CASO Nº 4. Mala selección del adjunto, falta de entrenamiento o de exponer las funciones de su puesto con claridad.
Un joven graduado recientemente y que además poseía titulo de especialización en negocios, llegó a ser adjunto del director de una empresa de petróleos inmediatamente después de salir de la Universidad. Procedía de una familia de las más distinguidas y se habia licenciado en letras realizando además durante dos años estudios generales de organización. No quiso aceptar otras proposiciones, pero sí le pareció buena la de adjunto del director, aunque no tenia ninguna clase de experiencia.
La mayor parte de los subordinados del director se habían situado en la empresa en puestos de cierta importancia después de varios años de experiencia en la práctica de los negocios de petróleo. El adjunto se consideraba a si mismo, debido a su historial familiar, por encima de todas estas personas, porque pensaba que la categoría de su familia y su propia educación le daban un rango superior también en la empresa. Ignoraba y desdeñaba a los ejecutivos cuando no los necesitaba y cuando necesitaba información de ellos daba órdenes para que se la proporcionaran. Al preguntársele su opinión o consejo sobre una cosa concreta contestaba con evasivas, citaba principios generales o contaba alguna "genialidad". Si se le asignaba una tarea, generalmente trataba de evitarla y de no dar una respuesta catagórica; si se le presionaba, tenia la constumbre de aplicar literalmente lo que habia leido o aprendido en la Universidad. Al hacérsele notar que se habia confundido, "citaba el libro" o indicaba que rebajaba su dignidad discutir tales materias. Empleaba un vocabulario excesivamente ampuloso en muchas ocasiones y en seguida se ganó la fama de ser académico y teórico.
Se mantuvo en esta postura equivocada y rehusó aprender y tomar nota de la experiencia. Aunque alrededor de su jefe actuaba con una especial deferencia, su testarudez no le permitió gozar de su puesto largo tiempo y, al tener que abandonarlo, cortó las aportunidades para muchos ejecutivos recién graduados procedentes de escuelas de negocio.
PRD
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La mayor parte de los subordinados del director se habían situado en la empresa en puestos de cierta importancia después de varios años de experiencia en la práctica de los negocios de petróleo. El adjunto se consideraba a si mismo, debido a su historial familiar, por encima de todas estas personas, porque pensaba que la categoría de su familia y su propia educación le daban un rango superior también en la empresa. Ignoraba y desdeñaba a los ejecutivos cuando no los necesitaba y cuando necesitaba información de ellos daba órdenes para que se la proporcionaran. Al preguntársele su opinión o consejo sobre una cosa concreta contestaba con evasivas, citaba principios generales o contaba alguna "genialidad". Si se le asignaba una tarea, generalmente trataba de evitarla y de no dar una respuesta catagórica; si se le presionaba, tenia la constumbre de aplicar literalmente lo que habia leido o aprendido en la Universidad. Al hacérsele notar que se habia confundido, "citaba el libro" o indicaba que rebajaba su dignidad discutir tales materias. Empleaba un vocabulario excesivamente ampuloso en muchas ocasiones y en seguida se ganó la fama de ser académico y teórico.
Se mantuvo en esta postura equivocada y rehusó aprender y tomar nota de la experiencia. Aunque alrededor de su jefe actuaba con una especial deferencia, su testarudez no le permitió gozar de su puesto largo tiempo y, al tener que abandonarlo, cortó las aportunidades para muchos ejecutivos recién graduados procedentes de escuelas de negocio.
PRD
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