La rehabilitación, que ha sido el patito feo del sector durante muchos años, se ha convertido en la palanca para un cambio de paradigma en la construcción, reorientando su actividad a la edificación sostenible y eficiente. Prueba de ello es que tenemos todos los ingredientes para que la rehabilitación energética sea por fin una realidad en nuestro país: existe dinero, procedente de los fondos, que hay que agotar, e incentivos fiscales. Solo queda ahuyentar la mala fama que tienen las subvenciones y generar una demanda ciudadana que posibilite que estas ayudas lleguen adecuadamente a las comunidades de propietarios.
Este fue uno de los ejes temáticos sobre el que versó una de las mesas debate del Congreso Nacional de Administradores de Fincas de España que, bajo el lema “Conectamos con el futuro”, se ha celebrado con éxito en Málaga.
A partir del leitmotiv “primero, la eficiencia energética”, desde Europa se priorizan las actuaciones sobre la envolvente del inmueble para reducir la demanda de energía, primero, y después, bajo un enfoque integral, actuar sobre las instalaciones que favorecen un menor consumo, a través de las tecnologías renovables.
Para ello, los Fondos Next Generation, ese “maná” europeo destinado a la rehabilitación de edificios y viviendas a través de las ayudas convocadas por las distintas comunidades autónomas, requieren una especial reflexión en torno a tres conceptos clave (contenidos en el RD 835/22): Libro del Edificio Existente (LEEx), agente rehabilitador y agencias de rehabilitación.
Y es que, poder cuantificar los costes de rehabilitación en función de las ayudas procedentes de los fondos europeos, es fundamental para dotar de contenido al LEEx, un instrumento que, no olvidemos, nace para justificar las ayudas europeas. ¿Hasta dónde puede llegar la utilidad de este libro y qué es lo que tiene que exigir una comunidad de propietarios? ¿Es complementario al certificado de eficiencia energética? ¿Debería ser obligatoria su elaboración? Estas son solo algunas de las preguntas que se lanzaron durante el desarrollo del coloquio en el congreso.
También el agente rehabilitador se presentó como una figura clave pero confusa, primero porque le han salido muchas novias, tantas que es difícil saber a dónde tiene que acudir el ciudadano: ¿a una entidad financiera, a una empresa de rehabilitación, a una sociedad de tasación…? ¿Cómo es la cara que tiene el agente o cómo debería ser? ¿Por qué no en todas las CCAA existe un registro público de agentes si es tan importante su alcance?
Y cómo, un planteamiento genérico: ¿Se está vendiendo bien la rehabilitación? En este sentido, ¿son las agencias de rehabilitación las entidades que tienen que actuar como comerciales? ¿Cómo funcionan? ¿Qué puede ocurrir si no se justifican los fondos por falta de rehabilitaciones?
Por lo pronto, un reciente informe del Consejo Superior de Arquitectos sobre las claves de la sostenibilidad recoge que el sector de la rehabilitación no está cogiendo el impulso necesario y, en gran parte, se debe a los trámites burocráticos y la falta de coordinación existente entre el ámbito público y el privado.
Como manifestó el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Miguel Jiménez, en el discurso inaugural del congreso, urge la necesidad de agilizar las ayudas a las comunidades de propietarios procedentes de los fondos Next Generation. Y, precisamente por ello, es prioritario dar respuesta a los interrogantes que tanto los profesionales como la sociedad en general se siguen encontrando.
Juanjo Bueno actualmente es dircom de CAFMadrid y colaborador en medios de comunicación especializados en el sector inmobiliario. En esta sección aportará su visión sobre el funcionamiento de las comunidades de vecinos, verdaderos microcosmos de la sociedad.
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