Aplicación de Slack. Tyler O'Neill / EXPANSION
Se disparan el número de altas a plataformas de trabajo colaborativo y videoconferencias por la crisis del Covid-19.
La crisis del coronavirus ha obligado a miles de empresas de todo el mundo a enviar a sus empleados a trabajar desde casa. Cada vez son más los países que ponen en marcha medidas de distanciamiento social y exigen a las empresas facilitar los medios para trabajar en remoto. Lo que empezó por Italia y España se ha trasladado a Alemania, Francia, Reino Unido o incluso Estados Unidos.
Las empresas que han podido adaptar su actividad llevan semanas conectando con sus empleados a través de Internet. Algunos ya contaban con soluciones de teletrabajo pero la mayoría ha tenido que lanzarse sin apenas tiempo a contratar estos servicios. Lo que ha provocado un aluvión de nuevas altas a plataformas de trabajo colaborativo como Microsoft Teams y Slack o herramientas de videoconferencias como Zoom o Webex, de Cisco.
Microsoft Teams ha sumado en una semana
más de 12 millones de usuarios nuevos
La aplicación de mensajería para grupos Slack ha registrado 7.000 nuevos clientes de pago desde principios de febrero, cuando la escalada de casos de coronavirus en China ya anticipaba lo que podía ocurrir en el resto del mundo. Se trata, según explicó en una entrevista su consejero delegado, Stewart Butterfield, de un 40% más de las altas que tiene normalmente la plataforma en un trimestre entero. Slack cerró 2019 con 110.000 clientes de pago.
Algo similar ha sucedido con su rival Microsoft. La tecnológica ha anunciado que su herramienta de trabajo colaborativo Teams ha sumado sólo en una semana 12 millones de nuevos usuarios. La multinacional de software asegura que ha pasado de 32 millones de usuarios diarios en todo el mundo a fecha de 11 de marzo a los 44 millones de usuarios diarios que registró el pasado día 18.
Microsoft ofrece desde principios de mes acceso gratuito para Teams durante seis meses a aquellas organizaciones que necesiten opciones de teletrabajo.
VIDEOCONFERENCIAS
Otra consecuencia derivada de la crisis del Covid-19 es el auge de las reuniones virtuales. "Hemos detectado un fuerte repunte de los webminar. Se están haciendo reuniones virtuales de hasta diez personas moderadas a través de herramientas de colaboración empresarial. Esto era algo impensable hace veinte días", asegura José Cano, director de análisis y consultoría de IDC.
La tecnológica norteamericana Zoom, que proporciona servicios de videoconferencia a través de Internet, ha atraído a más clientes en lo que va de año que en todo 2019, según un informe reciente de Bernstein Research. Según la firma de análisis, Zoom sumó 2,2 millones de usuarios activos mensuales desde que arrancó 2020, la gran mayoría en las últimas semanas. En todo 2019, la compañía había logrado 1,9 millones.
Mientras que Webex, la herramienta de reuniones virtuales para empresas de Cisco, duplicó su tráfico en la primera quincena de marzo. En un sólo día, la plataforma llegó a registrar 3,2 millones de reuniones con tres o más personas, informan desde la empresa.
¿CUÁNTO DURARÁ?
La gran incógnita que se presenta ahora, una vez el teletrabajo se ha convertido en una realidad para miles de corporaciones, es hasta cuándo durará. ¿Ha transformado el coronavirus la forma de trabajar para siempre o es una respuesta coyuntural a una situación de emergencia? "La transformación del puesto de trabajo era una realidad antes del Covid-19, este lo que ha provocado es que se acelere. Cuando esto acabe no vamos a volver a la situación de antes pero tampoco vamos a seguir trabajando 100% online", señala Cano.
"No vamos a volver a la situación de antes ni a mantener
el teletrabajo 100%", asegura un experto.
A su juicio, todo dependerá de la experiencia que hayan tenido las compañías en estas semanas y su capacidad para adaptarse. "La clave va a ser cómo de rápido o de bien se hayan podido adaptar estos procesos. Hay algunas industrias donde el teletrabajo ya existía y apenas tiene impacto. Pero hay otras que no y en esas el paso más importante no es incorporar la tecnología, sino cómo establecer el proceso a nivel interno e integrarlo en el flujo de trabajo de la organización", explica.
Un indicador de si la apuesta de estas empresas por las soluciones de trabajo a distancia es temporal o definitiva son las licencias de pago. Microsoft y Cisco han optado por ofrecer periodos de prueba gratuitos y ampliar sus funcionalidades para atraer nuevos clientes, mientras que Slack o Zoom ya contaban con servicios freemium. "Todo dependerá de la funcionalidad que demande cada empresa. Pero la tasa de conversión a día de hoy es una incógnita", señala Cano.
Como es una incógnita la dimensión de la crisis que se avecina y el impacto que tendrá, esta vez sí negativo, en estas empresas. "De las 110.000 organizaciones que pagan por Slack", explico su CEO, "existe la posibilidad de que podamos perder 5.000 de esos clientes porque hayan quebrado en los próximos seis meses", dijo Butterfield.
JAVIER G. FERNÁNDEZ
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