Blockchain, la red de transacciones financieras encriptadas, también podría reemplazar a los abogados y notarios que hacen los documentos legales en las transacciones de compraventa de propiedades o automóviles. Alec Ross, el exasesor de innovación del Departamento de Estado, recuerda que lo que más le llamó la atención cuando compró una casa en 2014 es que el procedimiento seguía siendo el mismo que cuando sus padres compraron una casa hace 50 años.
Ross señala que durante la compra de su casa “había gran cantidad de papeles con firmas y sellos. Tomó dos semanas examinar todos los documentos, y el día de la venta hubo que revisar los papeles durante varias horas. El proceso de verificación era manual y ridículamente caro. Pagamos miles de dólares en costos legales de cierre para verificar una transferencia que podría haber sido hecha electrónicamente por casi nada si se aplicaba una cierta innovación tecnológica… Es difícil pensar que un abogado joven actualmente pueda estar planeando dedicar sus próximos 45 años de empleo organizando documentos legales para compradores de casas”, señaló.
LA REBELIÓN DE LOS ABOGADOS DE CARNE Y HUESO
En algunos países, los abogados ya están poniendo el grito en el cielo ante lo que ven como una creciente amenaza de los robots. Algunas asociaciones de abogados están tomando acciones contra LegalZoom.com, RocketLawyer.com y otras plataformas de servicios legales por Internet
Argumentan que las leyes estatales prohíben el ejercicio de la abogacía por personas que no tengan el título y la cédula profesional de abogados, por lo cual estos sitios de Internet no podrían dar asesoramiento legal alguno. Y en varias instancias, esas asociaciones de abogados han ido a los tribunales para prohibir su funcionamiento. Pero a la larga probablemente estén peleando una batalla perdida, igual que los gremios de taxistas que se rebelaron contra Uber y atacaron a sus conductores en París, Buenos Aires y otras ciudades.
Ya en 1999, un Comité contra la Práctica Desautorizada de la Abogacía en Estados Unidos inició un juicio contra la empresa Parsons Technology por vender un programa de software llamado Quicken Family Lawyer o QFL, que ayudaba a escribir documentos legales como testamentos y contratos de alquiler. Inicialmente, una corte de Texas falló a favor del comité querellante, pero con el tiempo surgieron cada vez más juicios de grupos de consumidores que exigían servicios legales más baratos.
A medida que aumentaba la popularidad de las plataformas de servicios legales virtuales y surgían cada vez más sitios como LegalZoom.com y RocketLawyer.com, cada vez más tribunales en todo el país comenzaron a desechar demandas contra ellos. En muchos casos, cuando alguna corte lograba cerrar una plataforma de servicios legales por Internet, esta última simplemente pasaba a ofrecer sus servicios desde Gran Bretaña —donde las leyes permiten varios trámites legales no realizados por abogados— o desde cualquier otro país del mundo.
En 2016, William Pugh, el presidente del gremio de abogados de Pensilvania, amenazó durante la reunión semianual de la American Bar Association (ABA) en San Diego con retirar a su grupo de la organización si no se cancelaba de inmediato un programa conjunto de servicios legales de la ABA con RocketLawyer.com. Y ante la presión de sus socios, al poco tiempo la ABA anunció que daba por terminado el programa, al menos por el momento.
Sin embargo, muchos dudan de que la victoria de Pugh y los abogados de Pensilvania contra la dirección de la ABA pueda sostenerse en el tiempo.
Según Josias Joe N. Dewey, un profesor de derecho de la Universidad de Miami y fundador de la empresa LegalTechLabs.com de tecnología para estudios de abogados, lo que estamos viendo es “una lucha entre el ayer y el mañana”. Según Dewey, los abogados de Pensilvania estaban protegiendo un “cartel económico” y “conspirando contra la libertad de los clientes de escoger servicios legales más baratos”.
LO QUE VENDRÁ: UNA SOCIEDAD “POSPROFESIONAL”
Muchos estudiosos del futuro de la abogacía pronostican que, al igual que otras profesiones, los abogados dejarán de tener un monopolio absoluto sobre el ejercicio de su profesión. Uno de los más conocidos defensores de esta teoría es el profesor de la Universidad de Oxford Richard Susskind, presidente de la Sociedad para la Computación y la Ley, columnista del Times de Londres y autor del libro El fin de los abogados. Según Susskind, las profesiones tal como existían están en vías de extinción porque ofrecen servicios anticuados, caros y elitistas. En el pasado, el conocimiento de unos pocos era accesible para una pequeña parte de la sociedad, pero eso está cambiando gracias a las alternativas en línea que son más baratas y mucho mejores. “En la sociedad de internet, podemos pronosticar que las máquinas cada vez más inteligentes, operando de manera independiente o con usuarios que no sean especialistas, reemplazarán muchas de las funciones que han sido históricamente el patrimonio de las profesiones”, afirma Susskind. “Podemos anticipar una transformación incremental en la forma en que se produce y se distribuye el trabajo de los expertos en la sociedad. Esto llevará eventualmente al desmantelamiento de las profesiones tradicionales”, agrega.
Hasta ahora, los abogados y miembros de otras profesiones se caracterizaban por tener conocimientos especiales, poseer ciertas credenciales como títulos universitarios o licencias para practicar su profesión, y realizaban labores altamente reguladas. Únicamente los abogados o los escribanos pueden elaborar ciertos documentos legales, así como únicamente los médicos pueden recetar ciertos medicamentos. Mediante un acuerdo tácito con la sociedad, estos profesionales ofrecen sus conocimientos especiales a la población a cambio de tener un monopolio sobre su trabajo. Pero ese acuerdo tácito está desapareciendo rápidamente, porque en la era de Internet los profesionales han dejado de ser los dueños absolutos de sus conocimientos especiales: cualquier persona con acceso a un buscador de Google puede acceder a gran parte de ese saber en cuestión de segundos y gratuitamente, argumenta Susskind.
ANDRÉS OPPENHEIMER
Andrés Oppenheimer es un periodista, escritor y conferenciante argentino que reside en Estados Unidos y ha participado en varios foros internacionales. Ha sido incluido por la revista Foreign Policy en español como uno de los "50 intelectuales latinoamericanos más influyentes".
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