También llamados centennials o Generación Z, son jóvenes que nacieron a partir de 1996, siempre vivieron con internet, son autosuficientes y necesitan la aprobación de sus acciones
Vienen con otro chip y más que "pienso, luego existo", funcionan con "tengo tantos likes, existo". Se trata de una generación que vive el afuera, pero sin moverse de su casa. Es importante para ellos la aprobación. Son visuales, autosuficientes, están acostumbrados a ser escuchados y a que su opinión valga. Creen en las comunidades digitales, en el crowdfunding, no se imponen límites a la hora de ponerse objetivos, funcionan en red, juegan a la Play en vivo y en directo con personas que no conocen de otros países y acuden a ellos cuando tienen algún desafío escolar o necesitan un testimonio o conocer la experiencia de un extranjero sobre determinado tema. Se ponen de muy mal humor si no encuentran el cargador del celular, como si parte de su cuerpo no funcionara si su teléfono se queda sin batería. La buena conectividad es todo.
Y ahora comienzan a hacer pie en el ámbito laboral para seguir revolucionando a las empresas, que todavía sienten el cimbronazo del cambio que trajeron los millennials y que comienzan a digerir, aceptar y también valorar.
A punto de entrar al mercado laboral, el desafío de las empresas pasa, principalmente, por la comunicación. La tecnología no puede fallar si esperan sacar el máximo provecho de una generación que no vivió un mundo sin celulares, y para la cual la inmediatez cuenta también para las acciones de Recursos Humanos. ¿Una evaluación de desempeño? Ni soñando. Quieren feedback permanente, breve, al punto, sin vueltas. ¿Una encuesta de clima? No. Muy larga, muy pesada. Te doy mi visión ya.
No subestimarlos es la consigna. Si la empresa tiene golosinas o manzanas o bebidas a mano para todos en cualquier momento, mejor; si tiene un viernes flexible, o un poco más de vacaciones, perfecto. Si la ropa que se puede usar sale de la estructura, y se puede trabajar con ojotas, buenísimo. Pero no pierden de vista tres condiciones fundamentales a la hora de decidir si van a depositar su talento en la empresa, o no. Según monster.com, la herramienta on line por excelencia para buscar trabajo en los Estados Unidos, los centennials buscan primero (y sorprendentemente) un buen plan de salud. Ya desde jóvenes quizá vieron a sus padres ocupados y preocupados por este tema, por lo que no lo desmerecen, y, al contrario, quieren estar bien cubiertos aunque tengan la salud a flor de piel. En segundo lugar, quieren un salario competitivo. No se piensan como "mano de obra barata", ni el reemplazo menos costoso de los cuadros con mas edad. El salario se pone sobre la mesa de negociación y están dispuestos a hacer valer su tiempo.
En tercer lugar, siempre según la encuesta de monster.com, buscan un jefe a quien respetar. Se trata de otra manera de liderar, cercana, sin la idea de que por ser el jefe se debe saber más que el otro. Todo lo contrario. Los nuevos líderes tienen que saber sacar lo mejor de las personas, darles confianza, estimularlos, creer en ellas y que ellas crean en sí mismas.
La cercanía es un valor. Conocer a cada integrante de la empresa es el nuevo desafío de Recursos Humanos, para que las oportunidades de innovar no sean desaprovechadas. "La innovación viene de conocer a la gente en los pasillos", dijo Steve Jobs, un gran consejo para entender a la generación que viene.
Además, la idea de trabajar por un propósito se hace más importante. El 75% de los jóvenes casi adolescentes quieren dejar su sello en este mundo a través de un trabajo que vaya mas allá del hecho de que les permita pagar sus gastos o que la empresa genere dividendos. Es un buen momento entonces para revisar cuál es el propósito de la compañía y, bien establecido, cómo se va a comunicar.
"Los millennials son los nativos digitales, pero la antorcha de generación tecnológica es de la Generación Z, donde la tecnología se considera su sexto sentido. Esta es la generación que no ha conocido una sociedad sin la existencia de internet, crecieron con las redes sociales y es, hoy en día, la generación mejor preparada para enfrentarse a los cambios tecnológicos que la sociedad se encuentra atravesando en esta Cuarta Revolución Industrial. Las empresas deben contemplar la incorporación de nuevas tecnologías tanto sociales como digitales en el lugar de trabajo para atraer a esta nueva generación", dice Alejandro Mascó, socio de Mascó Renedo Partners.
"Según diferentes estudios realizados por consultoras el compromiso de esta generación con el trabajo es similar al de la Generación X y de los baby boomers. El 29% de los Z tiene la intención de permanecer en la misma empresa durante 3 a 4 años, mientras que el 25% de los millennials expresa esta intención. El 45% de los más jóvenes indica que permanecerá en la misma industria durante su vida profesional. Sin embargo, la lealtad de la Generación Z se basará en cinco grandes pilares: avance de carrera, motivación, balance entre trabajo y vida social y, recompensa económica", continúa.
Youtubers
La consultora Paula Molinari, siempre atenta a las últimas tendencias, tiene claro cuáles son las características de esta población que, según la experta, hace hincapié en los valores. "Tienen una conciencia todavía mayor sobre la importancia de cuidar el planeta y a su gente. Saben que en el mundo hay injusticia social. Por eso le piden más a la empresa que las generaciones anteriores".
"Es cierto que se trata de personas que tienen una cultura muy visual. Cuando les hablamos, les resulta más el impacto de la imagen que de la palabra", afirma Molinari. Esto se debe a que podría llamarse también la generación Youtube. Prácticamente nacieron con este sitio donde se pueden compartir videos, y que hizo su ingreso disruptivo en la sociedad en 2005. "Viven y desean un contexto de alta tecnología, que perciben como una herramienta que da libertad y que estimula la productividad. Ven la falta de ella como un deterioro a su calidad de vida."
Por último, dice que se trata de un grupo que valora la singularidad. "La gestión de Recursos Humanos fracasó en materia de diversidad. Los Z por el contrario van a lograr que verdaderamente haya inclusión. Además, los productos para ellos, serán cada vez más personalizados, a su medida, pero para esto hay que entender quién es quién en este universo."
En 10 años, los mayores de esta generación, aquellos que nacieron a partir de 1996, seguramente estén al frente de equipos, pero pueden ser propios, porque la mitad de los Z tiene espíritu emprendedor y quisiera tener su propio negocio. Estará en las compañías, entonces, saber entenderlos y tentarlos para que este espíritu, tan valioso a la hora de innovar, ayude a crecer a las marcas ya establecidas.
Paula Urien
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