Llevar una empresa es muy simple.
Así lo explica Bill Gates, “Hacer negocios no es tan complicado,
consiste en vender más de lo que gastas, invertir un poco y que todavía quede
dinero”. Así pues, el truco está en vender lo suficiente. De esto se ocupa
el Marketing.
Hoy, “lo que gastas” no representa un problema, ya que, con control
presupuestario e informática, los costes se pueden conocer con precisión. Lo
difícil es “vender más de lo que gastas”.
Tal vez habría que decirlo de otra forma: hay
que lograr que nos compren.
Vender fue al principio tener un
producto. Luego que el producto se ajustara a las necesidades y deseos de los
clientes. Se trataba de conocer al cliente. Pero, vender hoy es mucho más complicado.
Cuando salimos a vender un nuevo producto/servicio, o el que tenemos en un
nuevo mercado, nadie nos está esperando. Los clientes potenciales tienen sus
problemas resueltos. Conocerlos no será una ventaja, todos los competidores los
conocen.
Crear la ventaja que
nos diferencia
El mejor producto o servicio, la
creatividad más original a las campañas multimillonarias, ya no garantizan el
éxito. No son suficientes. Hay demasiadas ofertas, demasiadas empresas. Estamos
en una sociedad sobre comunicada y terriblemente competitiva. No se trata solo
de ofrecer el “mejor producto o
servicio”, se trata de lograr que los clientes decidan que lo es cuando van
a realizar la compra. Y cuando hablamos de actividad empresarial el objetivo
final debe ser que haya un número suficiente de individuos que decidan
intercambiar sus recursos por lo que nosotros ofrecemos. La ventaja será que
los clientes que nos interesan nos conozcan a nosotros y nos prefieran antes
que a los demás.
Hay que lograr algo que casi todo
el mundo tiene ahora claro: diferenciación.
Aunque diferenciarse es sólo el primer paso, además tenemos que lograr que nos
prefieran. Hay que encontrar la razón.
Un repaso de nuestras 22 Leyes inmutables del Marketing puede ayudar.
Orientarse al
competidor.
Así, más que investigar
necesidades y deseos, la obsesión de cada día debe ser cuidar a los clientes
que se tienen y tratar de sacarles algunos a los competidores. Hoy no hay más
alternativa que “orientarse al
competidor”. La dificultad no está en conocer al cliente, está en que el
cliente nos conozca y nos prefiera a nosotros. Ser igual no es una ventaja, ser
“diferente” y “mejor” es la mente de los clientes es la ventaja.
En esa búsqueda de la
diferenciación se producen dos errores básicos: El primero es intentar
diferenciarse con cosas que ya no diferencian. La tecnología se ha
democratizado y la eficacia operativa es común en casi todos los negocios.
Ofrecer un buen producto, al menor precio y bien distribuido lo pueden hacer
muchos. De hecho, cumplir con estas premisas en una condición “sine qua non”. Pero no es suficiente.
Ése es el segundo error: hay que encontrar un concepto que haga de
nuestra propuesta la más apreciada. En esto consiste el
“posicionamiento”. Es la estrategia, más eficaz, pues se trata de ocupar en la
mente de los clientes la mejor posición posible con relación a la que ocupan
nuestros clientes y sobre la base de
nuestra capacidad para que sea una posición sostenible.
El papel clave del
Marketing
Y en las empresas … ¿quién se ocupa de ser “diferente” y
“mejor”? Es decir ¿quién se ocupa de
conseguir que nuestra oferta sea suficientemente atractiva para “vender más de
lo que gastamos”? ¿Y quién se ocupa
de encontrar la idea? El responsable de la buena relación con los clientes
para que el intercambio se produzca es … ¡El
Marketing!
“El Marketing es el único que
produce ingresos, todo lo demás sólo produce costes” decía Peter Drucker, y es verdad. Es el
Marketing quien se ocupa de estas cosas. De aquí la gran importancia del
Marketing. ¿Para qué va a servir
desarrollar el mejor producto o servicio, el más avanzado, si no logramos
venderlo? El silogismo surge de forma natural, si para que el “negocio” funcione los más importante es
“vender” y el Marketing se ocupa de
ello, el Marketing es lo más
importante en cualquier actividad cuyo objetivo final sea que el intercambio se
produzca.
Es decir, el Marketing es quien define la base de la estrategia empresarial, marca el rumbo y tiene que asumir el mando. Está claro: “Marketing is the boss” ■
JACK TROUT
Jack Trout es sin
duda alguna, una de las referencias históricas del Márketing moderno. Creador
del revolucionario concepto de “posicionamiento”,
como elemento estratégico del Marketing, es coautor, junto a Al Ries, de dos de los libros más
importantes e innovadores de los últimos años. Positioning: the Battle for Your
Mind y Marketing Warfare, ambos traducidos a 14 idiomas. Trout,
fundador de su propia consultora, que cuenta con una nutrida red global de
“partners”, es autor en solitario de lo que ya se considera como la “Biblia del Marketing”: The 22 Immutable Laws of Marketing. A su conocida obra, The
New Positioning traducido a 16 idiomas, le han seguido otros “Best-Sellers”,
como Big
Brands, Big Troubles; The Genies´s Wisdom o el más reciente y
superventas Trout on Strategy.
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Apuntes del editor:
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