Jeremy Gilbert, el director de iniciativas tecnológicas de The Washington Post y supervisor de la utilización de Heliograf en el diario, me dijo en una entrevista que los principales objetivos de la robotización de las noticias son permitir que los periodistas puedan dedicarse a artículos más profundos y aumentar la circulación escribiendo noticias locales o superespecíficas que no pueden cubrir humanos por falta de personal. Por ejemplo, sería imposible para cualquier periódico hoy en día cubrir en detalle las 500 elecciones para legisladores en Estados Unidos. Mientras que antes de usar Heliograf The Washington Post podía cubrir sólo las elecciones en los distritos más cercanos e importantes, en la actualidad puede ofrecer a los lectores artículos sobre todas y cada una de las contiendas en cualquier parte del país, llegando a nuevos lectores que antes no recibían noticias detalladas de su respectivo circuito. Y además, cada artículo se actualiza a medida que llegan los datos del conteo de los votos, me dijo. O sea, la noticia se reescribe a sí misma.
“El propósito de Heliograf es muy simple: queremos quitarle de encima las tareas tediosas y mundanas a nuestros reporteros y permitirles que se enfoquen en historias mucho más interesantes y sofisticadas”, me dijo Gilbert, a quien contrataron en The Washington Post poco después de la compra del diario por parte de Jeff Bezos. “Por ejemplo, en las elecciones de 2012 teníamos reporteros y editores humanos que escribieron sobre apenas 15% de todas las elecciones para congresistas a escala nacional, y en la mayoría de los casos no teníamos más información que la que nos llegaba por los conteos prototipos escritos con anterioridad, y permitir a nuestros humanos que se ocuparan de escribir artículos mucho más interesantes para nuestra audiencias.”
¿Cómo lo hicieron? Muy sencillo: antes de las elecciones, los periodista escribieron varios templates describiendo varios posibles resultados, así como también varios párrafos analíticos sobre cómo influiría cada resultado particular en la elección general y cuál era la historia de las votaciones de ese distrito específico. La noche de la elección, un editor alimentó a Heliograf con los resultados de cada contienda enviados por Associated Press y los insertó en los templates escogiendo automáticamente el contexto analítico histórico según quién iba ganando, y actualizando —o si era necesario cambiando— la noticia a medida que llegaba nueva información. Si ganaba candidato demócrata, la computadora en automático agregaba su biografía sus posturas en la campaña electoral y el impacto de esa elección a nivel de la balanza de fuerzas en el Congreso. Si ganaba el republicano, hacía lo mismo con la información correspondiente.
¿El artículo era escrito por el editor o por la computadora?, le pregunta “Por la computadora”, respondió Gilbert. “Al final del día, eran los editores de The Washington Post los que habían creado los diferentes tipos de narrativas y estructuras que luego combinaba la computadora para generar un artículo. De manera que en un principio todo es producido por humanos, perla computadora determina cómo ensamblar la historia basada en diferentes opciones de variantes según los datos que recibe. O sea que en la noche de le elección, cuando publicamos la noticia del resultado del distrito cuatro de Iowa, eso lo hizo la computadora, pero las opciones que la máquina tenía a su disposición vinieron originalmente de los periodistas que la alimentaron.”
ANDRÉS OPPENHEIMER
Andrés Oppenheimer es un periodista, escritor y conferenciante argentino que reside en Estados Unidos y ha participado en varios foros internacionales. Ha sido incluido por la revista Foreign Policy en español como uno de los "50 intelectuales latinoamericanos más influyentes".
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