Nuestros pensamientos crean nuestra realidad

Muchas de las personas al hacer un análisis o evaluación de las cosas que tienen o han conseguido en la vida, piensan que todo lo que viven y tienen actualmente es cuestión del destino, de la suerte o de cosas fortuitas que sucedieron a lo largo de su vida. Los que no tienen mucho o no han conseguido mucho, viven con la firme creencia que no tuvieron “suerte” en la vida, que no tuvieron oportunidades y que les tocó vivir esa pobre realidad, dejándose llevar cual velero sin rumbo por las turbulentas aguas de la vida. Así crecieron, así siguen y así seguirán. Esto debido a que no toman el control de sí mismos y ponen el rumbo de sus vidas en manos de lo que les depara el destino.

Las personas, en su gran mayoría, desconocen que dentro de sí mismos llevan un gran poder, el cual les puede permitir cambiar su realidad, sus circunstancias y toda su vida en general. Lamentablemente, debido a información negativa o no muy alentadora que hemos recibido en nuestro entorno más cercano, estamos acostumbrados a pensar en negativo, a enfocarnos en aquello que nos falta o no tenemos en vez de enfocarnos en aquellas cosas que queremos lograr. Más pensamos en aquello que no hay, en vez de pensar en aquello que quiero llegar a ser o tener. Existe una relación fundamental que debemos tener en cuenta para poder entender los resultados que tenemos en nuestras vidas.

Esta relación es la siguiente: los pensamientos que tenemos, en su mayoría negativos como ya se mencionó, originan nuestros sentimientos y nuestros sentimientos originan nuestro comportamiento. A partir del comportamiento que tenemos vamos a tener resultados, positivos o negativos, dependiendo del comportamiento que adoptemos. Si nuestros pensamientos se enfocan por ejemplo en la falta de dinero, en la envidia hacia otras personas por tener aquello que nos gustaría tener, o en vernos a nosotros mismos como personas que no valen mucho, entonces creamos sentimientos vinculados a esos pensamientos que fabricamos. Nuestros sentimientos serán de pobreza, envidia, frustración, baja autoestima y eso nos llevará a comportarnos de acuerdo a esos sentimientos. Alguien que piensa en pobreza manejará su dinero siempre con el miedo que se termine y no tenga más. Alguien que envidia a otros, se enfocará en el éxito de los demás y no se enfocará en construir su propio éxito. Alguien que piensa que no vale como persona, actuará de manera reservada y tímida, no sociabilizará y no se dará a conocer al mundo. Ese tipo de comportamientos llevarán a actuar de un modo no muy sano ni conveniente para alguien que quiere tener buenos resultados en la vida.

Existe algo que se llama “ley de atracción”, lo cual indica que uno atrae todo aquello en lo que se enfoca, sea bueno o malo. El cerebro simplemente se dedica a recibir todos nuestros pensamientos, no distingue ni evalúa si aquello que pensamos es algo bueno que nos traiga un beneficio, o es algo malo que nos perjudique. Todo lo que pensamos lo toma como verdadero.

Puede ser que el pensamiento que generamos sea falso, es decir que estemos viendo una situación desde un punto de vista equivocado, pero al mandarle esa idea al cerebro, éste no distingue y lo toma como verdadero. Eso va formando las creencias que vamos almacenando a lo largo de nuestra vida. Creemos firmemente en algo, porque así lo almacenamos en nuestro cerebro, puede ser que sea verdad o no, pero así lo vemos nosotros. Es justamente en base a ese cúmulo de pensamientos, ideas y creencias que generamos que decidimos actuar de cierto modo. Y es en base a ese comportamiento, es decir la forma como actuamos hacia los demás o hacia el mundo, que vamos obteniendo los resultados que tenemos actualmente en la vida.

Vamos atrayendo todo aquello que pensamos, creemos que somos o creemos que tenemos, sea bueno o malo.Si la persona que se enfoca en que no tiene mucho dinero, está atrayendo poco dinero a su vida. Creará sentimientos de angustia, preocupación y ansiedad porque se acabe el dinero y se comportará de un modo que esté orientado a ahorrar el poco dinero que tiene, en vez de hacer algo por generar más dinero. La persona que piensa y se enfoca en el éxito de los demás,creará sentimientos de envidia y simplemente se dedicará a seguir viendo el éxito ajeno en vez de preocuparse por construir su propio éxito. Todo aquello que pensamientos nos originarán sentimientos que nos llevarán a actuar de cierto modo.

Para poder conseguir las cosas que queremos llegar a ser o tener, en primer lugar debemos identificar exactamente aquello que queremos. Debemos conocer bien a detalle las cosas que se quieren lograr y enfocarnos en eso. Pensar día a día y comenzar a imaginarnos cómo nos sentiremos cuando consigamos nuestro objetivo. Todo lo que veremos, todo lo que sentiremos y recrear la situación como si fuera verdadera. El cerebro no distingue si un pensamiento que originamos es verdadero o falso, simplemente lo toma y lo guarda. Esos sentimientos que producimos cuando imaginamos las cosas irán directamente al cerebro y le estaremos enviando esa información, le estaremos enviando las imágenes de lo que queremos conseguir y le estaremos dando la orden que nos dirigimos hacia ese rumbo.

Antes que nada hay que analizarnos a nosotros mismos, ver cuáles son los pensamientos que producimos, ¿son positivos o negativos? Hay que identificar en qué nos enfocamos diariamente, ¿Nos enfocamos en éxito, logros o mejoras? Ir depurando todo pensamiento que nos sirve y no nos sirve, y quedarnos solo con aquellos que nos harán crecer y avanzar. Todo ese enfoque hacia las cosas positivas debe ir acompañado de acciones. No se trata solo de pensar en cosas positivas y no hacer nada, tampoco vendrán por arte de magia. Pero al pensar en positivo ya le estamos mandando al cerebro una indicación que queremos actuar para crecer y hacia ese rumbo iremos.

Esto es un trabajo que debe hacerse día a día. El cerebro necesita ejercitarse y acostumbrarse a pensar positivamente, toma tiempo acostumbrarnos a pensar de distinto modo. Es por eso que es importante a estar atentos a qué tipo de pensamientos fabricamos, analizar y solo quedarnos con aquellos que nos ayudarán. Vale la pena intentarlo, es nuestra vida y nosotros

Podemos tomar el control y dirigirla por el buen camino.

A seguir adelante.

Por: Miguel Ramos

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