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sábado, 4 de agosto de 2018

Más allá de la compensación, cómo enamorar a los millennials


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Nacidos alrededor de 1990, los millennials son hoy la fuerza laboral joven. Veinteañeros y treintañeros, se distinguen no solo por su "natural" dominio de las tecnologías, sino también por una mirada sobre el mundo que sorprende, admira y desconcierta alternativamente a los mayores. Desde luego, cuando se trata de comprenderlos o interactuar con ellos y ellas en su calidad de hijos, sobrinos y demás deudos, es una cosa. Pero cuando hay que trabajar, el asunto pierde cualquier pintoresquismo para convertirse en un verdadero desafío.

Hiperconectados, versátiles, de gustos cambiantes, buscadores incansables de nuevas tendencias, los millennials son dueños de intereses con frecuencia tan potentes como efímeros. Por experiencia, por elección o por obligación, conviven con la incertidumbre, la contradicción y la imprevisibilidad. Organizan su vida a partir de una única y poderosa certeza: nada es para siempre. La vocación, la carrera y el trabajo que hoy apasionan pueden convertirse mañana en un recuerdo borroso.

Doble segmentación

Conocer el comportamiento, las formas de consumo, las preferencias y los deseos distintivos de los millennials es condición sine qua non para el diseño de una compensación efectivamente atractiva. Además, entre todos sus recursos humanos, cada organización debe identificar al talento, es decir, a quienes por sus habilidades, capacidades y/o conocimientos agregan ese valor singular que distingue y posiciona ventajosamente a la compañía respecto de sus competidores. Cuando la empresa haya hecho esta doble segmentación (por edad y por talento) estará en condiciones de definir un buen esquema de remuneraciones.

Para que la retribución total ofrecida sea efectiva, deben darse al menos dos condiciones: la primera, que el valor percibido por el empleado sea mayor a su costo para la organización; la segunda, que los beneficios y las compensaciones variables ofrecidos no pretendan sustituir el salario fijo.

Es imprescindible que el salario fijo constituya siempre el componente más importante de la compensación total para la mayoría de los empleados en las empresas. Esta proporción (que puede variar excepcionalmente en el caso de algunas posiciones) incluso está instituida legalmente: los beneficios deben ser complementarios, nunca sustitutivos del sueldo fijo.

¿Cómo pensar una compensación atractiva para los millennials? 

Articulando sus habilidades e intereses con las posibilidades de la organización. Al respecto, la tecnología pone a disposición múltiples oportunidades de beneficiar a los colaboradores modificando el modo, el espacio y el tiempo del trabajo.

Entre otras posibilidades, las empresas pueden ofrecer a estos nativos digitales buena conectividad, entrenamiento en nuevos softwares y aplicaciones, flexibilidad horaria y trabajo remoto. La jornada "de nueve a cinco", la oficina compartida, la estación de trabajo fija y demás deben revisarse a la luz de un paradigma laboral nuevo y de un concepto innovador en materia de remuneraciones.

Desde luego, otros componentes "clásicos" del esquema de beneficios seguirá seguramente teniendo un buen efecto entre los colaboradores, incluidos los millennials (comedor en el lugar de trabajo, medicina prepaga, acceso a productos de la empresa, capacitación, becas de estudio, licencias adicionales, préstamos, etcétera).

Sin embargo, cabe recordar que el impacto de cada uno de estos instrumentos variará según la situación personal del destinatario: un colaborador de 20 años que viva solo puede estar más interesado en acceder a una beca de estudios que a una cobertura médica. Por eso, antes de hacer una propuesta, conviene analizar la situación de quien recibirá la remuneración sin guiarse por preconceptos.

Bernardo Hidalgo. 
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