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domingo, 13 de noviembre de 2016

CLAVES DE LOS PROGRAMAS "IN COMPANY"



El mercado de la formación ha ido evolucionando a gran velocidad en los últimos años, hasta el punto de que en algunos segmentos podríamos llegar a afirmar que la oferta es excesiva y no aporta nada nuevo. Esta situación hace que cada empresa deba estudiar con profesionalidad cada iniciativa de aprendizaje que proponer a sus equipos.

Pero, ¿qué papel puede jugar la formación in company en este contexto? Estos programas son diseñados a medida de cada empresa y adaptados a su realidad, con el objetivo de impulsar la cultura corporativa y proyectos de cada organización.

Aportaciones

De este modo, sus principales aportaciones son las siguientes:

  • Permiten alinear los mensajes y contenidos con el proyecto estratégico de la empresa.
  • Asegurar un impacto homogéneo en el colectivo objetivo.
  • Facilitan la selección de un profesorado con experiencia en el sector de actividad de la empresa-cliente.
  • Posibilitan la adpatación de casos y materiales de trabajo a la realidad de los participantes.
  • Se diseñan con un ritmo y calendarios adaptados a las prioridades del negocio.
  • Generan sentimiento de marca y equipo, facilitando el conocimiento y la integración de departamentos.

Limitaciones

Sin embargo, estos programas ofrecen algunas limitaciones:

  • Los participantes pierden la riqueza de compartir experiencias con profesionales de otras empresas o sectores.
  • El nivel de exigencia es menor que cuando una persona decide participar, por ejemplo, en un programa abierto, lo que condiciona la profundidad del aprendizaje.
  • La individualización o personalización del servicio se pierde. La solución es igual para todos.

Vistas las aportaciones y limitaciones de esta modalidad formativa, cada empresa tendrá que analizar el interés de la misma para su proyecto. Existen situaciones que aconsejan a priori esta fórmula: fusiones o adquisiciones de cierta relevancia--como acelerador de la integración cultural--, cambios en la manera de entende una compañía o sector-- que suponen la necesidad de que todas las personas clave den un paso adelante en la misma dirección--; pero siempre puden jugar un papel fundamental como palanca para impulsar el proceso de cambio permanente en el que estamos inmersos.

Buenas y malas experiencias

Pero, ¿Cuáles son las claves para que esta formación contribuya al rpyecto de transformación de la empresa? Veamos algunas prácticas.

  • Si realmente queremos que el proyecto sea in company es impresdindible que dediquemos parte del tiempo de nuestros mejores directivos-- si es posible, el presidente y el comité de dirección-- acerca de nuestro proyecto estratégico al equipo de profesores, cuidando muy bien el diseño del programa para los objetivos que pretendemos y elaborar conjuntamente los materiales (casos, simulaciones, etc.) Es muy habitual no dedicar tiempo en esta fase y acabar realizando un programa generalista del que los participantes suelen hacer el siguiente comentario: "Es muy interesante, pero dificil de adaptar a nuestro caso"
  • Implicación de la línea directiva, promoviendo la participación de sus colaboradores en el programa, solicitando opinión sobre el mismo y haciendo un seguimiento de las mejoras a implantar. En definitiva, trascendiendo el ámbito del aula. También resulta muy rentable que sea el presidente el que abra o cierre este tipo de programas, si queremos que las personas lo vivan como una experiencia de cambio y no exclusivamente formativa.
  • Los profesores deben conocer la empresa, su historia, su cultura, sus retos ... No tiene sentido alguno contratar a una magnifica escuela de negocios y llevarte a tus mejores profesionales para que recibir mensajes desalineados con tu estrategia. Puede parecer exagerado, pero es el fallo más común.
  • La exigencia con los participantes debe ser alta. Deberemos generar "tensión creativa", evitando conductas pasivas, haciendo trabajar antes, durante y después de cada jornada. De no ser así, el programa dejará poco poso en la organización.
  • Calidad máxima en la logística, tiene que ser una buena experiencia de servicio. Y no me refiero sólo al tiempo pasado en la escuela de negocios sino a la convocatoria, el envio anticipado de documentación, el trato personalizado de recursos humanos y todo los demás eventos que configuran un  programa.
  • No es un buen momento para ahorrar. Aunque siempre hay que conseguir lo mejor al mejor precio para nuestra empresa, debemos huir de buscar un proveedor de segundo nivel que pongan en peligro el éxito, o llenar el aula sde tal forma que se industrialice el servicio ( cincuenta a setenta personas, siempre en una instalacion adecuada, es el máximo razonable). Si queremos abaratar costes busquemos un buen hotel a un precio ajustado o evitemos estancias y desplazamiento innecesarios.
  • Auque todavia de forma emergente, algunas escuelas combinan de manera bastante adecuada la metodología presencial con el e-learning. Ideal para fomentar el cambio cultural y la adpatación a las nuevas tecnologías de colectivos no siempre proclives.
  • Seguimiento, seguimiento y seguimiento. Por este lado casi todos fallamos. Muchas veces ya nos anunciaban los participantes en el grupo piloto los problemas que luego han vivido el resto.
Conclusiones

Los programas in company son una herramienta tradicional pero, al mismo tiempo, fundamental en cualquier proyecto formativo. El actual ritmo de los acontecimioentos hace más ncesario el continuo alineamiento de los equipos con el proyecto de futuro.

Debemos cuidar algunos aspectos clave que pueden hacer que la experiencia sea positiva y se alcancen los objetivos.

En España tenemos la suerte de contar con algunas de las mejores escuelas de negocio del mundo, lo que hace más viable la posibilidad de contar con un buen socio.

PRD
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