Los procesos de negocio de las
empresas cuentan, cada vez más, con un fuerte componente tecnológico. Si bien
la tecnología simplifica y facilita este tipo de tareas, por otra parte, añade
al normal desempeño de estas funciones los problemas inherentes a la adquisición,
manejo y mantenimiento de las aplicaciones informáticas. Por este motivo, no
resulta extraño que tareas como el proceso de las nóminas, la gestión de
facturas o las tareas de marketing y ventas hayan pasado a engrosar la lista de
servicios externalizables.
El campo de la externalización de
los procesos de negocio está registrando una actividad significativa.
Las empresas que han optado por
este modelo de externalización han detectado importantes beneficios. Junto al
consabido ahorro de costes y de tiempo, que pueden reinvertirse en centrarse en
el core business de la organización,
destacan el acceso a recursos tecnológicos punteros y el rápido retorno de la
inversión.
Actividades que se
externalizan
Dentro de los servicios que las
empresas deciden externalizar, los mercados de bajo coste están ganando en numerosas
actividades en todo tipo de rango de servicios. Por ejemplo:
- Desarrollo de software y nuevos productos para clientes.
- Mantenimiento de la tecnología de uso interno y consultoría
- Proyectos especializados puntuales
- Desarrollo de software y aplicaciones de uso interno.
- Desarrollo web (intranet y extranet)
- Desarrollos de sistemas ERP (gestión de los recursos de las empresas)
- Consultoría y servicios externos
- I+D+i
La consultoría de TI
Pocas empresas se niegan a
admitir que la tecnología se ha constituido es un aspecto imprescindible de su
negocio. Por eso, la planificación detallada de la implantación de sistemas,
redes y aplicaciones resulta fundamental para el correcto desarrollo de la
actividad de la empresa. Sin embargo, desde el momento en que esta tarea no
constituye un elemento intrínseco y diferenciador de su labor, sino que forma
parte de sus infraestructuras y activos, puede externalizarse y confiarse a un
proveedor especializado en TI (Tecnología
de la Información)
Las empresas de consultoría en
tecnología de la información se convierten, en la mayoría de las ocasiones, en partners de confianza para sus clientes,
imprescindible en la especificación de la ruta que debe seguirse para la puesta
en marcha de un negocio. Partiendo de un análisis completo de las necesidades
del cliente, establecen cuáles son los recursos que deben adquirirse, localizan
y seleccionan proveedores tecnológicos, asumen la implantación (configuración
de ordenadores, adaptación de aplicaciones, instalación de redes…) y garantizan
el mantenimiento.
Para muchas empresas, este tipo
de proveedores se ha convertido en aliado de su crecimiento, asumiendo en
muchos casos compartidos y asesorando acerca de la mejor manera de utilizar la
tecnología para ayudar el cumplimiento de los objetivos de negocio.
El futuro de la
externalización de TI
El outsourcing de nuevas tecnologías no ha dejado de evolucionar y
adaptarse a las circunstancias variables del mercado. En los últimos años, se
han registrado cambios importantes, como la aparición de nuevos servicios,
nuevas tendencias y formas de externalización, y transformaciones en los
modelos comerciales.
Una de las mayores revoluciones dentro
del outsourcing de TI ha sido el
fenómeno de la deslocalización, es decir, la contratación fuera de las fronteras
nacionales de determinados servicios informáticos. Actividades como el trabajo
con sistemas en desuso, la atención remota al cliente, la realización de pruebas
de software o la programación de
aplicaciones son algunas de las que se están confiando a empresas en mercados
emergentes.
Los expertos señalan, sin
embargo, que esta modalidad no debe utilizarse, en ningún caso, para
externalizar servicios fuertemente vinculados al negocio de la empresa, así
como los que requieren de un trato constante e intenso con los clientes o los
que necesitan de la aplicación de estrictos controles de seguridad. No todos
los servicios se adaptan bien a esta alternativa, y es relativamente común
encontrarse con problemas diversos: retrasos en la ejecución de proyectos,
errores en la codificación de aplicaciones, dificultad para la resolución
rápida y eficaz de los problemas, y barreras de comunicación y entendimiento
derivados de las inevitables diferencias culturales.
Por otra parte, aunque existen numerosos
casos en los que se han externalizado departamentos completos de TI con un solo
proveedor, la tendencia más común en la actualidad consiste en negociar la
externalización parcial de servicios informáticos, algo motivado por los
recelos que siguen existiendo por parte de muchas empresas a desprenderse físicamente
del control de sus sistemas.
Sin embargo, a medida que la
tecnología se equipara a recursos básicos como el agua, el gas o la
electricidad, fundamentales para cualquier actividad empresarial, caminamos
hacia un modelo de outsourcing integral
de TI. En este sentido, ya están presente las empresas virtuales, que carecen de una infraestructura técnica
propia pero que son perfectamente capaces de desarrollar con la máxima eficacia
sus funciones, aportando mayor valor añadido que su competencia. En cualquier caso,
son los criterios de eficiencia, rentabilidad y rendimiento los que están
impulsando con fuerza el outsourcing informático,
la última revolución en la incorporación de las nuevas aplicaciones
tecnológicas al mundo de la empresa. ■
Pedro Rubio Domínguez
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