del Rendimiento”  y recalcaba  que no es fácil adaptarse a los cambios del mercado por el temor a emprender una reestructuración radical de una empresa. Sin embargo, a veces, es necesario reinventarse para seguir siendo competitivo ante compañías más globales.

En esta época de competencia creciente y continua, y de la presión constante a que están sometidos los empresarios, la necesidad de transformar periódicamente los negocios para alcanzar un rendimiento más elevado es mayor que nunca.

Limitarse exclusivamente a obtener un aumento del rendimiento año a año garantiza cada vez menos el éxito a largo plazo. En momentos críticos las empresas necesitan impulsar su rendimiento a un nivel visiblemente superior para mantener a raya a la competencia y mantener en el juego.

Lamentablemente, existe un pesimismo generalizado sobre las posibilidades de los esfuerzos de transformación. Ciertamente, existen casos destacados de empresas extraordinariamente admiradas en su día que no han sido capaces de transformarse a pesar de los múltiples intentos realizados.

Sin embargo, a pesar del bajo promedio de resultados de muchos esfuerzos de transformación, hemos observado tantos éxitos en tantos sectores, y partiendo desde puntos tan diferentes, que hemos llegado a la conclusión de que es posible para prácticamente cualquier empresa pueda desarrollar una transformación con éxito.



Pensemos en una organización que ha solicitado a un experto que efectúe un análisis funcional de la misma.

Los principales problemas a juicio de la Dirección son:
  1. La Oficina Central no obtiene la suficiente información las Delegaciones territoriales.
  2. A su vez los delegados se quejan de que la Oficina Central exige cosas sin tener en cuenta los problemas de la Delegación.
  3. Estos también se quejan que la Oficina Central no suministra los productos que estos demandan lo que a su vez provoca incumplir compromisos con sus clientes de zona.
  4. Que los ejecutivos de la Oficina Central se entrometen en los asuntos de la Delegación.

El Consultor, una vez analizado el problema, puede emplear tres enfoques, cada uno de los cuales determinará una serie de cuestiones o planteamientos distintos.

A)    ENFOQUE TRADICIONAL

¿Qué obligaciones contemplan las tareas concretas de los delegados?
¿Están bien definidas las relaciones entre ellas?
¿Tienen los delegados definidas claramente sus responsabilidades, inclusive las de
informar a la Oficina Central?
¿Conoce cada delegado cuáles son sus objetivos?
¿Están bien definidas las relaciones entre los delegados y los distintos departamentos de 
la Oficina Central?
¿Sabe el delegado cuando la autoridad funcional la tiene el departamento especializado o
consultores internos de la Oficina Central?
¿Existe una línea clara de autoridad?
¿A quién o a quienes informan los delegados?
¿Cuantos delegados informan a sus superiores en la Oficina Central?
¿Son demasiados delegados para ejercer un perfecto control sobre los mismos?

El Consultor en este caso con esta batería de preguntas, buscaría el origen de las dificultades con el fin de aclarar responsabilidades y determinar la autoridad.  En resumen, un enfoque clásico o tradicional.

B)    ENFOQUE DE LAS RELACIONES HUMANAS

¿Cuál es el trabajo del Delegado de Zona?
¿Qué es lo que se le pide que haga?
¿Qué dificultades o barreras encuentra para su cumplimiento?
¿Cómo asume su papel como Delegado?
¿Que cree que espera de su gestión la Oficina Central?
¿Qué espera él de la Oficina Central?
¿Qué esperan sus Jefes de él?
¿Qué esperan de él el personal a su cargo en la Delegación?
¿Está de acuerdo el Delegado de las distintas expectativas de negocio creadas para su
Delegación?
En caso contrario ¿podría esta situación crear un conflicto entre ambas partes?
¿Qué contactos personales mantiene el Delegado con la Oficina Central?
¿Con qué periodicidad o frecuencia se producen éstos?
Si existen discrepancias o puntos de vista diferentes ¿Las discuten?
¿Hasta que punto comprende la Oficina Central los problemas de la Delegación?
¿Qué opinan los Delegados sobre el papel de Oficina Central y el papel que debe jugar ésta?

El Consultor con la recomendación de este enfoque propiciaría que las personas de la Oficina Central entendieran mejor los problemas del Delegado.  Al igual que en el enfoque tradicional, el de las relaciones humanas puede evidenciar la necesidad de que ambos grupos tengan bien claro cuales son los objetivos del Delegado y como se vinculan a los objetivos generales de la Organización.

C)  ENFOQUE SISTEMÁTICO

¿Qué tipo de información se dirige desde la Delegación a la Oficina Central?
¿Quién la recibe y donde va a continuación?
¿Cómo fluye la información de la O.C. a la Delegación?
¿Por qué canales pasa?
¿Qué información precisa el Delegado?
¿Qué información necesita la Oficina Central?
¿Cómo se comparan ambas informaciones y que beneficio se obtiene de esta relación?
¿Cómo obtiene la empresa información de su mercado y a través de que canales 
procesa para que llegue a los centros claves para la toma de decisiones?
Una vez que esta información pasa por el sistema de la organización ¿a través de que sub
sistemas tiene que pasar?
¿Están los papeles claramente definidos y ubicados en los distintos sub-sistemas de la
organización?
Si un papel actúa en los límites de dos o más sub-sistemas, ¿qué implicaciones existen
para que éste facilite el paso de la información?
¿Cómo se debe gestionar este proceso?
¿Cuál es la función del Delegado?
¿Cuáles son los distintos sistemas que deben aplicarse cuando existan problemas en las relaciones entre la O.C. y los Delegados?

