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domingo, 23 de febrero de 2014

GESTIÓN EMPRESARIAL: UNIDAD 2 " PROCESOS DE PLANIFICACIÓN" TEMA 6 "DIRECCIÓN POR OBJETIVOS DEL SECTOR PÚBLICO"


En este Tema se identifican y explican las diferencias existentes entre los objetivos de las empresas del Sector Público y las del Sector Privado y cuales son los objetivos de unas y otras.


INTRODUCCIÓN

Aunque usted no trabaje para el sector público, es casi seguro que alguna vez ha tenido contacto con él. Esto puede haber ocurrido porque posiblemente haya presentado ofertas para concursar a contratos u obras del Estado, pedir autorizaciones para montar su empresa o su fábrica o simplemente haber solicitado su pasaporte en una comisaría de policía.

Por estas razones, es por lo que estudiamos en este Tema los pormenores de la dirección y planificación objetiva en el sector público. Conocer las peculiaridades de la administración pública nos servirá de gran ayuda en nuestros conocimientos sobre esta materia, que no es ajena a ninguna persona física o jurídica del ámbito de la comunidad empresarial.

Las tradicionales entidades del sector público pueden ser reorganizadas para mejorar su rendimiento si centran sus esfuerzos y recursos en rediseñar aspectos claves de su gestión, como la prestación de servicios o la separación de funciones.

A través de la privatización de los monopolios estatales y la liberalización de los sectores, los gobiernos de todo el mundo han introducido las fuerzas del mercado en la electricidad, las telecomunicaciones y otras actividades económicas antes gestionadas por el sector público. Esto ha incrementado la productividad a medida que empresas del Estado comienzan a adoptar prácticas del sector privado.

Los organismos públicos son, a menudo, monopolios que administran y prestan servicios esenciales, como fueron en origen los servicios de Correos, Telefónica o Iberia en España.

Sin embargo, con frecuencia, los gobiernos no están tan dispuestos a privatizar o liberalizar actividades como: el orden público, las prisiones, la recaudación de impuestos, la administración estatal o autonómica y, en muchos países, la educación y la sanidad. En estas áreas como es lógico se anteponen los objetivos sociales a los económicos.

El resultado es que los organismos públicos que cubren estos sectores económicos no pueden dejar de prestar servicios no rentables, despedir a empleados, aprovechar las oportunidades del libre mercado u ofrecer los salarios necesarios para captar a los mejores profesionales.

Así pues, consideramos que las entidades del sector público, como las del sector privado, deberían organizarse para mejorar su productividad. Existen muchos organismos en nuestro país, como por ejemplo los Ayuntamientos que podrían abordar las causas de la escasa productividad de algunas de sus áreas y darse la oportunidad de rediseñar políticas basadas en una buena gestión al estilo de las empresas privadas.

Por ejemplo, pueden aplicar prácticas innovadoras en áreas como las tecnologías de la información y las compras. La experiencia del sector privado demuestra que un rediseño organizativo adecuado puede disipar la inercia y la complacencia, reestructurando y actualizando a las organizaciones del Estado y centrándolas en cuestiones fundamentales para mejorar la productividad, a través de la racionalización de las responsabilidades burocráticas centrales, la formación adecuada de los equipos gerenciales y la separación entre el diseño y la prestación del servicio

MOTIVACIONES DEL SECTOR PÚBLICO

En el tema anterior vimos cómo una empresa del sector privado la componen personas que se sienten atraídas por la consecución de objetivos económicos y profesionales. A veces éstos podían estar en desacuerdo con los objetivos de sus empresas.

En el sector público se dan condiciones parecidas, excepto que sus inquietudes y motivaciones de sus componentes, funcionarios, jefes de departamento etc. son distintas al de las empresas privadas. Es importante tener presente esta observación cuando tratemos con funcionarios del sector público.

En primer lugar, es necesario entender lo que significa  "sector público".

Cada país tendrá un equilibrio presupuestario distinto en orden de atender los servicios que precisa la comunidad. En España el Estado atiende entre otros a los siguientes sectores: Sanidad, Educación, Pensiones, Seguridad, Vivienda, Transporte, Agricultura, Comunicaciones, Infraestructuras, Industria, etc. y las prioridades son de todos conocidos, sobre todo las sociales.

Generalmente, los contribuyentes presionan al gobierno de turno para que haga más por menos. A las entidades del sector público les resulta difícil cumplir este objetivo principalmente debido a la falta de competencia, que impulsa o motiva al sector privado. Por consiguiente, deben adoptar un tipo de organización que estimule el rendimiento desde dentro, algo que supone o conlleva serias dificultades.

