Cada vez son más los empleados que trabajan en "organizaciones que no duermen".
¿Alguna vez pensaron que trabajamos en organizaciones que no duermen? O mejor dicho, ¿que los que no dormimos somos nosotros? Aquellos que tienen más de 40 años pueden recordar cuando sus padres los llevaban de vacaciones mucho más tiempo del que hoy se toma la gente. La conexión con el mundo era el diario que se leía por la mañana. El resto del tiempo... playa.
La cultura y dinámica de las empresas tecnológicas en general y de Silicon Valley en particular se ha ido decantando, de a poco y con diferente éxito, a otras industrias. Pensemos en empresas como Intel y Google. Hace décadas, los fundadores de Intel intentaron generar una cultura igualitaria evitando la separación que existía entre la alta dirección y sus empleados, otorgando acciones para que los trabajadores se comprometieran más con los resultados y el futuro de la empresa. Google implementó ideas luego tomadas por empresas de diferentes sectores: hay que cuidar al empleado otorgando confort en el lugar de trabajo y ofreciendo servicios, como lavandería, peluquería, gimnasio y pueden seguir imaginando lo que quieran.
La idea fundamental es que el empleado esté más focalizado en su trabajo sin preocuparse por los "detalles" de la vida diaria. Te ofrezco un trabajo "combo": todo en el mismo lugar. El límite entre la vida personal y laboral comenzó a dejar de existir. No más balance de la vida personal y profesional, ahora todo es lo mismo.
Del mundo tecnológico también aprendimos a que los expertos ganan lugar. Como los proyectos requieren rapidez y la competencia es alta, los especialistas van saltando de proyecto en proyecto para poder generar resultados rápidamente. Lynda Gratton, en su libro The Shift, considera que el trabajo en el futuro estará liderado por expertos. Los "Serial Mastery" de los que Gratton habla son como Doctor House: expertos en un tema que tienen que colaborar en equipos multidisciplinarios.
Ahora bien, si las organizaciones están pidiendo o pedirán mayor flexibilidad y expertise al profesional para saltar de un proyecto a otro, ¿qué clase de identidad y sentido de pertenencia va a desarrollar? Probablemente, será un compromiso consigo mismo y su futuro profesional.
Un ejemplo más de la hiperconexión de las organizaciones actuales se refiere al cambio que está se está dando en algunas empresas respecto a la evaluación anual de desempeño. General Electric, por ejemplo, descartó la evaluación tradicional anual que tenía, cuyo proceso podía llevar hasta cinco meses, y la reemplazó por un sistema en el que los empleados, a través de una app, pueden dar feedback a cualquier persona en cualquier momento.
En definitiva, nos vamos a dormir y al levantarnos vemos el celular, donde encontramos qué proyectos vamos a tener que encarar esta semana y con qué nuevo equipo trabajaremos. Además, habremos visto varios feeedbacks de colegas y colaboradores que están pendientes de qué hacemos y cómo lo hacemos. Te levantás y te das cuenta de que te quedaste a dormir en la oficina. Pero no te preocupes, ahora tienen habitaciones muy cómodas para que no te preocupes por ir a tu casa. Un gran hermano corporativo.
Andrés Hatum, es PhD y profesor de la Escuela de Negocios de la UTDT
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