El experto en fintech y director comercial de Saxo Bank, de Dinamarca, advierte que los bancos deberán adecuarse ante las nuevas demandas de los clientes.
Damian Bunce es el director comercial de Saxo Bank, una fintech -empresa tecnológica de finanzas- fundada en Dinamarca en 1992, que opera en múltiples mercados, asociada a otros bancos y entidades financieras, a los que les provee servicios digitales para comercializar activos. En la Argentina, acaban de firmar una alianza con Portfolio Personal Inversiones (PPI), para operar acciones, opciones, bonos, y futuros en otros mercados. En una entrevista con LA NACIÓN, el financiero, que trabaja hace 25 años en este sector, señaló que son las empresas de redes sociales las que permiten construir confianza en los clientes para operar online y las que seguirán abriendo el camino para una expansión mayor de las fintech.
-Cuando construyeron los primeros edificios de bancos, hace siglos, se hacían imponentes para generar confianza en los clientes. Con los bancos digitales, que no tienen sucursales físicas, ¿cómo se genera esa confianza?
-No son tanto los bancos digitales los que crearon la confianza, sino las empresas de redes sociales como Facebook, Google, Vkontakte en Rusia, o WeChat en China. El mundo de las redes sociales hizo más aceptable que las personas compartan información a través de Internet. Obviamente, hay también un cambio generacional. Por ejemplo, mi padre, que tiene 70 años, todavía está más cómodo yendo al banco a hacer una transferencia. Pero cada vez más los mayores que tienen hijos hacen sus transacciones de forma online, ya que ven que funciona y que no toma mucho tiempo. No necesitamos proveerles ninguna "seguridad física" para que adopten nuestro servicio.
-¿Es más fácil crear un banco digital desde cero o digitalizar un banco que ya tiene su historia?
-Los históricos bancos generalmente tiene una base de datos heredada que es muy anticuada en el lenguaje de programación. En los últimos años fusionaron todas las bases de datos y armaron un lío, que ahora les hace más dificultoso la tarea para hacer cambios sustanciales. Por eso muchos se están volcando a bancos como Saxo, que es una fintech, para que les provea una estructura nueva y puedan migrar sus clientes a una base sin tener que reconstruir todo el sistema.
-El banco digital, al tener menos empleados y ninguna sucursal física, ¿gana en competitividad?
-Las razones por las que las fintechs proveen a los grandes bancos soluciones tecnológicas son, primero, que tienen menos costos y, segundo, que podemos hacer escalar el negocio. En Londres hacemos muchos negocios con muchos clientes y, por lo tanto, tenemos precios extremadamente bajos en la bolsa. Y son bajos porque tenemos grandes volúmenes y así conseguimos descuentos; eso se los trasladamos a nuestros socios. Las fintechs, en general, siempre pensamos en tecnología en primer lugar: si podemos solucionar un problema interno con tecnología, lo intentamos y, sino, luego contratamos personas.
-¿Cree que en el futuro habrá menos barreras para abrir cuentas en cualquier parte del mundo y para operar en distintos mercados?
-Si pensamos la situación actual, en Gran Bretaña tenemos banca abierta y en Europa hay por lo general algo similar. Estas iniciativas permiten a un consumidor acceder a su cuenta bancaria desde la aplicación de otra compañía. Por ejemplo, hay aplicaciones en el teléfono que ayudan a administrar el dinero y pueden mostrar en qué se está gastando, al darle autorización para acceder a la cuenta bancaria directamente. Esto es una amenaza masiva para los bancos, porque ellos no quieren perder contacto directo con sus clientes.
Estas fintechs les proveen opciones que a los usuarios les gustan y, entonces, la cuenta lentamente es separada de los bancos por la tecnología. Los reguladores permitieron esto a propósito, porque querían hacer que los bancos sean más competitivos. Querían que los bancos se vieran forzados a ofrecer los mejores productos, lo cual permite que hoy, en Gran Bretaña, uno pueda buscar el mejor depósito de ahorros entre muchos bancos y pueda mover el dinero sin esfuerzo entre las distintas cuentas. Creo que en los próximos años vamos a poder abrir una cuenta bancaria en cualquier parte del mundo y transferir el dinero de forma barata y sin esfuerzo. Pero falta un largo camino por recorrer antes de que se haga realidad, porque tenemos que lidiar con problemas muy importantes, como el lavado de dinero y la evasión de impuestos. En mi visión, serán las empresas de redes sociales, como Facebook, o Alibaba y TenCent en China, que son empresas gigantes que ofrecen servicios bancarios y no son bancos, las que lideren el camino. Es un momento duro para los bancos tradicionales, porque están bajo mucha amenaza.
-En la Argentina hay empresas, como Alibaba, que proveen servicios financieros y no son bancos, pero las entidades bancarias señalan que no pagan los mismos impuestos y que la competencia es desigual.
-Cada país es distinto, pero obviamente dependerá del poder que haya en cada mercado y cada sector contra el poder del ente regulador. En Gran Bretaña, los consumidores tienen mucho poder. Y si un producto es competitivo para los consumidores y las fintechs lo ofrece, se lo permiten. Pasé varios años en distintas partes del mundo y los bancos están desesperados tratando de prevenir ser removidos de este proceso y por eso compran fintechs. Los bancos que serán exitosos serán los que más rápido se adapten a los nuevos clientes en diferentes áreas como son préstamos para consumo, hipotecas, seguros, etcétera. Por eso, muchos invierten en comprar estas compañías y así mantener a los clientes. Pero los consumidores actualmente son muy exigentes, quieren las cosas rápido, por teléfono y sin problemas. Y pueden obtener eso de las fintechs. Los bancos digitales tendrán que ofrecer también estos servicios o van a perder esos consumidores, sobre todo van a perder a las generaciones más jóvenes.
-¿Cómo ve el contexto actual para realizar inversiones luego de 10 años de la crisis financiera?
-Estamos en un momento global muy difícil. Y probablemente este sea uno de los mercados más impredecibles desde hace mucho tiempo. Vemos que hay mucha volatilidad en divisas y en acciones globales. Si pensamos la situación, hay mucha tensión entre Estados Unidos y China y eso tiene implicancias para todos. Vemos un movimiento cada vez más firme a tendencias nacionalistas en partes de Europa y también en América. También está la cuestión del Brexit, que afecta a la Unión Europea. Este período es muy incierto y cuando existe este nivel de incertidumbre es muy importante para los inversores poder acceder a los mercados globales, para ayudar a diversificar el riesgo posible. Hoy, por ejemplo, si uno tiene todas sus inversiones en acciones o bonos corporativos británicas, hay buenas probabilidades de que en los próximos períodos el portafolio esté en riesgo y se pueda perder dinero, a causa de la incertidumbre. Es muy importante que los consumidores puedan diversificarse y tener inversiones en China, por ejemplo, o en Estados Unidos. Ahora, por primera vez, lo podemos ofrecer en la Argentina, dándoles a los clientes acceso a mercados globales. Será una ventaja muy competitiva y estamos muy felices de hacer este acuerdo.
Sofía Diamante
______________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario