Son muchas las empresas en España que están soportando un proceso largo y duro de recuperación, y se han visto frenadas o limitadas debido a la crisis del coronavirus que estamos padeciendo, y que no es ajena a otros paises de nuestro entorno.
Para estas empresas, las circunstancias del entorno ha sido el único motivo de bajar sus cuentas de resultados y por ende frenar su crecimiento. Algunas de ellas, sobre todo las pymes, actualmente se encuentran esperanzadas con las medidas del Gobierno para inyectar liquidez para regularizar su situación económica.
Atribuyendo siempre todas sus desgracias a estas u otras causas, los empresarios se han olvidado ya de crecer y mas de uno (digo miles) han tirado la toalla debido a estas circunstancias ajenas a su voluntad.
Y ahora que el Gobierno les ha facilitado dinero para pagar sus deudas, nos asalta la duda si se ha llegado a tiempo o tal vez, haya sido muy tarde. Posiblemente algunos de estos empresarios piensen que una vez pasada esta agonía y poder enderezar su rumbo quedaran resueltos todos sus problemas.
Pero olvidan—o tal vez no—que esta difícil situación soportada estos últimos meses, probablemente les marque para siempre y que jamás podrán alcanzar los niveles de prosperidad que tuvieron antaño y que esta inyección de tesorería, aunque es un balón de oxigeno, les permita reaccionar y resolver otros problema.
¿Y cuales son ahora estos problemas?.
Muchas veces decimos que un coche en el garaje, sin apenas hacer kilometros, cuando lo pones en marcha, puede ocurrir que la batería esté descargada o tal vez-- una vez puesto en marcha--, ya no tenga el brío de sus primeros kilometros en activo.
Los profesionales de la venta no podemos ignorar que los problemas acumulados, han puesto de relieve un descenso en el registro de pedidos u operaciones, lo que ha llevado a los responsables comerciales a poner en marcha nuevamente sus estrategias para fomentar las ventas. Y es fácil observar en estos momentos que recurran a todo tipo de estrategias: reducción de tarifas, descuentos sobre determinados productos, promociones especiales, campañas publicitarias mas agresivas, etc.
La empresa trata de superar estas dificultades comerciales mediante el desarrollo de estas estrategias. Pero estas acciones, tienen un efecto mas bien efímero, ya que estas acciones se enfrentan—en primer lugar-- a un problema innegable como es la recesión de la demanda en los mercados internos, y por otro, la reacción lógica de los competidores, que luchan en la misma dirección.
Ante este panorama, nuestros vendedores comienzan a desmoralizarse, en la misma proporción en que disminuyen las ventas y la propia rentabilidad de sus acciones personales.
El panorama de nuestro sector inmobiliario—por ejemplo-- se ha visto agravado con el cierre de muchas agencias empresas inmobiliarias. Es ahora cuando empiezan a surgir los verdaderos problemas: el exceso de unidades inmobiliarias en stocks, la falta de compradores, las dificultades en la financiación, etc. ante lo cual las acciones positivas de los vendedores-- al chocar con estos inconvenientes-- han tirado la toalla, o han cambiado de sector por si las cosas pueden irles mejor.
En otros sectores, como los que configuran los productos de consumo, equipos industriales, y otros, la penuria de los fabricantes para seguir desarrollando su actividad de fabricar y vender,-- debido a las circunstancias que venimos detallando,-- ven degradado de forma alarmante los resultados de la empresa. Y son causas de desmoralización interna ante los negativos resultados que vienen acumulando.
Esperemos que este gesto del Gobierno pueda aliviar la situación de muchos pequeños y medianos empresarios. Algunos podrán recuperarse, pero otros ya estarán en fase terminal y listos para finiquitar sus actividades empresariales.
Para sobrevivir es indispensable una evolución, incluso partiendo nuevamente de cero. Pero esta situación va a imponer a los empresas unas medidas lo suficientemente duras, que solo aquellos que tengan una inequivova vocación empresarial, podrán superarlas.■
Pedro Rubio Domínguez
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