En primer lugar el beneficio debe ser el resultado óptimo de una actividad
empresarial; y este solo puede medirse al finalizar un determinado periodo. Es
lo que prueba la capacidad del empresario de lograr sus objetivos.
Este beneficio sirve de feedback o comentario y actúa como fuerza impulsora de la gestión,
estimulando la búsqueda de nuevas formas de alcanzar buenos resultados dentro
de un mercado competitivo, elevando a mayores niveles de creatividad el
Marketing, el diseño del producto y su distribución.
Las grandes corporaciones publican anualmente sus
logros económicos, de esta forma recompensan a los miembros de la organización
por el aumento de beneficios, y también de forma velada, para que los
directivos sigan en la misma línea para que aquellos no disminuyan y por que no
decirlo, ejerciendo una presión para un
cambio estratégico si la compañía sufre pérdidas.
Con estas definiciones queremos hacer hincapié en que
todo negocio debe de potenciar al máximo sus posibilidades año tras año, es
decir, obtener el mayor beneficio posible.
Pero en algunos países, como el nuestro, el sistema impositivo grava los
beneficios de forma muy alta y no siempre el empresario se siente estimulado o
recompensado en sus esfuerzos.
En estos casos la eficacia de las empresas españolas,
sobre todo las pequeñas y medianas, se medirá según la forma en que se pueden
minimizar los impuestos, no defraudando al fisco, sino aplicando una correcta
política fiscal.
Podría decirse que unos impuestos demasiados altos restan
motivación para la eficacia a largo plazo y frenan el progreso de un país.
¿Que aportan los beneficios a la sociedad?
Una empresa obtendrá beneficios si su estrategia se
basa en la innovación, motivación y la eficacia. Estos beneficios, que aumentan
su valor, permitirán a la empresa la distribución equitativa de los mismos y
recompensar a quienes forman parte de ella, accionistas, directivos, empleados,
etc. Estas recompensas son necesarias por las razones siguientes:
§ Permite
a muchas personas invertir su tiempo,
energía y dinero en una empresa rentable. Por ello los inversores han de
sentirse debidamente compensados y estimulados colaborando con sus aportaciones
económicas en los planes futuros de
la empresa y siempre en relación
al beneficio que esperan obtener
(binomio rentabilidad-riesgo).
§ La
buena marcha de las empresas permite invertir a muchos ahorradores privados,
esperando recibir una recompensa futura. Si estos pequeños inversores no
esperaran obtener beneficios, posiblemente estos ahorros irían preferentemente
al consumo.
§ Los
beneficios de las empresas que posteriormente tributan al Estado, permite a
este dotar a la sociedad en general de mejores servicios, infraestructuras,
etc.
§ Los
beneficios propician la utilización de nuevos elementos o procesos productivos
de la forma más eficaz posible.
§ Los
beneficios estimulan el desarrollo de nuevas tecnologías y el uso de nuevos
métodos de marketing, distribución y financiación.
Pedro Rubio Domínguez
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