Este Tema examina alguno de los
principales métodos de distribución para desarrollar el comercio exterior y
explica los principales canales de distribución y como detectar los problemas
que presentan los mismos y sobre todo las influencias particulares o políticas
de los intermediarios en el desarrollo de las transacciones internacionales.
Hemos visto en el tema anterior que el experto en Marketing
debe tener en cuenta las necesidades de las personas en los distintos mercados
a los cuales quiere llegar, a través de la exportación. El producto de la
empresa a exportar se ha estudiado en relación con estas necesidades y se ha
realizado la investigación operativa para asegurarnos que el mismo reúne
diseño, calidad y precio para poder competir con todas las garantías.
También hemos estudiado los distintos rasgos de los países a
los que nuestra empresa desea exportar: económicos, sociales, políticos,
culturales y estéticos.
En este tema se estudian los canales de distribución que el
experto en Marketing tiene que considerar para distribuir el producto a estos
países extranjeros, y una vez situados en el país de destino, como ofrecerlo a
los diversos consumidores y usuarios.
El experto en Marketing debe decidir la estrategia a seguir
para el proceso de la distribución. Puede determinar que lo más idóneo es
vender directamente a un Distribuidor en el país importador para que luego éste
lo comercialice a través de su red comercial a su mercado objetivo. O bien,
nuestra empresa puede asumir toda la responsabilidad de todo el proceso
exportación, distribución y venta, bien a minoristas o a los usuarios finales.
Estos y otros aspectos de la variable “paraje” deberán ser
estudiados con atención y sobre todo considerar si la gestión de la empresa en
esta faceta comercial, es decir la exportación, sus niveles de inversión y
riesgos están debidamente compensados, desde el punto de vista de la
rentabilidad.
ORGANIZACIÓN PARA LA DISTRIBUCIÓN
La estructura organizativa que se precisa para vender en el
extranjero puede ser compleja. Todo dependerá del tamaño de la empresa
exportadora y si decide delegar en parte o toda la tarea de exportación, bien a
un responsable propio o a una expresa especializada.
Sea cual sea el tamaño de la empresa, hay que tomarse el
asunto con total seriedad y nombrar a un responsable debidamente preparado,
para que planifique y controle el departamento, si no queremos llevarnos
sorpresas desagradables.
Antes de que esto ocurra, la empresa debe elegir entre las
distintas opciones que están abiertas a la distribución, es decir, la
estrategia y logística precisa para trasladar el producto desde el lugar donde
se fabrica hasta el país de destino y por último al consumidor final.
Todo ello estará en función del grado de implicación total o
parcial de la empresa exportadora en el proceso o el grado de responsabilidad
que desea asumir. El experto en Marketing dispone de diversas opciones abiertas
sobre la distribución y cada opción precisa distintos niveles de compromiso por
parte de la empresa.
Podemos elegir una opción como que todo el proceso de
distribución se delega en otra empresa especializada que toma plena
responsabilidad de las actividades de exportación, donde el nivel de riesgo es
mínimo, o elegir el nivel más alto de participación, que significa vender
directamente a los usuarios del mercado objetivo.
Otra opción es considerar la fabricación del producto en el
mismo país de destino. Los niveles de participación pueden ir, desde la
fabricación y venta y delegar en distribuidores locales la comercialización,
hasta la responsabilidad total del proceso, es decir, fabricación y venta
directa al mercado objetivo.
Las distintas opciones estudiadas pueden agruparse en
acciones “directas” e “indirectas” de organización de la exportación. Algunas
de estas opciones pueden contemplar el nombramiento de distintos intermediarios
en la cadena de distribución.
ORGANIZACIÓN DIRECTA
Este tipo de organización requiere un compromiso
considerable por parte de la empresa exportadora: está directamente implicada
en la fabricación y venta destinada a la exportación.
Si una empresa decide asumir toda la responsabilidad, como
hemos señalado, puede obtener ciertas ventajas como es el control permanente de
sus acciones comerciales, y sobre todo, en asuntos como el precio, crédito,
servicio postventa y demás aspectos de la receta del Marketing. Además la
empresa puede detectar a tiempo los cambios que se puedan producir en los
ámbitos políticos, económicos y/o financieros.
Otras situaciones en las que la venta directa puede ser
adecuada son:
- Cuando el comprador especifica el pedido sobre la base de un contrato.
- Cuando es necesario un suministro continuo de materias primas o productos semielaborados o terminados, así como las visitas periódicas para negociar nuevos contratos.
- Cuando se venden productos técnicamente complejos a mercados claramente diferenciados.
- Cuando la proximidad geográfica permite el fácil traslado de los representantes de la empresa al país importador y cuando existen buenas comunicaciones.
- Cuando el número de clientes es mínimo pero realizan grandes pedidos; entonces el tiempo y gastos de viajes son perfectamente admisibles.
