El papel que cumple un lider en una organización es clave para garantizar el correcto funcionamiento de la misma, logrando así una elevada productividad laboral. En estos momentos de incertidumbre marcados por la pandemia del Covid-19, se vuelve de relieve el conocido como ‘Efecto Pigmalión', que se centra en el impacto positivo que genera el hecho de tener un alto nivel de confianza sobre las capacidades de la fuerza de trabajo, trabajando así el cumplimiento de las altas expectativas que se tienen sobre ellos.
En psicología se usa el mito griego de Pigmalión para explicar cómo tener unas altas expectativas -y su influencia en el comportamiento en los demás- permite elevar el rendimiento de las personas. Así, se da forma al llamado 'Efecto Pigmalión’, acuñado así por Robert Rosenthal, psicólogo social y profesor de psicología de la Universidad de California, en Estados Unidos.
El efecto Pigmalión puede ser aplicado en muchos ámbitos, desde el educativo, hasta el profesional. La clave está en la influencia que la figura de poder ejerce sobre el resto, a través de sus altas expectativas.
Esta teoría, respaldada por varias pruebas empíricas, defiende la idea de que un líder puede despertar el ánimo de las personas que le rodean y hacer que se esfuercen por cumplir con aquello que se espera de ellas. Esto también sucede desde un plano familiar, donde son los adultos son los que tienen altas aspiraciones para sus hijos, haciendo que los menores sientan la necesidad de esforzarse por complacer a sus progenitores y hacer que se sientan orgullosos de ellos.
Es en este punto donde entra en juego un factor descrito, a menudo, como clave a la hora de elevar la motivación, especialmente en el entorno laboral, pero también en el resto de ámbitos: la recompensa, ya sea física - por ejemplo, económica o emocional -, mediante el agradecimiento verbal.
UN LÍDER PUEDE DESPERTAR EL ÁNIMO DE LAS PERSONAS
QUE LE RODEAN Y HACER QUE SE ESFUERCEN POR
CUMPLIR CON AQUELLO QUE SE ESPERA DE ELLAS
En esta línea, los expertos afirman que el secreto de la alta productividad empresarial está en confiar en la capacidad de los trabajadores de alcanzar buenos resultados. De hecho, esta misma confianza es la que ayuda a mejorar la gestión organizativa, según se desprende de la investigación "The Pygmalion Effect: Importance in an Organizational Management."
Pero, ¿cómo lograr esta meta? Modificando la actitud de quienes están al mando, apostando por el poder de contagio que tienen las emociones, tanto positivas como negativas.
Un estudio del psicólogo, antropólogo y periodista, Daniel Goleman destaca el impacto que tiene el estado de ánimo y los comportamientos de un líder sobre su propio rendimiento laboral y respecto a eficiencia de la fuerza de trabajo de la que es responsable.
En este sentido, los mensajes que se envían son importantes para el rendimiento de los trabajadores. Tanto los que se transmiten abierta y directamente, como los que se transmiten con lenguaje no verbal. De esta forma, se pone de relieve la importancia que tiene recibir feedback, y que esta dinámica sea llevada cabo desde una perspectiva positiva, viendo el error como una oportunidad de cambio.
Fuente: Equipos y Talento
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Apuntes del editor:
"Un lider es un individuo que forma adeptos con un comportamiento ético y crea un entorno donde el potencial único de una persona puede llegar a su plena satisfacción" PRD
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