Los rendimientos en el mercado de renta fija privada de la zona euro cayeron a nuevos mínimos ayer, con la llegada este mercado del Banco Central Europeo como nuevo y gran comprador. Aunque es pronto para ver la reacción de los mercados, es de suponer que aquellos inversores que buscan rentabilidades más altas dediquen más recurso al sector inmobiliario, bien sea de forma directa o indirecta.
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En el día uno del programa de compra de bonos corporativos de miles de millones de euros, el BCE compró bonos de empresas de telecomunicaciones, de seguros y de servicios públicos, llevando los rendimientos a nuevos mínimos.
La anticipación del programa ya impulsó los mercados de crédito de Europa y provocó un aluvión de nuevas emisiones, desde que se anunció en marzo. El día antes de que comenzara la compra, el rendimiento promedio de los bonos denominados en euros emitidos por las grandes empresas cerraba a tan sólo 0,88% el martes, por debajo del 1,28% en marzo, y su nivel más bajo desde abril del año pasado.
A medida que el BCE aumenta su compra, los analistas prevén nuevas caídas en los rendimientos de la deuda con grado de inversión en la zona del euro.
No todo son parabienes Algunos inversores están preocupados de que puede dañar la liquidez del mercado ya delgada, y no faltan analistas que advierten de una burbuja en los mercados de deuda.
Muchos analistas e inversores se sienten incómodos con la idea de que el BCE decida que empresas privadas reciben fondos. Tal crítica ha sido particularmente fuerte en Alemania, donde una serie de críticos han atacado las medidas de estímulo no convencionales del BCE.
El economista jefe del Deutsche Bank lanzó una andanada contra el programa de estímulo ayer, advirtiendo que las políticas del BCE están "amenazando el proyecto europeo en su conjunto."
La decisión de comprar bonos corporativos es lo más cercano a un acto de desesperación, y el BCE se convertirá rápidamente en un jugador de gran tamaño.
El banco central está tratando de desempeñar el papel de los bancos comerciales prestando al sector empresarial, lo que dará lugar a una mala asignación de fondos y a la destrucción de la confianza empresarial en los políticos, dijo.
El BCE no declara el montante que empleará a estas compras
El BCE no ha dicho la cantidad de deuda corporativa que comprará, pero la mayoría de los analistas esperan que emplee entre 5.000 y 10.000 millones de euros al mes, en un mercado que se estima es de aproximadamente 600.000 millones de euros. El banco central comprará bonos con grado de inversión de las empresas establecidas en la zona euro, pero no de los bancos, con un vencimiento residual de entre seis meses y 30 años y podrá comprar hasta el 70% de cada emisión de bonos.
El BCE ya ha comprado más de 1 billón de euros de bonos de los gobiernos, con su programa de flexibilización cuantitativa. Pero ayer fue la primera vez que la entidad se aventuró en el mercado de bonos corporativos.
El BCE espera que este dinero fluya directamente a las arcas corporativas y al mismo tiempo ayude a los bancos ya que los inversores se fijarán a los bonos, que no forman parte de este programa, para obtener un rendimiento extra.
Discriminación empresarial y mercados favorecidos
Con su plan, las grandes empresas obtienen una ventaja competitiva sobre otras más pequeñas, que no pueden emitir bonos, inclinando el mercado hacia las grandes empresas que pueden controlar políticamente más fácilmente.
También están privando a los inversores de poder obtener una mayor rentabilidad. Sin embargo, mercados como el inmobiliario, que ofrecen una rentabilidad más alta, se verán favorecidos porque recibirán una mayor asignación de recursos.
Por gentileza de:
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jueves, 9 de junio de 2016
LA ENTRADA DEL BCE EN EL MERCADO DE RENTA FIJA PRIVADA PUEDE DAR ALAS AL INMOBILIARIO
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