Podemos discernir una cierta ironía en el hecho de que los ejecutivos, que hace una generación contemplaban tan confiadamente el futuro que había de ser el resultado de sus técnicas de gestión, se encuentren hoy en la situación de que se les recuerde, forzosamente, que no han sabido dominar lo que ellos mismos han creado. Aparte de alguna voz que se alza ocasionalmente para disentir, la cura para las técnicas parece consistir en más técnicas aún.
Los ejecutivos o miembros del staff de la empresa ha sido incapaces de hallar un propósito claro y general, ni un sistema de principios universales por los que guiarse. Sus técnicas, al tiempo que resuelven algunos problemas, han creado otros que nos es posible seguir ignorando. Las técnicas de gestión son esenciales en los negocios, pero no son su esencia; constituyen el envoltorio o la forma del proceso dinámico. Es peligroso tratar de sutituir la dirección con las técnicas, Porque entonces esperamos los resultados de las técnicas, y no de los ejecutivos o directivos.
Más aún, la preocupación por las técnicas asfixia el pensamiento, en lugar de potenciarlo. Resulta más fácil adaptar los principios de cualquier manual editado por un gurú en la especialidad que estudiar cuidadosa y detalladamente la propia situación de la empresa. Demasiado a menudo, el proceso de "hacer" es preferido al proceso de "pensar". Nos preocupamos tanto por los gráficos, métodos, estimaciones de trabajo y controles que no podemos alzar los ojos para mirar el lugar en que el trabajo se desarrolla y ver su naturaleza real, sus fuerzas productivas inherentes, su responsabilidad y su oportunidad.
Tratamos de establecer un sólido plan estratégico, unos procedimientos bien diseñados, sistemas de control a toda prueba, un plan ideal de incentivos etc. etc. Nos dejamos llevar por nuestra afición a la simplicidad y a los remedios de un sumario de paso sobre el papel para hacer planes "prácticos".
No estoy hablando de esos consultores superficiales, interesados y poco diplomáticos realizadores y proveedores de técnicas directivas que tratan de sacar provecho de las modas del momento. Estoy hablando de los ejecutivos y directivos de las empresas que, sin preocuparse por los principios fundamentales, creen ser "realistas" y estar usando su "sentido común" en su ingenua aceptación de la primacía de lás técnicas sobre el papel creativo de ellos mismos, como hombres de empresa.
_____________________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario