Las nuevas tecnologías desempeñan un papel clave en la mejora de la eficiencia, son la clave para mejorar la productividad empresarial, y suponen un poderoso motor para el crecimiento de la competitividad y el empleo. Está claro que la aplicación de estas nuevas herramientas ofrece beneficios a corto plazo, que permiten a la empresa competir en un mundo global, porque en el siglo XXI es lo que importa, la globalidad, poder llegar a nuestros objetivos sin importar las fronteras.
La aportación de soluciones empresariales es, hoy en día, una necesidad para optimizar los recursos y sobre todo para facilitar la toma de decisiones rápidas y eficaces. Porque si algo está claro es que en el entorno actual de los negocios, los procesos llevados a cabo en todas y cada una de las áreas de una empresa dependen totalmente de la información y la puesta en práctica de las tecnologías que gestionan esa información.
Los sistemas de Planificación de Recursos Empresariales, conocidos como ERP, funcionan en todo tipo de empresas modernas con el fin de integrar en un solo sistema los datos relativos a la manufactura, almacenamiento, logística, administración… Sin embargo, la elección de un ERP capaz de responder a las necesidades actuales y futuras de la empresa supone una tarea de análisis exhaustiva, pues un trabajo bien realizado ha de ofrecer al cliente un resultado fiable, que recoja de manera impecable todos los datos del anterior sistema, permitiéndole, al mismo tiempo, aprovecharse de las nuevas funcionalidades aportadas por la nueva aplicación.
Pero tan importante como elegir un buen producto ha de ser la elección de la consultora de negocio que lo implanta porque las mejoras funcionales y tecnológicas han de llegar de la mano de un cambio sencillo y económico. Punto de partida desde el que se iniciará el retorno de la inversión.
Ideal para la franquicia
En la actualidad, está claro que los negocios no tienen frontera, así que el ERP perfecto ha de ofrecer una plataforma que refleje al instante los cambios que cada transacción implica en su negocio, con una fuente única e integrada de datos. Un buen sistema de Planificación de Recursos Empresariales es capaz de adaptarse a la estructura de cualquier negocio, incluso si la compañía está integrada por varios centros de trabajo. De esta manera, es también perfecto para la expansión de una enseña a través del modelo de franquicia.
Y es que, hay que estar preparado para los cambios. Ninguna empresa es una isla. Todas compiten en un contexto específico, y por ello, la filosofía de un ERP es ofrecer un amplio rango de funcionalidades, para que las empresas puedan servirse según sus necesidades. Lo que está claro es que las empresas que permanecen estáticas acaban muriendo pronto. ■
José Muniesa
__________________________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario