Uno de los ámbitos más afectados por los cambios en los hábitos de vida este último año ha sido el del trabajo y los Recursos Humanos. Gracias al avance en tecnología, millones de empleados han continuado con su actividad desde casa, tanto en formato híbrido como total. De hecho, 9 de cada 10 empleados están satisfechos con los ajustes y la organización de su empresa. Además, según 6 de cada 10 afirma que esta transición no ha repercutido en el número de horas diarias dedicadas al trabajo.
- Adecuar el espacio de trabajo. Tanto si el empleado lleva a cabo su actividad presencialmente como si sigue una modalidad de teletrabajo, es más importante que nunca adaptar los puestos a las necesidades de la actualidad. Trabajar incómodos, con equipos obsoletos o sin equipamiento en los lugares de descanso no es beneficioso para el bienestar. Por eso, el departamento de RRHH debe crear una guía para adaptar todo tipo de espacios. Según los datos recopilados por Slik, el nivel de satisfacción laboral de los empleados que no cuentan con elementos adecuados es de un 47%, mientras que los asalariados que sí cuentan con un equipo de trabajo adecuado tienen un nivel de satisfacción laboral del 95% de promedio.
- Reconocer el trabajo bien hecho. La distancia y falta de contacto entre supervisor y empleado pueden llevar a situaciones en las que este no reciba el suficiente feedback para saber si está haciendo un buen trabajo o no, lo que puede llevar a su desmotivación. Según los registros de Slik, el hecho de que un empleado reciba feedback o no se traduce en que su porcentaje de satisfacción varíe entre el 9 y el 27% Así, es importante reconocer su trabajo y hacer que se sienta valorado en la empresa. Además, también pueden ofrecerse incentivos no monetarios en estos casos, como la participación en proyectos de interés personal o hasta días de descanso.
- Mantener el contacto con los compañeros. Los trabajadores también necesitan entablar contacto con sus compañeros, a los que ya no pueden acercarse como antes o con los que ya solo pueden hablar de manera virtual. Zoom, Google Meet o Microsoft Teams son algunas de las herramientas que más se han popularizado para mantener ese contacto de la manera más real posible. La felicidad y el bienestar de muchos empleados puede mejorar con solo ver y charlar con sus compañeros.
- Capacitación del empleado. Los planes de formación pueden servir como punto fuerte de la empresa para desarrollar a sus empleados. Contribuir a que estos desarrollen destrezas más complejas ayudará a que logren una mayor eficiencia y cumplan con los objetivos organizacionales, además de fidelizarlos en una compañía que demuestra preocuparse por los suyos.
- Flexibilidad. La flexibilidad laboral durante este periodo es un punto muy importante que tener en cuenta. La posibilidad de ofrecer al trabajador un horario que se adapte a sus necesidades beneficia significativamente su bienestar físico-mental, pero también impacta positivamente en el negocio.
- Participación de los empleados. Es vital que todas las compañías escuchen continuamente a sus trabajadores, pues ellos son el alma de la empresa. ¿Qué piensan? ¿Cómo se sienten? ¿Se tienen en cuenta sus necesidades y sus opiniones? Su punto de vista es una herramienta más que se debe tener en cuenta para tomar decisiones estratégicas, no solo porque ellos sean quienes las ejecutarán, sino porque se sentirán apreciados al formar parte de un ente que les presta atención.
Todas estas medidas pueden ayudar a mejorar la nueva situación de trabajo de los empleados, pero deben siempre enfocarse con una visión global. No se trata solamente de adoptar una serie de medidas, sino de activar una metodología holística en la que los empleados sean el centro de la estrategia.
Fuente: Equipos y Talento
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