Las mujeres han sufrido un 9% más de interferencias del trabajo a la familia y un 20% de la familia al trabajo que los hombres. Y han dedicado un 15% más de tiempo que los hombres al cuidado de los hijos. Sin embargo, los hombres se quejan un 10% más que las mujeres de la dificultad de tener hijos en casa mientras se trabaja.
Las mujeres han sufrido un 9% más de interferencias del trabajo a la familia que los hombres y un 20% de la familia al trabajo provocadas sobre todo por los hijos u otros dependientes. Este dato se ve agravado en el caso de madres solteras en el que las cifras ascienden al 14% más de interferencia trabajo a familia, y el 25% más de interferencias familia a trabajo, respectivamente. Los hombres, por su parte, a pesar de dedicar un 15% menos del tiempo al cuidado de dependientes, reportan que tener a los hijos en casa les ha dificultado un 10% más el trabajo que a las mujeres. Estos datos se extraen de la segunda parte del informe Mujer y trabajo en remoto durante la Covid-19 realizado por el Centro Trabajo y Familia del IESE y del que es autora Mireia las Heras.
El informe revela además que las mujeres que han trabajado en remoto y conviven con otras personas en casa (pareja, hijos, padres) han tenido un 29% más de responsabilidad de cuidado de dependientes que los hombres en las mismas condiciones. Un mayor grado de cuidado de dependientes durante las horas de trabajo ha provocado una menor concentración en el trabajo, menor capacidad de desconexión y relax y mayor fatiga.
Aunque las mujeres con hijos dedican un 15% más de tiempo y esfuerzo a su cuidado que los hombres, son ellos los que han reportado en un porcentaje mayor (un 10% más que las mujeres), que tener a los hijos en casa les ha dificultado el trabajo.
Fatiga mental y estrés
Las mujeres han tenido un 20% más de fatiga mental y un 16% más de estrés que los hombres durante los días de teletrabajo debido a la mayor dedicación al cuidado de hijos y dependientes. Se dispara al 33% y al 18% respectivamente en el caso de las madres solteras.
Asimismo, las mujeres han mostrado un 11% menos de vitalidad en el trabajo y un 9% en la familia que los hombres debido a la mayor dedicación de tiempo y energía en el cuidado. La fatiga y el estrés se han disminuido un 23% y un 19% respectivamente en aquellas que tienen autoestima más elevada; y un 12% en aquellas cuyas parejas muestran sensibilidad hacia sus necesidades laborales.
Líderes sensibles
El estudio llega a la conclusión de que, a más respaldo por parte del jefe, menos estrés, más compromiso y menos angustia por parte de los colaboradores. Por ello, las mujeres cuyos líderes muestran sensibilidad hacia los empleados, tienen un 5% menos de fatiga mental y estrés, reportan mayor vitalidad (6% más) y un 10% menos de dificultad de concentración en el trabajo.
Mujeres y eficacia personal
Un 64% de las mujeres que han trabajado en remoto han tenido un alto grado de autoestima, superando al de los hombres en un 7%. La autoestima en esta situación se refiere a la certeza de que con su esfuerzo personal se podría lidiar adecuadamente con la situación laboral y del hogar. Asimismo, un 42% de las mujeres han percibido un mayor riesgo de inseguridad en su trabajo (posibilidad de perder el empleo actual o dificultad de encontrar un trabajo similar), superando a la percepción de inseguridad de los hombres en un 8%.
Fuente: Expansion Madrid
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