Los buenos ejecutivos forman a su gente por sistema, independientenmente de su categoría, y no sólo porque se preocupe por ellos, sino porque les es rentable. Esto es evidente: el personal capacitado rinde mucho más que el que no tiene formación específica.
La práctica no es suficiente. Si alguien hace algo incorrectamente, y practica mucho, al final prende a hacerlo perfectamente mal.
Piense que la formación es una experiencia acelerada. Le permite a su persona aprender de los errores cometidos por otros y evitar el sufrimiento que supone aprenderlo por uno mismo.
Por este motivo, y a través de este articulo y próximos a publicar por nuestro Blog, le recomendamos:
1. Diseñe un plan de formación como complemento al plan de marketing. Usted necesita la gente adecuada en el sitio adecuado, con los conocimientos y dominio de técnicas necesarias, para que el plan tenga éxito.
2. Como norma, dé una formación a cada miembro de su equipo. Si no lo hace, aquellos con un mayor potencial serán los primeros en dejar la empresa. Victor Rice, presidente de la Compañia canadiense Varity Corporation, dijo: " Nosotros hemos establecido una rutina para cubrir las bajas que consiste en: "si a la persona que ocupa este puesto le pillara un autobús mañana ¿ a quién pondría en su lugar?" Si usted tuviera que designar a aquélla persona que mejor se adaptara, con un mínimo de formación --quizas dos años-- al puesto. ¿Quién sería? Y si le diéramos 5 años de formación "Sería otra persona distinta?"
3. Ayude a la gente a que aprenda a hacer otros trabajos además del suyo propio, a que tenga una experiencia más amplia, a cubrir otros puesto en caso de emergencia, y a evitar que el trabajo sea repetitivo y aburrido.
Textos extraidos del libro GUIA DEL EJECUTIVO EFICAZ.
Autores: Ron Coleman / Giles Barrie
EDITORIAL PARANINFO-MADRID(ESPAÑA)
ISBN 84-283-1852-2
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