La gestión empresarial es algo que todo tipo de organizaciones lleva a cabo, de mejor o peor manera. Se trata de un fenómeno universal que se da en contextos empresariales, políticos, culturales, sociales… Y cuyo objetivo es el cumplimiento de un propósito específico. Pero no solo se busca el cumplimiento de dicho objetivo, sino que el requisito para una gestión adecuada es que se de en grupos formalmente organizados. Se trataría de crear un ambiente en el que los individuos puedan cooperar y trabajar mano a mano con un objetivo común.
Podríamos decir que la buena gestión empresarial implica dos cosas: ser efectivo y ser eficiente. Ser efectivo significa hacer la tarea asignada de forma adecuada, mientras que ser eficiente significa hacerlo al mínimo coste y sin desperdiciar recursos.
Podríamos tratar cientos de temas acerca de la gestión, pero hoy vamos a centrarnos en la importancia de la gestión empresarial y por qué una buena planificación es imperativa.
Ayuda a alcanzar objetivos comunes
Una buena gestión empresarial organiza los factores de producción e integra los recursos de manera efectiva para alcanzar objetivos. Dirige los esfuerzos del equipo hacia el cumplimiento de estos objetivos predeterminados.
Una definición clara de los objetivos evita desperdiciar tiempo, dinero y esfuerzo.
Contribuye a una utilización óptima de los recursos
La buena gestión empresarial utiliza los recursos humanos y físicos de manera productiva. La gestión debe optimizar el uso de recursos escasos y seleccionar su mejor uso, y para ello, valerse de expertos, profesionales que aporten sus habilidades y conocimiento en una utilización correcta y libre de desperdicios de estos recursos.
Si los empleados y las máquinas trabajan al máximo de su capacidad no nos encontraremos con situaciones de subempleo.
Reduce costes
Consigue máximos resultados con una mínima inversión, gracias a una planificación correcta que permita invertir poco y conseguir mucho. Una buena gestión empresarial debe orientarse a utilizar los recursos físicos, humanos y financieros de tal manera que se encuentre la mejor combinación, lo cual debería ayudar a recortar tus costes.
Establece una organización adecuada
Conseguir una organización acertada es una de los objetivos de la gestión empresarial, y su principal función debe ser la de evitar solapar esfuerzos y responsabilidades. Para ello, se deben establecer relaciones efectivas de autoridad y responsabilidad, es decir, quién debe dar explicaciones a quién, quién puede dar instrucciones a quién, quiénes son superiores y quiénes son subordinados. La gestión se encargará de colocar en cada vacante al trabajador adecuado, con las habilidades, cualificación y entrenamiento adecuados.
Establece equilibrio
Una buena gestión empresarial permite a la organización sobrevivir en un panorama cambiante y se mantiene al tanto de estos cambios.
Cuando el cambio es un factor externo, también se debe cambiar la organización que se había previsto en un primer momento, para adaptar el negocio a un mercado y demanda cambiante y a necesidades sociales diferentes. Mantener este equilibrio es vital para la supervivencia de cualquier empresa.
Es esencial para la prosperidad social
Una gestión empresarial eficiente lleva a una mejor producción económica, lo cual permite aumentar el bienestar de las personas y la sociedad.
Una buena gestión empresarial convierte una tarea complicada en sencilla, evitando el desperdicio de recursos escasos. También mejora la calidad de vida y aumenta el margen de beneficios, lo cual repercute tanto al negocio como a la sociedad. Si conseguimos el máximo beneficio con el mínimo coste podremos crear oportunidades de trabajo que generarán ingresos.
Una organización adecuada también dará con nuevos productos e investigaciones que repercutirán y beneficiarán a la sociedad en su conjunto.
Fuente: http://www.managementstudyguide.com/what_is_management.htm
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