“Todas las empresas tienen un único jefe que
puede acabar con el negocio y es, el cliente”
Y suene como suene, este
dicho tiene mucho de cierto. Sin clientes no hay negocio. Sin clientes no hay
dinero. Sin clientes no hay futuro.
Cosas que los Clientes odian
Hoy hablaremos de esas 10
cosas que los clientes odian pues un emprendedor inteligente es aquel que
entiende, valora y está comprometido 100% a cuidar y proteger a sus clientes.
Los clientes son cada día
más exigentes y satisfacer sus expectativas es una tarea que requiere un gran
esfuerzo.
La competencia es fuerte y
con seguridad las opciones de productos y servicios similares a los tuyos son
muchas.
Entonces, si cuesta tanto
conseguir o “atrapar” a un cliente, porque permitir que se vaya por descuidar aspectos
que podríamos mejorar?
Perder clientes hoy en día
es un lujo demasiado caro. Hoy te comparto de las cosas por las cuales se van y
nunca… vuelven.
10 Cosas que los Clientes
odian
Entrar a una tienda o
almacén y que no haya alguien presto a brindarles atención.
Todos tus colaboradores
deben ser entrenados para estar atentos al ingreso de un cliente y acercarse lo
antes posible para preguntar “¿en que podemos servirle?”.
Y si por alguna razón
estuvieren ocupados, es suficiente con buscar la mirada de la persona e
indicarle algo como “bienvenido, pase adelante y en un minuto le atiendo”.
Ocurre frecuentemente que un
cliente que permanece un par de minutos en el lugar sin que alguien le atienda,
se da la vuelta y se retira.
Una atención indiferente
o despectiva de parte de la persona que atiende.
Relacionado con el punto
anterior, es importante que las personas encargadas de atender al cliente
ofrezcan una sonrisa, sean amables y tengan una actitud de servicio que se
perciba. Si te ha pasado alguna vez, visitas un lugar con productos excelentes,
pero la atención es tan mala que prefieres ir a otra parte donde te atiendan
mejor (aunque pagues un poco más…)
Desconocimiento del
producto o servicio.
Hay clientes de todas
clases. Están los que buscan asesoría y los expertos que buscan algo
específico. En ambos casos, nuestros vendedores y personal de servicio al
cliente debe saber calificar al cliente para poder ofrecer respuestas adecuadas
a sus necesidades. El proceso de venta requiere ganar la confianza del cliente
y esto tiene que ver con la calidad de la información que brindamos. Un asesor
que desconoce su producto o peor aún alguien que ofrece un servicio o producto
inadecuado lejos de lograr una venta estará consiguiendo un problema.
Vendedores que mienten.
No es lo mismo mentir que
ofrecer beneficios. La mentira conlleva mala intención, aprovechamiento y poco
profesionalismo. Es un grave error vender a base de mentiras. Un principio fundamental
del éxito en ventas es “nunca tratar al cliente como si fuera poco
inteligente”. Tarde o temprano el cliente lo percibe y desconfiara a tal
punto que se ira sin comprar, no volverá y además te premiará con malas
referencias.
Hacer largas colas.
Pareciera que las colas
están de moda. Colas en el tráfico, colas en los bancos, colas en los
supermercados, colas en el cajero automático, colas en todas partes!! Si es tan
tedioso hacer cola, porque convertir nuestro negocio en “la gota que derrame
el vaso”.
Si tu cliente ha tenido que
hacer 10 colas durante el día, ¿crees que será feliz llegando a tu negocio y
tener que hacer una más…? A menos que realmente valga la pena, se dará la vuelta
y volverá cuando haya menos gente o bien irá a un lugar donde pueda comprar sin
hacer fila o tener que esperar 20 minutos en una sala de espera para ser
atendido.
Soportar operadoras
automáticas.
Las operadoras automáticas
suelen ser muy funcionales y ahorrarte algunos costos. Pero el mal uso de las
mismas puede hacerte perder muchos clientes. La atención personalizada sigue
siendo una cualidad que los clientes valoran en gran manera. Llamar a un lugar
y tener que esperar 3 o 5 minutos para lograr la atención de alguien que
atienda o bien ser transferido de extensión en extensión es la fórmula perfecta
para que tu comprador potencial compre… en otra parte.
Empleados comiendo en el
local.
No hay algo más desagradable
que entrar a un local comercial y encontrar a los dependientes comiendo y
sentir que te atenderán de mal gusto porque interrumpiste su almuerzo o bien
apresuradamente porque tienen que continuar con el mismo. Es conveniente que
tus colaboradores cuenten con un lugar adecuado para su hora de almuerzo.
Llamadas inoportunas.
El telemarketing es una gran
herramienta y cuando es bien aprovechada puede producir excelentes resultados.
Pero una de las debilidades de este sistema es que si no se tiene cuidado, las
llamadas se pueden tornar inoportunas, desagradables y hasta irritantes.
Un elemento claro que debe
tener tu ejecutivo de telemarketing o bien tu vendedor es el respeto al tiempo
y actividades del prospecto. Interrumpir una reunión, comenzar a hablar sin
detenerse a preguntar, exponer un servicio si previa presentación y otros
hábitos similares denotan falta de respeto y lejos de atraer la atención del
cliente provocarán en este una respuesta cortante, despectiva y hasta grosera
que no produce ningún resultado positivo.
Mala presentación en los
dependientes.
Las personas que tienen
contacto con el cliente deben ser personas pulcras siempre y sin excepción. Ser
atendido por alguien mal arreglado, sudoroso, despeinado o descuidado es una de
las cosas que los clientes más odian y detestan. Por principio, los mejores
vendedores siempre tienen la cualidad de tener una presentación personal
impecable. Detalles como lavarse las manos constantemente, utilizar perfume y
cuidar el aliento garantizan mayor éxito para con el cliente.
Sentirse vigilado.
La delincuencia ha afectado
de tal manera a los negocios que muchos empresarios tienen necesidad de
protegerse. Pero un aspecto malo de ello es caer en el extremo de desconfiar
inconscientemente de todos sus clientes. Dependientes que acosan al comprador,
que lo vigilan a cada paso que da en los pasillos de la tienda, que le revisan
sus paquetes, o que abusan con miradas vigilantes hacen que el cliente perciba
una incomodidad que solamente acelerará su salida de tu negocio. No hay nada
más desagradable que sentirse como delincuente siendo vigilado a cada paso que
das. Todo lo relacionado con la seguridad y la vigilancia debe realizarse con
suma discreción.
Como puedes observar, la
mayoría de razones que disgustan a tus clientes no tienen tanto que ver con el
producto o el servicio en sí mismos. De hecho, ni siquiera tanto con el precio
porque de hecho la mayoría de nosotros estamos dispuestos a pagar un poco más
en un lugar donde nos atienden como reyes.
Tanto el buen servicio como
el mal servicio al cliente tienen su recompensa. Y la buena noticia es que
estos 10 puntos se pueden resolver con un cambio de actitud y algo de
entrenamiento.
Por Edwin Amaya
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