Proairesis: El deseo firme de poner en ejecución lo proyectado (Aristóteles)
Es un deseo que reflexiona y aconseja, es apetito y pensamiento mancomunados activamente en un trabajo de cara a lo venidero, y agregó: el plan es principio de la ejecución y arranque del movimiento, pero no es el fin perseguido, pues el plan es deseo y acción de cara al fin.
Este pensamiento de Aristóteles ha de completarse con:
LA EUPRAXIA esto es, su cabal ejecución; para lo cual es necesario que el plan sea ejecutado con diligencia acuciosa y esmerada, echando en la cosa todo cuanto fuera menester a la más perfecta realización.
Entonces tenemos una determinada acción.
LA PROAIRESIS SPOUDAÍA
Los elementos esenciales son:
1. El apetito o deseo interno de alcanzar el fin.
2. El pensamiento discursivo que analiza lo alcanzado y de continuo alienta la voluntad de conseguirlo.
3. La diligencia atenta al empeño, esto es, poner también de continuo los esfuerzos necesarios, sin desmayar, para alcanzar lo propuesto.
4. El habitual dominio de si mismo, para atenerse al juicio práctico del caso, actuando con el "seny" o sentido común práctico, para que el objetivo no degenere en pura utopía.
En cualquier programa, el presupuesto y plan que formulemos, hemos de reconocer el pensamiento de Aristóteles sobre "proaíresis". Implementando a términos de gestión empresarial las clásicas ideas griegas, podríamos resumirlas diciendo que la actuación de la gerencia actual ha de estar impregnada de "proairesis spoudaía" que supone:
-- Una decisión previa sobre el fin a conseguir, valorando comparativamente distintas alternativas, con sus posibilidades.
-- Un firme deseo de conseguir el fin.
-- El acopio y disposición de los medios y elementos necesarios para conseguir lo propuesto, coordinados adecuadamente.
-- La puesta en práctica, con tesón, inteligencia y voluntad, del plan y programas establecidos.
-- Un análisis mental continuado de cómo se va consiguiendo el fin.
-- La permanente corrección de los planes para adecuarlos a las posibilidades, con pleno conocimiento del porqué de la modificación, con sentido práctico de las realidades con que nos enfrentamos.
El control presupuestario ha de cumplir cuanto acabamos de indicar, y por esto es oportuno utilizar un vocablo griego aunque sea difícil de pronunciar: proairesis, cuya idea podríamos resumir como: "voluntad firme de dominar el futuro de la empresa, actuando con previsión consciente"
Pedro Rubio Dominguez
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