De la misma manera que una organización crece, ésta tiende a evolucionar hacia una estructura más y más compleja. Justo cuando adquiere una estructura, ésta empieza a cambiar; frecuentemente, la mayor causa del incremento son las posiciones del staff, especialmente en los altos niveles. Muchos directivos parecen sentir la necesidad de un mayor staff, y de una estructura más compleja a medida que la organización crece; parece que equiparan el tamaño del staff con el éxito.
Después de que se ha determinado que una estructura organizativa es inapropiada, se necesitan seguir ciertos pasos para movilizarse hacia una estructura más efectiva. Primero, la dirección general debe decidir qué debe intentarse para alcanzar la nueva estructura.
Algunos de los objetivos de la reorganización pueden ser:
- Incrementar la productividad
- Incrementar las ventas
- Mejorar los servicios
- Controlar los costes
- Eliminar los solapamientos en las responsabilidades.
- Maximizar la utilización de las habilidades críticas del staff.
- Establecer unidades funcionales claramente definidas.
- Descentralizar el proceso de toma de decisiones.
Después, la dirección general debe decidir qué estructura se va a usar. Existen estructuras organizativas de todo tipo y variedad. Cada una tiene sus propias fortalezas y vulnerabilidades potenciales. Los diferentes estilos organizativos definen las potenciales fortalezas y debilidades de cada uno en términos de su reacción competitiva, reacción al mercado, y funcionamiento interno.
Finalmente, la dirección general debe establecer una tabla de tiempos para la implementación de los cambios. Esta tabla de tiempos debería entonces comunicarse a todos los niveles de la dirección.
Para mejorar los resultados, la participación de todos los niveles de dirección debería ser norma general para todo el proceso de reestructuración. La participación crea un sentimiento de “propiedad”, y proporciona una mayor aceptación de la nueva estructura a implementar. La dirección general debe proporcionar información a todos los niveles directivos de por qué se piensa que es necesaria la reorganización, y debe animar a una discusión abierta a estas razones. La dirección general debe intentar explicar las razones de por qué la reorganización beneficiará no solo a la organización, sino también a los individuos que están implicados en esos cambios.
Pedro Rubio Domínguez
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Texto extraído de mi libro DIRECCIÓN ESTRATÉGICA DE LA EMPRESA. que próximamente verá la luz, editado en PDF.
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