“La felicidad no está en el futuro, tampoco está en los recuerdos.
Sólo podemos despertar a la vida desde nuestro presente”.
Mindfulness no es sentarse a meditar con posturas extrañas ni es cambiar de religión, es una disciplina científica basada en la meditación vipassana que busca cultivar la atención plena, aumentando nuestra capacidad de atención, sin juzgar ni evaluar.
El avance de las neurociencias, así como numerosas investigaciones ponen de relieve los beneficios de practicar Mindfulness sobre nuestra salud. Hay numerosos estudios que vinculan su práctica con cambios neuroplásticos en nuestro cerebro, regula la presión sanguínea, refuerza el sistema inmunológico y nos hace más resistentes a las adversidades, nos permite tener un mayor dominio de nosotros mismos, tener más capacidad para gestionar nuestras emociones y expande nuestra capacidad para ser más felices.
El piloto automático
Nuestro cerebro está diseñado para sobrevivir. La mayor parte del tiempo funcionamos en piloto automático, nuestra mente divaga constantemente entre lo que pasó y lo que ocurrirá y se nos escapa el presente, del mismo modo que si apretásemos un puñado de arena de playa entre nuestros dedos, ésta se nos escaparía rápidamente. Caminamos por nuestra vida sin prestar mucha atención, nos habituamos a la experiencia y percibimos la realidad a través del filtro del pasado distorsionándola. De algún modo nuestro cerebro procesa “esto ya me lo sé” y sigue hacia delante sin prestar prácticamente atención a cuanto nos rodea. Este desenfoque atencional es normal y autogenerado, es el producto de nuestra memoria y se activa inconscientemente.
Cuando pasamos la mayor parte del tiempo en piloto automático apretamos el acelerador, el tiempo pasa muy deprisa, todo es monótono, aburrido y carente de interés. Nuestra tendencia en esos momentos es combatirlo corriendo más y nos quedamos en un círculo vicioso negativo del que cuesta salir y despertar.
En ese correr y correr, cada día nuestros pensamientos transitan por los caminos del pasado, del futuro y del presente, vagabundeando constantemente, es lo que suele llamarse la mente del “mono loco”. De hecho pueden aparecer unos sesenta mil pensamientos bajo nuestro piloto automático en un solo día, aunque sólo somos conscientes de un ínfimo número de ellos, lo que hace que seamos menos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor y que nuestros pensamientos tengan más poder que la propia realidad.
Mindfulness y el Modo Manual
La práctica de Mindfulness nos permite despertar al presente y a nuestra vida, soltando el piloto automático. Con atención y consciencia podemos activar el “modo manual” y maravillarnos de cuanto nos rodea, mirar con ojos nuevos, activar la reflexión y encontrar caminos más creativos e innovadores desde los que tomar nuestras decisiones, desarrollar nuestra Inteligencia Emocional, establecer relaciones más positivas y sentirnos más plenos, satisfechos y vivos.
Mindfulness hoy forma parte de las terapias de tercera generación usadas en psicoterapia y desde ahí ha dado el salto como herramienta de desarrollo personal y organizacional utilizándose en empresas, universidades, escuelas y todo tipo de organizaciones.
Un ejercicio de iniciación a la práctica de Mindfulness
Encuentra una postura estable y cómoda en la que puedas ser consciente de tu cuerpo en el momento presente. Cierra los ojos o, si lo prefieres, entreábrelos y pósalos con suavidad en el suelo… Cobra conciencia del entorno y los sonidos que te rodean… Date cuenta del modo en que sientes tu cuerpo, de tus sensaciones físicas, de tus tensiones… Respira por la nariz, si estás resfriado o por algún motivo no puedes, hazlo por la boca… Haz varias respiraciones profundas y trata de relajarte… Advierte tus pensamientos, emociones, tus expectativas y tus recuerdos. Conecta con la sensación de respirar… Experimenta la respiración tal y como es, no trates de dirigirla o cambiarla… Siente como el aire entra en tu cuerpo y cómo el aire sale de tu cuerpo… Percibe la respiración… Respira y siente que estás respirando… Regresa una y otra vez a tu respiración… Cuando notes que tu mente vagabundea vuelve al momento presente con atención plena, respiración a respiración… No importa las veces que tu mente divague, encamínate de nuevo hacia la respiración… La respiración es un recordatorio de ti mismo, de ser, de despertar… Mantén el ejercicio el tiempo que desees…
Mindfulness se aprende practicando. Dedica un pequeño momento cada día para comenzar. Recuerda, mejor poco que nada y el mejor momento para comenzar es hoy. ¡Pon Mindfulness en tu vida y despierta al presente!.
Un saludo y buen camino.
Foto: Pixabay.com
Almudena Lobato
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