Desde el punto de vista de la empresa exportadora, el tener
representación directa en el proceso puede ser una opción positiva ya que se
puede obtener información constante que le sirva para tomar decisiones sobre
futuros niveles de compromiso y/o participación en estos mercados a los que
exporta.
Cuando la empresa decida por distintas razones que el
producto debe ser fabricado en el país de destino, tiene varias opciones, según
el grado de compromiso financiero que este dispuesta a asumir.
La asociación con una empresa subsidiaria en otro país puede
resultar muy ventajosa para hacer negocios. Ofrece la ventaja de fabricar y
vender directamente, o solo asociarse para vender, y seguir fabricando en el
país de origen. Es decir, puede ser sólo una organización para vender.
Si delegamos en una organización de venta en el país de
destino, con el tiempo puede convertirse en una red de distribución completa.
Si la empresa subsidiaria colabora en la fabricación de nuestros productos,
aporta los espacios industriales para la fabricación a gran escala, necesitará
de nuestra parte un compromiso financiero y de gestión mucho más alto.
Se pueden dar varias razones para establecer una
subsidiaria:
- Un mercado en rápida expansión que puede precisar más producción y que la compañía en estos momentos no puede fabricar en el país de origen o que pueda colapsar su atención al mercado interior propio.
- La política de precios puede coartar la exportación de bienes por no ser competitivos y obligue a la empresa tener que fabricar en el país de destino.
- Ahorros considerables en transportes y otros costes que afectan a la exportación directa.
Hay que estudiar con atención otras consideraciones como
pueden ser las ordenanzas reguladoras del comercio en los países de destino,
así como las políticas fiscales y otros preceptos legales que se aplican en
estos países. Esto determinará la conveniencia de montar o no una subsidiaria. La
empresa conjunta (Joint Venture) es
otra opción abierta a la empresa exportadora, que ofrece la oportunidad de
invertir capital en el extranjero concertando una asociación con una compañía
local.
Estos acuerdos son normales entre compañías de los sectores
de transporte, construcción y alta tecnología.
No cabe duda que es una garantía la fusión o asociación con
una compañía bien establecida que ya generalmente opera mediante un sistema de
distribución bien organizado.
Pero uno de los problemas principales de toda empresa
conjunta es el ejercicio del control y los desacuerdos que pueden surgir en las
decisiones políticas. Pero si estos problemas no se dan, y existe financiación
local para el establecimiento conjunto y no hay trabas para operar, asegura
siempre un buen ambiente de negocio.
ORGANIZACIÓN INDIRECTA
La mayoría de las transacciones internacionales se llevan a
cabo a través de empresas intermediarias, o lo que denominados organización
indirecta. Se estima que el 50% del comercio mundial se hace a través de
intermediarios, es decir, personas u organizaciones que intervienen o actúan
como representantes entre vendedores y compradores.
La forma mas conocida es la representación. Si una empresa desea exportar puede tomar contacto
con un agente en el país de destino que le puede ofrecer unos servicios especializados
que incluye investigación del mercado, logística, transporte, distribución y
publicidad para la promoción y venta de sus productos.
La selección de estos agentes debe realizarse con sumo
cuidado, lo que supondrá al director de la empresa u otro miembro de la misma,
tener que entrevistar al agente y verificar sus credenciales. Los criterios
para la selección y evaluación del candidato son:
- Cuanto tiempo lleva establecido. (El tiempo no debe ser obstáculo porque este agente se haya establecido recientemente a raíz del crecimiento de un determinado mercado y puede aportar una amplia cartera de contactos y clientes)
- ¿Conoce y domina el agente el segmento particular del mercado?
- ¿Puede aportar referencias sobre su reputación, su integridad y solvencia financiera
- ¿Podrá la empresa trabajar con el agente? Es decir, ¿la política y filosofía de la empresa es compatible o extensible al agente?
- ¿Puede ofrecer el agente algún servicio adicional propio como el apoyo técnico o servicio post-venta?
Después de verificar estos preliminares básicos, tomaremos
la decisión de contratar sus servicios.
Si el producto es de naturaleza técnica y no es posible contactar con un
agente o representante cualificado, la empresa no tendrá mas remedio que formar
a una persona o grupo concreto, y ponerlo a disposición del agente
seleccionado. Este se sentirá apoyado y motivado para cumplimentar sus
compromisos.
Para que este contrato de colaboración interprofesional sea
un éxito deben establecerse en el mismo, cláusulas relevantes y perfectamente
asumibles para ambas partes.
El acuerdo deberá proporcionar al agente estabilidad,
seguridad y cierto grado de flexibilidad teniendo en cuenta las circunstancias
cambiantes del mercado. Un tratamiento justo y equitativo a los agentes
proporcionará a la empresa una buena reputación, que pesará mucho en los
futuros tratos con el país de referencia.