El Delegado se encuentra en este análisis de dos tipos de tesituras: primero, entre la Oficina Central y la Delegación; segundo, entre la empresa y el cliente.




Aguilar y Prado fundaron en Madrid una empresa de transportes, la Empresa de Transportes S.A.; años después Prado se retiro completamente del negocio a sus 70 años y se quedó Aguilar, como Consejero Delegado del Consejo de Administración, aunque no implicado directamente en las actividades cotidianas.  En realidad el Director Gerente es Juan Más, que a sus 40 años está llevando la empresa, lo cual consiste en supervisar las operaciones en Madrid, Barcelona y Zaragoza; en las demás zonas se gestiona a través de corresponsales.

La facturación fue de 10 millones de euros el pasado ejercicio con un beneficio de 150.000 euros. La empresa tiene 50 empleados, de los cuales 35 están en Madrid, 10 en Barcelona y 5 en Zaragoza.

Esta empresa siempre se ha caracterizado por un servicio rápido, por cumplir los plazos y principalmente por no perder cargas en el camino.  Esto le ha valido que si un proveedor estaba interesado en cumplir con su cliente siempre acudía a la Empresa de Transportes S.A., aunque también es verdad que sus tarifas eran un poco más elevadas que las de la competencia.

A principios del años 2000, la empresa todavía se beneficiaba del empuje que le dieron sus fundadores y de su tradición de servicio y Aguilar sentía la necesidad de desarrollarse pues sabía que tenían capacidad para ello.

Hasta el momento siempre habían trabajado con empresas, principalmente industriales y de alimentación, en las cuales el volumen y el peso estaban suficientemente compensados.  A partir de estos momentos empezaron a ver que existía una oportunidad importante dentro del mercado especializándose en grandes volúmenes y poca carga, pero para ello, hacia falta tener algunos de equipos especiales.  Los mismos clientes les animaron a empezar a desarrollarse en este tema, ya que muchas veces existía la necesidad de este servicio.

Compraron algunos equipos que tuvieron gran éxito, aunque esto representó para la empresa una inversión importante y en consecuencia un fuerte endeudamiento; las ventas evolucionaron suficientemente bien y aunque estos servicios solamente representaban el 20% de la facturación, en realidad aportaban el 50% de los beneficios: no obstante esto significaba una gran esfuerzo, tanto desde el punto de vista de inversión como de mantenimiento y esfuerzo de coordinación.

Ello repercutía también en que disminuyera, en parte, la calidad del servicio, principalmente en el tema de la puntualidad y trato con el cliente.  Hacía falta actuar de algún modo, pues la competencia empezaba a darse cuenta de que podían atacar a los clientes de Empresas de Transportes SA., si éstos no recuperaban el prestigio entre sus clientes más importantes.  Aunque es posible recuperar en parte el volumen de facturación, no siempre ocurre lo mismo con la reputación.

Dadas las circunstancias tan desfavorables para la empresa José Aguilar, Consejero Delegado, Juan Más, Director Gerente, Pedro Macaya, Responsable de cargas especiales y Antonio Lucas, Responsable de carga en general, se reunieron en un Hotel de Madrid, durante tres días, para buscar remedio a la situación.

El objetivo de la reunión era tomar decisiones sobre cual iba a ser el rumbo de la empresa a partir de este momento.

¿Era conveniente apoyar a Pedro Macaya en el sentido de ampliar los equipos de transportes espaciales?, en este caso, se podría convertir la empresa en una de las principales en cargas especiales, pero para ello tendría que hacerse una elevada inversión.  Por otro lado, existía la necesidad de abrir empresa en Bilbao y en Valencia, ya que cinco de sus principales clientes tenían quejas del servicio que le daban los corresponsales y habían amenazado varias veces con irse a la competencia.  Ahora esto ya era inminente, pues por separado habían manifestado a Antonio Lucas que, o bien se resolvía esta situación o bien una vez terminados los contratos, que vencían a fin de año, iban a buscar otra empresa.

Después de largas horas de discusiones identificaron tres opciones fundamentales:

A. Invertir en más equipos y materiales para transporte especial, conseguir así más participación en el mercado en todo el territorio nacional. Ampliar a las de Bilbao y Valencia contentando a 5 clientes y dar al mismo tiempo una mayor amplitud del servicio e introducirse en nuevos mercados.

B. Crear una división exclusiva para transporte especial, desarrollando el servicio y las inversiones. Ampliar el servicio a clientes tradicionales creando las oficinas de Bilbao y Valencia, contemplar la expansión a otras poblaciones para satisfacer demandas futuras y cogiendo, además, todo tipo de cargas.

C. Revisar el servicio que se da a clientes tradicionales, para parar el deterioro volviendo a los cauces tradicionales. Explicar a los 5 clientes importantes, las correcciones que se van a realizar en el servicio actual. Explotar el material especial en base a conseguir el rendimiento óptimo de los equipos actuales.

¿Cuál de las tres opciones sería a su juicio la solución más viable e interesante para la empresa y por qué?

+ información: 

INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL
Formación & Consultoría


Estos temas que publicamos en nuestro Blog, forman parte de la serie "Cuadernos de Gestión Empresarial" editados por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL.

Titulo: INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL
Autor: Pedro Rubio Domínguez

© ISBN-84-689-7602-4  / Nº REGISTRO: 06/ 21440
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IEGE/MADRID/ESPAÑA
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iege.formacionyconsultoria@gmail.com   
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