El mundo actual cambia a gran velocidad. Se podría decir que estamos en una continua
crisis teniendo en cuenta que este término alude al cambio. La digitalización de la cadena de suministro, robotización, inteligencia artificial, Internet de las cosas, visibilidad,
integración, etc. y el desarrollo del transporte influirán de manera importante en el sector
logístico.
La digitalización ya es visible a simple vista
en muchos procesos comunicativos de nuestra vida diaria. En el sector logístico ha permitido crear nuevos modelos de negocio que
aportan valor a la cadena de trabajo, como
muestra el traslado de los puntos de venta o
atención al cliente al ámbito digital.
Los mismos consumidores reclaman la modernización de estos servicios en su propio
beneficio. Las novedades en dispositivos
wearables y su interacción con el consumidor
permiten que se agilicen todos los procesos
relacionados con el consumo y cobertura de
necesidades. La inmediatez en la respuesta
propicia que sea conveniente para automatizar y agilizar los trámites relacionados con el
servicio de productos y contenidos al consumidor.
Una primera tendencia va a ser tratar de integrar todos los aspectos de la digitalización
en la optimización de la cadena de suministro
que deberá ser capaz de predecir el mercado.
Nos referimos a que la visibilidad, el big data,
el Internet de las cosas, el comercio electrónico, las aplicaciones móviles, la robotización y
la inteligencia artificial deben traducirse en
sistemas de gestión de inventario y el control/
optimización de la cadena de suministro que
permitan su compatibilidad e interacción desde todos los elementos de dicha cadena. El
objetivo final va a ser tratar de disponer de
datos tan valiosos que permitan, mediante la
aplicación del software adecuado, anticipar el futuro y que la cadena de suministro se planifique de forma anticipada a las necesidades
del mercado mediante soluciones predictivas.
En general el escenario para 2019 dibuja
unos mercados internacionales que deben
adaptarse a un mundo conectado, visible, dominado por la tecnología e Internet, más dependiente que nunca a nivel internacional y
en el que la competencia entre cadenas logísticas debe poner el foco más que nunca en el
cliente que, con poder absoluto, determina el
éxito o fracaso a golpe de un “click” en pantalla”.
La robotización ya está aquí
La robotización será clave durante 2019, entre sus principales ventajas destacan el aumento de la eficiencia y los ahorros de costes
y tiempo. Pero la robotización no debe ser
vista como intrusismo laboral, sino como una
herramienta de trabajo.
Como en todos los sectores, la tecnología
está presente en los cambios, la logística del
ecommerce supone una oportunidad de innovación y crecimiento para los operadores tradicionales. Aquellos que decidan dar el salto
hacia adelante tampoco lo tendrán fácil ya
que muchos big players ya lo hicieron, y su
devenir lo determinará el ecommerce hasta el
punto en el que continúe su irrefrenable expansión y favorezca el crecimiento de todos.
Si ponemos el foco en los almacenes robotizados, conviene buscar sus ventajas competitivas en los almacenes y en la automatización del transporte: "La robotización y la
inteligencia artificial
tendrán impactos en
la seguridad y en la
plantilla, siendo ésta
la cara menos amable del cambio, pero
ineludible, así ha sido siempre, pero supondrá grandes
avances y permitirá
mayor rapidez y seguridad en entregas,
reducción de errores, etc.”
Por otra parte, el
transporte autónomo es otro elemento
que nos sorprenderá
antes de lo que esperamos, a pesar de las
incertidumbres que plantea en cuanto a seguridad y cuestiones legales como la privacidad en el caso de los drones.
La batalla la ganará quien sea capaz de
buscar soluciones imaginativas y compatibles con las exigencias del cliente para acometer el mayor negocio en la actualidad.
En este sentido aún tiene mucho que decir
la gestión de datos (Big Data).
La tendencia de automatizar procesos e
incluso robotizarlos para todas aquellas actividades, que no aportan valor de forma
directa y no forman parte del negocio principal, permiten agilizar trámites, ahorrar
costes y optimizar la cadena de valor del
negocio.
Geopolítica comercial internacional
Otra tendencia a seguir es la evolución de la
geopolítica comercial internacional ya que
estamos asistiendo a dos posturas encontradas; por un lado el proteccionismo, Trump y su “America first”, junto a Brexit, etc.) y, por
otro, a la consolidación de bloques comerciales por medio de acuerdos comerciales, integración económica, etc. que tratan de ganar la
batalla por la hegemonía del comercio mundial. Ejemplos de la primera postura son las
guerras comerciales USA-China y USA-Europa. Con el país asiático ya ha empezado y
con Europa está pendiente de desarrollarse,
salvo que quede en una amenaza. Ejemplos
de la formación de bloques comerciales son
los nuevos acuerdos comerciales de la Unión
Europea.
Respecto del transporte internacional podemos apuntar dos aspectos a desarrollar este
año.
Por una parte, en el transporte internacional
seguirán desarrollándose sistemas de transporte autónomo y sostenible (eléctrico, gas, etc.). Cabe mencionar el desarrollo
de nuevas rutas comerciales como la
implementación de la “nueva ruta
de la seda” euroasiática dentro de la
que podemos destacar el tren entre
China y Europa cada vez con mayor
frecuencia y volumen de tráfico.
Por otra parte, se siguen aportando soluciones imaginativas al problema de la última milla mediante
la robotización y la inteligencia artificial, la aplicación de sistemas y
tecnologías que permitan optimizar costes
en las entregas y adaptarse a las necesidades de un cliente que compra cada vez más
por Internet mediante el móvil».
La sostenibilidad
Una de las cosas que más preocupan a la
sociedad actual es la creciente contaminación y, por lo tanto, la preocupación por el
medio ambiente, que ya forma parte de todas las agendas políticas, esto indica que
las regulaciones serán cada vez más restrictivas, afectando tanto a los vehículos como
a su tránsito por las ciudades, y no sólo durante episodios de máxima contaminación.
Esto hará que se busquen soluciones para
la pequeña paquetería en las ciudades; las
distintas estrategias de distribución serán
una tendencia, quioscos de recogida centralizada ubicados en determinados establecimientos, y encontraremos vehículos
distintos de los habituales.
Esto ya es un hecho y obliga a las administraciones a legislar sobre ello: un ejemplo lo vivimos con la distribución urbana
en bicicleta, donde las cuestiones de seguridad del trabajador de reparto y sus condiciones laborales y salariales están moviendo a la Administración con nuevas regulaciones necesariamente más restrictivas. Más
extremo resulta el caso de la distribución de
paquetería ligera mediante drones, que requerirá modificaciones complejas de la legislación.
Condiciones especiales requieren medidas especiales
Una tendencia es el incremento de productos
que requieren un tratamiento especial en su
transporte ya sea para preservar su frescura
tanto como para no deteriorar ninguna de sus
propiedades. Este hecho abre el camino al
crecimiento de sistemas de transporte que
respeten las condiciones idóneas para que el
producto llegue a su destino de la forma más
adecuada.
La logística en la Smart city
Las Smart Cities seguirá creciendo. La integración de la logística de transportes de productos desde Amazon o AliExpress con las
ciudades es un proceso que pasa por la creación de espacios públicos de recogida y que
también integren los elementos de la logística
inversa. El big data como herramienta permite establecer puntos específicos de entrega y
recogida de producto a consumidores en momentos específicos y hacer tracking.
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