Otros medios de exportación indirecta se realizan a través
de Distribuidores. La diferencia con el agente es que éste trabaja a comisión,
mientras que el distribuidor compra los productos y los comercializa en función
de sus costes comerciales y criterios de márgenes de beneficios.
El distribuidor financia la compra de productos o artículos
terminados y en cantidades grandes para obtener mayores márgenes y ahorrar
costes de importación. Será responsable legal y comercialmente ante sus
clientes y podrá ofrecer también el soporte técnico y de post-venta necesarios.
Los distribuidores varían en tamaño y escala de actividad,
dependiendo a menudo del sector del mercado en el cual operan.
El responsable del departamento de exportación de la empresa
tendrá que elegir entre la opción de tratar con un distribuidor a escala
nacional o a través de cierto número de distribuidores regionales o comarcales.
Cada opción tendrá su correspondiente interés para la empresa.
Cualquiera que sea la opción elegida, la empresa debe de
formalizar un acuerdo contractual bien estructurado si desea mantener una
relación a largo plazo con el país de destino.
La empresa puede encontrarse con un distribuidor cuyo único
interés sea vender y obtener beneficios inmediatos, sin ofrecer servicios que
cubran las necesidades a largo plazo que puedan demandar los clientes.
Este tipo de distribuidor deberemos rechazarlos de plano,
porque puede afectar gravemente a los intereses de la empresa, en cuanto a la
mala imagen que pueda dar en el mercado por su mal servicio. Esto podremos
evitarlo si tenemos en cuenta unos preliminares básicos en el momento de la
selección del distribuidor que se verá reforzada con una buena formación y
estrecha colaboración con su personal a todos los niveles de su organización.
La licencia es otra forma de entrar directamente en
los mercados extranjeros. Si la empresa fabrica un producto o un proceso
técnico protegido por una patente, podrá cederlo a otra empresa que esté
dispuesta a fabricarlo bajo licencia en otro país. En estas circunstancias la
empresa cedente puede entrar en otros países a los cuales le resultaría
imposible hacerlo directamente, debido a tarifas u otras restricciones del
comercio en esos países.
Por ello el coste de montar una subsidiaria para fabricar
puede ser prohibitivo, pero esto se puede solventar si se realiza un acuerdo de
cesión de una licencia. Aunque no es tan interesante como otras opciones este
acuerdo al menos permite la entrada en el mercado exterior con un riesgo
mínimo.
El problema que se puede plantear es que el licenciatario,
por una razón u otra, no pague los royalties pactados a la empresa en su debido
momento.
Existen otras formas de intermediación, que citamos a
continuación:
Empresas de
importación-exportación, ubicadas en el país
de origen, donde compran los productos para su venta y distribución en el
exterior por cuenta propia.
Oficinas de compra en
el extranjero, donde las grandes compañías pueden
establecer oficinas en el extranjero como parte de su representación exterior.
Organizaciones
individuales (broker) que compran en el
extranjero y obtienen una comisión sobre las ventas negociadas.
Empresas de
exportación por lo general instaladas en el país de origen
que efectúan todo tipo de actividad comercial en el extranjero en nombre y
representación de uno o más fabricantes, ofreciéndoles flexibilidad y una
amplia gama de servicios.
RESUMEN
1. El experto en
marketing dispone de cierto número de opciones abiertas cuando trata de
seleccionar y evaluar unos canales de distribución adecuados.
2. Ciertas
consideraciones son importantes, como el ámbito de compromiso financiero y el grado de riesgo que la
empresa está dispuesta a correr.
3. Las opciones
varían desde una mínima participación en el proceso de exportación hasta un
compromiso total, no solo para exportar lo que se fabrica en origen sino
fabricarlo en el país de que se trate.
4. En la exportación
existen dos clasificaciones generales: exportación directa e indirecta.
5. Con la
implicación directa la empresa nombra a un responsable o ejecutivo superior que
es el responsable de organizar y dirigir la organización en ese sentido. La
responsabilidad de este ejecutivo será mayor cuando se trate de ventas directas
de naturaleza técnica, y cuando dicho producto es de mucho valor medio por
unidad.
6. Una empresa
conjunta de fabricación puede dar a la compañía exportadora cierto prestigio,
sobre todo si se fusiona con una compañía que opere plenamente en el país de
que se trate.
7. La venta
indirecta se realiza a través de agentes que operan en el país al que se
exportan los productos. Una gran parte
de la las transacciones mundiales se hace mediante la intervención de agentes y
distribuidores.
+ INFO:
IEGE/MADRID/ESPAÑA
Dpto. Información de
Programas
iegegroup@mixmail.com
Este Cuaderno
forma parte de la serie que edita en PDF el INSTITUTO EUROPEO DE
GESTIÓN EMPRESARIAL.
Titulo: "COMO
LLEGAR A SER UN EXPERTO EN MARKETING"
Autor: Pedro
Rubio Domínguez
© ISBN-13-:
978-84-692-2191-4 / Nº REGISTRO: 09/39504
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