A
través de los datos que nos ha aportado el estudio de mercado, tendremos en
cuenta cuantos y cuales son los productos existentes iguales o similares al
nuestro.
Estamos
en una fase donde el potencial cliente de nuestro producto aún no conoce su
existencia. Por tanto sería muy temerario no conocer de antemano lo que estos
clientes pueden obtener del nuevo producto, es decir, como está fabricado y que
precio estarían dispuestos a pagar por el mismo.
Estas
son las razones de conocer con cierta aproximación las necesidades que podremos
cubrir y si estas quedarán satisfechas con nuestro producto o servicio.
Es
cuando usted tiene que determinar en primer lugar, a que zonas puede llegar y
cual sería la demanda previsible en dicha zona, con el fin de planificar la
producción y entrega del producto o la prestación del servicio. Es decir, saber que puede usted garantizar su entrega
en función de su capacidad de producción real y efectiva.
Es
en esta etapa donde deben quedar bien claro los conceptos del producto o
servicio, ya que en un porcentaje muy elevado las empresas fracasan en el
lanzamiento porque este periodo se caracteriza por unas grandes tensiones
debido a que debemos de realizar una gran inversión económica, definir las
políticas comerciales, preparan convenientemente y acertadamente las informaciones al mercado sobre la existencia
del producto o servicio, las enormes dificultades que se nos presentan para
introducir el producto o servicio, la recesión en las compras en el mercado
aunque este aún no se haya saturado, la selección del equipo de ventas, etc.
Es
de vital importancia el descubrimiento de nichos de mercado, que son aquellos
grupos de consumidores que poseen características homogéneas y que sus
necesidades aún no han sido completamente descubiertas y satisfechas por la
oferta existente en el mercado.
A
partir del análisis del mercado podremos llegar a conocer la cantidad
aproximada de productos que pueden llegar a consumirse en un tiempo
determinado. Y si nuestra intención es poder cubrir gran parte de ese mercado,
deberemos determinar quienes pueden ser nuestros clientes y la cantidad de
productos que podemos llegar a ofrecerles, venderles y suministrarles.
Esta
etapa inicial se caracteriza por una baja o nula rentabilidad de nuestras
acciones comerciales debido a los enormes recursos que hay que dedicar para
diseñar, fabricar, perfeccionar y lanzar el producto al mercado, en comparación
con el volumen de ventas conseguido.
Pero
no hay que desesperar, deberemos enfatizar y proponernos seguir con nuestra idea
y consolidarla para hacer que las cosas ocurran realmente. El fracaso es una
palabra que no debe existir en su vocabulario empresarial.
IEGE/MADRID/ESPAÑA
Dpto. Información de
Programas
iegegroup@mixmail.com
Este Cuaderno
forma parte de la serie que edita en PDF el INSTITUTO EUROPEO DE
GESTIÓN EMPRESARIAL.
Titulo: "Lanzamiento
de un nuevo producto"
Autor: Pedro
Rubio Domínguez
© ISBN-13-:
978-84-692-2191-4 / Nº REGISTRO: 09/39504
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