La pandemia absorbió más tiempo de las mujeres que de los hombres.
El impacto de la pandemia en el mundo laboral tiene un capítulo específico en relación con las mujeres. Por un lado, los sectores más afectados por la crisis son los que emplean más fuerza de trabajo femenina.
Por el otro, el paso al home office o a modalidades híbridas de trabajo implicó tanto ventajas como desventajas para las mujeres con hijos.
El estudio “Lo que las mujeres quieren en el trabajo”, publicado por ManpowerGroup, informa que el género femenino es mayoría en dos de los sectores más afectados por la crisis: representa el 59% de las posiciones en la industria de servicios de alojamiento y alimentación y el 54% dentro de los servicios administrativos y comerciales.
En cuanto al trabajo en el hogar, "desde el inicio de la pandemia las mujeres dedicaron más tiempo que los hombres a la realización de tareas domésticas, como cuidado de niños, tareas escolares, cocinar o limpiar", dijo Gala Díaz Langou, directora del Programa de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) durante el webinar “Pandemia, Género y Trabajo” organizado por Manpower como parte de un ciclo de encuentros de debate en el mes de la mujer.
De acuerdo al informe de Manpower, las mujeres ya asumían la mayor parte de la responsabilidad en el cuidado de los niños y adultos mayores y "ese desequilibrio se tornó aún más desigual durante la pandemia".
Al mismo tiempo, los esquemas tradicionales de trabajo suelen profundizar la brecha entre hombres y mujeres por el cuidado infantil. "El nuevo modelo híbrido parecería ser un gran aliado para mejorar este desequilibrio", dice el informe, dada la mayor presencia de los varones en el hogar.
El riesgo, advierte, es que "caigamos en un sistema en el cual los hombres estén en la oficina y las mujeres se queden en el hogar, perdiéndose oportunidades de desarrollo y de generación de redes".
Este tema se profundizó en otro de los webinars organizados por la empresa de capital humano, "Futuro del Trabajo: liderazgo, talento e inclusión", en el cual presentaron junto al Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE las conclusiones de una encuesta sobre las nuevas formas del trabajo y la inclusión de las mujeres.
"Este estudio ratifica algunas cuestiones que ya veíamos como tendencias", dice Luis Guastini, director general de ManpowerGroup. Y amplía: "Hay un altísimo acuerdo de los entrevistados en la necesidad de trabajar en la inclusión mujeres y 9 de cada 10 señala que los hombres tendrían que ser aliados o agentes de cambio para generar una cultura incluyente. Pero cuando se profundiza, la mayoría prefiere a tener un rol pasivo por miedo a las críticas"
Por otra parte, "la pandemia ayudó a que el varón se involucrara más en la casa y también replanteó su rol en hogar", señala Patricia Debeljuh, directora de CONFyE y responsable de la encuesta.
Este aspecto aparece como positivo ya que "están más conscientes de lo que supone el rol de cuidado y eso ayuda a cambiar la mentalidad tradicional de la masculinidad y descubrir que tienen un nuevo rol dentro de la familia", agrega Debeljuh.
Sin embargo, no todos están dispuestos a involucrarse con los cambios. Por ejemplo, algunas empresas implementaron la extensión de las licencias por paternidad "pero muchos hombres no se la toman", ejemplifica.
En busca del tiempo perdido
Según Guastini, "el enorme desafío que presenta la pospandemia está vinculado con la pobreza de tiempo. Porque la pandemia lo que hizo fue involucrar más a los hombres, pero al mismo tiempo ha absorbido más tiempo de las mujeres".
¿Qué pasará, entonces, con el regreso a las oficinas y lugares compartidos de trabajo? "Los varones son los que pidieron antes y más volver a la presencialidad", cuenta Debeljuh.
Pero para las mujeres, el teletrabajo puede ser una espada de doble filo, porque puede presentarse como un obstáculo para su desarrollo.
"Hay una cierta amenaza para la mujer a la hora de la vuelta al trabajo presencial, porque si las decisiones se siguen tomando según los estereotipos, es probable que el hombre vaya a la presencialidad y siga mostrándose y la mujer opte por más teletrabajo y esté más resignada a encontrar un equilibrio", dice, al respecto Guastini.
Para el directivo, se trata de "capitalizar los aprendizajes de la pandemia y no volver al punto de origen. Construir algo distinto. La pandemia cambió las reglas del juego. ¿Bajo qué reglas vamos a volver?", se pregunta.
Si la inclusión de las mujeres es un tema del que "ya estamos todos convencidos", el gran desafío es lo que sigue: "el rol que tiene los varones en esta inclusión", concluye Debeljuh.
Gabriela Samela
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