En este artículo hablamos del diseño, considerado como una eficaz herramienta de la dirección estratégica al que los responsables de la gestión general de la empresa-- Directores Generales, Gerentes -deberían prestar más atención.
Por lo tanto el objetivo del presente tema consiste en elaborar unas ideas generales para que en sus empresas introduzcan una eficaz política de diseño estratégico para poder crear un ambiente empresarial más eficaz y más competitivo.
En los mercados desarrollados se valora más la calidad que el precio.
Como se suele decir: hoy realmente la calidad es el simbolismo lógico que refrenda el prestigio y el nombre de una empresa.
Pero para que la calidad sea un hecho integral necesita empezar porque el diseño esté pensado para resolver las necesidades del cliente y de la empresa.
Cuando nos referimos al diseño queremos decir diseño de alta calidad, ya que diseños los hay de todas las categorías y niveles, pero sólo lo que consiguen hacer que los productos y servicios sean más deseables para los clientes o consumidores potenciales, se pueden considerar diseños que tienen verdadero impacto comercial.
Propósito del diseño
Desde un punto de vista empresarial, no hay duda que el diseño debe cumplir el objetivo de añadir valor al producto o servicio. Desde el punto de vista del usuario, el diseño debe permitirle obtener la satisfacción por lo que ha pagado, lo que hace a esta definición equivalente al concepto de calidad total.
¿Cuál es la importancia del diseño en una empresa?
Si una empresa tiene un producto/servicio excelente, es necesario que los esfuerzos se dirijan a mejorar todos los engranajes donde intervenga el diseño en su negocio o empresa.
La calidad es importante y la calidad se obtiene básicamente con un buen diseño.
Sin embargo, el estado del arte en la definición de las especificaciones para un diseño que satisfaga al mercado necesita que muchas empresas mejoras en este sentido. Conocer el nivel adecuado de la calidad que sea competitivo con ventaja, sigue siendo una gran dificultad, acrecentada no sólo por las exigencias crecientes de los consumidores y usuarios, sino por un nuevo factor estratégico: la velocidad del diseño.
Hoy ya no basta con innovar sistemática y permanentemente, sino que hay que innovar más rápido que la competencia.
Metodología del diseño moderno
En la metodología del diseño moderno no hay por tanto solo que cubrir todos los aspectos del análisis, concepción, desarrollo e implantación de una manera rigurosa, sino que además, hay que hacerlas cada vez en menos tiempo, porque de lo contrario las innovaciones corren el riesgo de quedarse obsoletas antes incluso de ser lanzadas al mercado.
Adaptar las organizaciones empresariales a estos cambios es, pues, esencial y hacerlo de manera ordenada es, también, un problema de diseño profundo, para que la imagen que se desea de una empresa corresponda a una verdadera identidad y no se traduzca en un mero ejercicio cosmético que deje ver las incoherencias o inconsistencia a través de sus fisuras.
Identidad Corporativa: diseño y empresa
Diseño no es sinónimo de dibujar; es un proceso de comunicación donde hay un problema que necesita de una solución. La “idea final” es sólo el 5% del proceso de Diseñar algo. El otro 95% es trabajo de documentación, análisis, organización y presentación de diferentes soluciones a los problemas de comunicación que tiene una empresa
Tan importante es el contenido como el continente. De nada sirve tener un producto / servicio excelente si no está bien definido por una acertada comunicación gráfica y un buen mensaje.
Esto es lo que llamamos “fases críticas del desarrollo de nuevos productos”, y ello está basado en el concepto de utilizar el diseño en un sentido integral y como una de las herramientas más poderosas, si no es la que más, del marketing-mix.
Y como en todas las metodologías organizativas, parte del análisis de una serie de áreas concretas para comprobar su grado de eficacia.
Si disponemos de dos productos o servicios que elegir, siempre te dará mejor sensación el que sea más chulo, bonito, genial o como quieras llamarlo. Más aún si cabe cuando hablamos de Diseño Web donde las cosas se están volviendo muy complejas por la experiencia del usuario, el factor móvil –cómo de usable es tu web en un Smartphone–y cómo no, si está o no tu web optimizada para posicionamiento en buscadores.
Una política de diseño correctamente definida e implementada puede tener, no sólo para los resultados económicos de una empresa, sino para su posicionamiento con ventaja en el mercado, lo que posiblemente llegue a ser en muchos casos una razón de supervivencia.
Como observamos no solo hablamos de productos o servicios, nos referimos a Diseño Estratégico, investigado, documentado y pensado para que venda y atraiga a clientes y usuarios.
El Diseño tiene la cualidad de poder representar o sugerir aspectos intangibles o abstractos que difícilmente se pueden escribir. Y hace florecer el espíritu o la esencia de un producto y/o servicio o idea de negocio.
El todo vale, ya no vende. Lo obvio o previsible tampoco. Si no marcamos diferencias, pasaremos desapercibido para generar nuevos clientes.
Si nuestro producto o servicio es único y creemos que es el mejor del mercado, el Diseño es una herramienta para marcar esas diferencias.
Muchas veces es difícil explicar qué hace un producto o para qué sirve un determinado servicio. El Diseño es también una potente herramienta empresarial para explicar que hace nuestro producto.
¿Cuál es la importancia del diseño en una empresa?
Ni los mejores productos o servicios, ni los mejores eslóganes o taglines, por muy atractivos que estos sean, son válidos para todos los clientes.
Las empresas que invierten en estrategia digital están creando un factor competitivo importante al encontrar nuevos clientes, obtener información sobre cómo se comportan, crear una experiencia de marca online coherente, etc…
Definamos, pues, algunas de las estrategias on line que puede considerar, adaptar y mejorar para conseguir el máximo provecho de su empresa.
No son estrategias “panaceas”, es decir, no van a funcionar si antes no sabemos cuál es el perfil de nuestro cliente ideal, y que le aportamos de valor en nuestra oferta para que la acepte.
Nuestra Marca
Nuestro nombre de pila no lo hemos elegido nosotros, por ello tenemos ahora la oportunidad de escoger el de nuestro alter ego — nuestra marca—que ha de definir claramente nuestra personalidad.
¿Qué ha de indicar?
Un objetivo. ¿Qué define a tu empresa? Medítalo, es importante, es la columna vertebral de este edificio.
Posicionamiento. Se hace con un hueco en el mercado y en la cabeza del consumidor.
Compromiso. Los clientes esperan algo de ti al adquirir tus productos.
Carácter. Imprime personalidad a tu marca.
Presencia. Todo lo anterior vendrá representado por la tipografía, el color, un buen logotipo y un eslogan seductor.
Un ejemplo:
MADRID CENTRO DE NEGOCIO: UNA ORGANIZACIÓN DINÁMICA EN EL
CORAZÓN DE UN PAÍS DINÁMICO.
Pedro Rubio Domínguez
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Textos extraidos de su libro: ATENCIÓN Y SERVICIO AL CLIENTE. Publicado en PDF, (238 páginas) por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL.
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INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL
Formación & Consultoría
Dpto. de Información de Programas
iege.formacionyconsultoria@gmail.com
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