RECURSOS EN EL SECTOR PÚBLICO

Una de las diferencias principales entre los sectores públicos y privados, es el origen y aplicación de los recursos. Mas adelante estudiamos las formas en que las empresas privadas obtienen ingresos, controlan sus gastos y aplican políticas estrictas tendentes a armonizar su política de inversiones y de ganancias.

Aunque a algunos departamentos del gobierno se les exige obtener beneficios, este no es el objetivo primordial de la mayoría. En conjunto, los gobiernos tienen la obligación de redistribuir sus ingresos en beneficio de la población en general, si bien es verdad,  esta política distributiva nunca complace a todos por igual.

El Estado y las demás Entidades Públicas, para hacer frente a las necesidades y servicios públicos, necesitan una obtener cuantiosos ingresos.

PRESUPUESTOS DEL ESTADO

El Gobierno para conseguir sus objetivos con el equilibrio de ingresos y gastos, realiza un presupuesto anual que es refrendado por el Congreso de los Diputados.

Al igual que en cualquier tipo de organización, los objetivos individuales y colectivos pueden enfrentarse. Los responsables de los presupuestos tienen sus propios criterios de cómo aplicar correctamente las partidas del presupuesto, pero estos tendrán sus críticas y recibirán sugerencias para realizar los ajustes pertinentes.

Como los diputados pertenecen a distintas regiones de nuestro país, defenderán celosamente sus territorios electorales, y forzarán con las enmiendas al presupuesto aumentar las dotaciones a sus distintas regiones, con lo que aumentará su status.

Debido a la personalidad del funcionario público, éste se verá sometido a muchas presiones por parte de grupos o colectivos (lobby) que en algunos casos acudirán al soborno para alcanzar sus objetivos, dado que por lo general estos funcionarios son permeables a estas prácticas irregulares, como la historia actual de nuestro país nos lo está demostrando.

Pero esto no solo ocurre en nuestro país, en muchos países el soborno es una parte aceptada de las negociaciones con los funcionarios públicos.

Este precedente está dominando la actualidad en el proceso de toma de decisiones y los actuales funcionarios se ven frenados por una secuencia de prácticas pasadas por todos conocidos. Hasta que no cambie la política de claridad, no podremos olvidar el pasado. Toda iniciativa nueva suele tardar en instalarse en el sistema y se espera que de sus frutos lo antes posible.

CÓMO SE PLANIFICAN LOS SERVICIOS PRESTADOS POR EL SECTOR PÚBLICO.

Las empresas del sector privado miden su eficacia de forma bastante clara: por los beneficios que consiguen al final del ejercicio económico.

Pero los organismos públicos son, a menudo, monopolios que administran y prestan servicios esenciales y por lo general tienden a anquilosarse y hacerse más grandes a medida que pasa el tiempo, en parte debido a su reticencia a deshacerse de lo inservible. El resultado no es solo el derroche de tiempo y dinero, sino también las difusas fronteras entre departamentos y la falta de delimitación de funciones y responsabilidades, lo que obstaculiza el rendimiento real y efectivo de bienes y recursos humanos.

Por otro lado los organismos públicos suelen tener unos objetivos sociales globales, como por ejemplo, eliminar el terrorismo o la delincuencia. Esto puede dificultar el establecimiento de un orden de prioridades en los objetivos, cosa que no ocurre en el sector privado, donde la obtención de beneficios es prioritaria sobre cualquier otra cosa o atención natural.

Y por último, los funcionarios públicos presentan sus propias complicaciones. Muchos universitarios opositores eligen puestos en el sector público no por la vocación de ayudar a otras personas—aunque existen casos únicos de perseverancia y honestidad en este sentido-- sino para asegurarse un puesto de trabajo con carácter vitalicio. En este contexto, las prácticas en la selección de recursos humanos a través de otros sistemas novedosos (empleados en el sector privado), representan un problema político porque podría implicar la pérdida de empleos en el propio país.

Además, el sector público suele tener una plantilla de empleados sumamente estática y los sindicatos o asociaciones profesionales de funcionarios estatales, limitan la libertad de contratación y despido.

Consecuentemente, es poco probable que una empresa del sector público quiebre. Podrá criticarse a sus gestores, pero siempre se hallaran fondos para paliar estas situaciones.

Podríamos pensar entonces que una empresa pública puede derrochar sin ningún control. Este sentimiento nos asalta a menudo, debido a las tristes experiencias de eventos públicos como la Expo de Sevilla 92, AVE, escándalos muy significativos de la última década del pasado siglo XX. Actualmente, y durante la última década de este siglo, los escándalos se ha multiplicado por 10, y son miles los políticos y funcionarios públicos que están siendo procesados y encarcelados por practicas relativas a la corrupción y otros hechos punibles.

