Como tantos de terminantes se valoran los siguientes:
1) SENTIMIENTO DE GRUPO
- Los empleados en una situación óptima de trabajo, raramente se desenvuelven como individuos totalmente aislados.
- Los trabajadores con el reconocimiento o no de la empresa tienen posibilidades de formar un grupo o cierto número de subgrupos.
- La situación ideal sería aquella en la que hubiera un sólo grupo, que incluyera a todos los trabajadores: Dirección, mandos intermedios y personal de apoyo.
- Hasta qué punto la dirección trata de lograr lo anterior, será también el punto hasta el cual es posible que la moral existente sea alta.
- Cualquier camino o modificación en favor de una mejora del ambiente funcional de trabajo (iluminación, mobiliario, etc.) puede o no dar resultados si se cuenta o no con la reacción del grupo al cambio.
- La importancia que la dirección dé al "sentimiento de grupo" y a su cooperación, hará que sus beneficios o estimaciones calificados de "altruistas" por la empresa y en beneficio del trabajador y de su rendimiento, caigan por tierra.
- La "gerencia material" por si sola no hará aumentar necesariamente la capacidad de las personas para trabajar juntas.
- Se hace necesario una adopción por parte de la dirección de una estructura democrática del grupo, brindando oportunidades para que expliquen los determinantes de la moral
2) NECESIDAD DE UNAS METAS
- El fomento de la cooperación en un grupo, resulta más fácil cuando, dicho grupo, tiene una meta a alcanzar.
- Establecidas claramente con la orientación apropiada, será una obligación definida por la empresa o grupo.
- Hacer evidente que la empresa comprende la meta del trabajador.
- Hacer posible que la dirección fomente las intenciones del grupo metas como: ascensos, seguridad, aumento de ingresos y bienestar individual.
- Hacer también posible que los trabajadores tengan claro de que dichas metas son: reales y alcanzables.
Huir de la política de "frases hechas" como motivadores del aumento de la moral. La frase hecha ("todos a una " etc.) carece de credibilidad si no va acompañada de una visión real, comprensiva y positiva de lo que son y suponen las relaciones del grupo y la dirección.
Esto en una dimensión conciliadora de intereses entre el grupo y la empresa.
El último de los determinantes de la moral incluye tareas significativas y específicas para que, realizándolas los individuos , en el grupo bajo un sentimiento de participación en el trabajo en equipo, sirvan para alcanzar las metas propuestas.
Pedro Rubio Dominguez
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Textos extraidos del curso presencial CLIMA Y MORAL EN LA EMPRESA, impartido por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL.
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Información adicional:
INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL
Dpto. de Información de Programas
iege.formacionyconsultoria@gmail.com
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