Desde principio de los años
cincuenta hasta finales de los setenta del siglo pasado, los expertos en
calidad estaban principalmente preocupados por la calidad de los productos
físicos. Provistos de controles de calidad estadísticos y del lema “cero
defectos”, los expertos se concentraban en métodos de desarrollo para mejorar
la calidad de los productos y los procesos de producción.
Muchos años de esfuerzos
encaminados a mejorar la calidad técnica, descubrir las causas de los defectos
y reducirlos, establecer controles de calidad, racionalizar los procesos
productivos han conducido a mejoras sorprendentes en la calidad de productos y
a la estabilidad económica de muchas empresas.
Los expertos en marketing han
sido capaces de convencer a la mayoría de las compañías de que es el cliente
quien determina cuál debe ser la calidad estándar de los productos. Una vez se
conocen los deseos de los clientes, se trata de definir las especificaciones
del producto y asegurar que sea producido de forma simple y a un precio
económico—con cero defectos.
Hasta principios de los años
80 no se centró el interés en la calidad de los servicios y en el
comportamiento humano.
Las empresas consultoras, han
tenido una influencia importante en el crecimiento del concepto de servicio y
calidad de servicio a través de sus extensos programas de formación y
desarrollo.
“Las personas en primer lugar” y “Calidad personal”. Ambos conceptos, y sus respectivas filosofías,
métodos y herramientas prácticas, representan una revolución en el campo del
desarrollo de la calidad.
Esta revolución en la
conciencia de calidad es, primero y principalmente una nueva forma de pensar
acerca de la calidad. En lugar de concentrarnos sólo en la calidad de los
productos, la nueva conciencia de calidad también abarca la de los esfuerzos
individuales de las personas.
Ya no es solo cuestión de
fabricar productos de alta calidad y satisfacer las expectativas de los clientes,
sino también inspirar al personal que produce bienes y servicios a hacerlo lo
mejor posible.
La nueva conciencia de calidad
no sustituye las ideas tradicionales acerca de la calidad. El nuevo pensamiento
completa y realza la vieja manera de pensar al añadirle nuevas dimensiones a la
idea de desarrollo de calidad: Mejorar
las relaciones humanas, fortalecer la comunicación, crear un espíritu de
equipo, y mantener altos estándares éticos.
Aconsejamos a las empresas que
trabajan con desarrollos de calidad continuos a interesarse no sólo por la
calidad técnica y por las ganancias económicas sino también por la calidad del
personal sus organizaciones y el medio ambiente.
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Pedro Rubio Domínguez
Director del Seminario: "TÉCNICAS DE NEGOCIACIÓN"
Fecha: 19 y 20 de mayo de 2018
Lugar de celebración: LOS ANGELES DE SAN RAFAEL(SEGOVIA)
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