Esta acusación y otras similares la han hecho a menudo los críticos de la empresa pública. Pese a ello es posible asegurar que los organismos dependientes del Estado tienen responsabilidad y que la eficacia de su trabajo se puede medir de la forma siguiente:
  • En un Estado y economía democráticos la población decidirá mediante el voto, si el Gobierno ha usado sus recursos de forma eficiente.
  • El análisis coste-beneficio evaluará la oportunidad de gastar en términos de oportunidad o necesidad. Así por ejemplo, si el presupuesto es escaso o limitado y hay que elegir entre hacer escuelas, hospitales o carreteras, el Gobierno se decide a favor de una opción, las otras deberán quedar aparcadas durante un determinado periodo. Las ha pospuesto pero no las ha cancelado. Este es el dilema de los políticos, como satisfacer a todos por igual.
  • Pueden usarse medidas lógicas, para decidir en estas prioridades. Por ejemplo para hacer un nuevo hospital, se puede evaluar los siguientes parámetros: la tasa de incidencias de patologías no atendidas en una determinada localidad, la proporción de pacientes con respecto a médicos que los atienden, etc.

PRESUPUESTOS ECONÓMICOS Y GASTOS CORRIENTES.

En el proceso de planificación de los presupuestos del Estado se tendrá en cuenta el plan de gastos e inversiones y los plazos de realización de los proyectos en marcha.

El gobierno actual puede haber heredado proyectos aprobados en etapas anteriores con presupuestos fijados en el pasado y no poder cambiar los efectos de dicho presupuesto, del mismo modo que el capitán de un petrolero le resulta imposible sortear un obstáculo imprevisto.

Al contrario que una inversión del sector privado, la inversión realizada por el Estado tratará de conseguir un beneficio social o cubrir alguna necesidad de la comunidad. Esta inversión no producirá un aumento mensurable de la riqueza nacional ni se puede usar directamente para añadir a la producción económica del país, pero si se puede maniobrar para que exista un efecto  "dominó". Por ejemplo, la ausencia de un centro de salud en un pueblo se puede medir estudiando:
  1. Coste de días perdidos por enfermedad en la población activa del municipio.
  2. Impacto económico de perdidas de renta por parte del asalariado, a causa de un accidente o de muerte inevitable.
  3. Coste de los viajes y desplazamientos de las personas que tienen que acudir a otros centros cercanos.
  4. Traslado de residencia de los trabajadores a otras localidades mejor dotadas de servicios médicos.
Los proyectos de inversión pospuestos para más adelante corren el riesgo de ver incrementado sus costes debido a la inflación. Un aeropuerto construido hoy empleará tecnología actual, que puede ponerse al día a lo largo del tiempo. Si se pospone, todos los equipos y demás elementos de su infraestructura resultarán más complejos y caros en el futuro.

Estos problemas son más costosos si se aplican a servicios existentes en la actualidad. Si los programas de sustitución y renovación se retrasan, los costes se ven multiplicados, debido a la necesidad de eliminar primero los equipos o edificios que han cumplido o excedido su periodo vital.

Pensemos en un automóvil: si se mantiene renovando las piezas durará mucho tiempo y el deterioro de su funcionamiento será gradual. Si se pospone el mantenimiento algunas piezas se desgastarán más aprisa hasta que todo el sistema falla y haya que sustituirlo por completo.

Es muy fácil limitar las inversiones. Los capitales de hoy aseguraran no tenerlos que realizar en un futuro. El dinero invertido hoy en construir una escuela exigirá contratar profesorado, calefacción y electricidad durante el periodo de vida de la escuela, aparte de la renovación y mantenimiento. Este es el efecto positivo del gasto, puesto que fomenta el empleo y de forma inducida beneficia a muchos trabajadores y empresas.

Resulta difícil eliminar en los gastos actuales los que se previeron en presupuestos anteriores. Hay que seguir cubriendo los salarios y los costes de funcionamiento, pero el mantenimiento, si se descuida, pone en peligro los bienes del Estado.

EJEMPLO (I)

En el sector público la gestión del rendimiento brilla, a menudo, por su ausencia.  Los casos en los que si se aplican herramientas de gestión del rendimiento en sector público suelen derivar en una maraña de procesos irrelevantes y lejanos a la actualidad real.

Una oficina de correos europea, por ejemplo, empleó 3.300 parámetros de medición, y, sin embargo ninguno de ellos parecía explicar lo que realmente impulsaba su rendimiento. Por otro lado, el sistema fue impopular entre los responsables de la oficina, por la dificultad de recabar datos y porque una vez reunidos éstos no revelaban las verdaderas causas del problema.

Un organismo público únicamente conseguirá los resultados que pretende si analiza los elementos esenciales del sistema en su conjunto y las interrelaciones existente entre ellos. Esto se logra teniendo una visión clara de sus objetivos y creando un cuadro de mando con unos cuantos parámetros básicos para ayudar a los responsables a analizar lo que realmente está sucediendo.

El proceso de establecimiento de objetivos y evaluación del rendimiento que resulta de utilizar estos parámetros no solo estimula a los empleados, sino que además aporta datos sobre lo sacrificios y compromisos que exigen las estrategias adoptadas.

En ocasiones el número de parámetros de medición del rendimiento debe reducirse.  La oficina de correos mencionada anteriormente revisó sus 3.300 parámetros, priorizando 12 indicadores clave que impulsan el valor y estableciendo responsables sobre los mismos. Esta simplificación permitió la realización de informes más frecuentes y exactos, facilitando la toma de decisiones con agilidad y aumentando la eficiencia de la entidad.

EJEMPLO (II)

La separación de funciones ayuda a los organismos públicos a centrarse en mejorar su productividad, por ejemplo en el tema de las compras, aprovechando la fuerza que les confiere su condición de cliente.

El Ministerio de Defensa británico se basó en esta idea cuando introdujo una nueva estructura de compras de suministros militares. En virtud de un nuevo programa, bautizado con el nombre de Smart Acquisition, se crearon dos entidades organizativas independientes con responsabilidades propias.

Una de ellas, el ECC (Equipment Capability Customer), establece las capacidades técnicas y militares necesarias para atender los compromisos de las fuerzas armadas del país y decide qué resulta asequible y qué no. La otra es un órgano ejecutivo—La Agencia de Aprovisionamiento de Defensa—que asume el papel de proveedor y gestiona el proceso de licitación y aprovisionamiento.

Esta separación de funciones también debe aplicarse a la central de una entidad del sector público. Las centrales tanto del sector público como las del sector privado tienden a burocratizarse a menos que su estructura interna sea revisada con regularidad. En el sector público tienden a ser muy grandes, con enormes presupuestos y plantillas de empleados. Tanto los proveedores de servicios como las subdivisiones ejecutivas a menudo están situados en las sedes centrales, formando parte del mismo centro organizativo.

Dejar claras cuáles son las funciones diferenciadas permite que tanto los gestores como el personal se centren en las actividades más apropiadas, aumentando así su productividad y garantizando que la elaboración de políticas tenga un carácter diferente a la prestación de servicios.

RESUMEN

  1. Este ha sido un tema interesante que el alumno deberá leer. Muchas veces  las empresas y los empresarios obvian estos temas por no creerlos importantes.
  2. Suponemos que se habrá dado cuenta que este capitulo es importante para usted y la repercusión que puede tener para su vida privada y la de su empresa. Lo hemos hecho a propósito. Los empresarios dedican gran parte de su tiempo a buscar información, reflexionando sobre ella y llegando a conclusiones que se pueden poner en práctica.
  3. Cuando los gobiernos liberalizan los servicios públicos---las carreteras y otras industrias, por ejemplo—las ganancias potenciales de productividad son muy grandes.
  4. Muchos altos responsables del sector público, al igual que ocurre con sus homólogos del sector privado, tienen que entablar una lucha sostenida (por lo recursos e influencias) con los responsables de otros departamentos. El resultado puede ser una falta de unidad y dirección, con un efecto desmoralizante sobre el conjunto del personal.
  5. Cuando los miembros del equipo de gestión tienen una estrategia compartida y dejan de competir por los recursos pueden comenzar a trabajar juntos con mayor eficacia.
  6. Si se aplicaran realmente los postulados de la empresa privada en las del sector público se podrá ayudar a éstos a centrarse en sus prioridades y a incrementar su grado de responsabilización, prestando con eficacia los servicios que demanda la opinión pública, con un nivel de costes eficiente.
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Este Tema forma parte de la serie "Cuadernos de Gestión Empresarial" editados por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL.

Titulo: INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL
Autor: Pedro Rubio Domínguez
ISBN-84-689-7602-4-Registro:06/21440


Pueden reproducir los textos (sin finalidad comercial) citando la fuente:
© Instituto Europeo de Gestión Empresarial- Madrid (España) CIF B78404290
"INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL"
© Pedro Rubio Domínguez
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