Muchas compañías llevan años manteniendo una línea conservadora de su modelo de negocio por miedo. Creen que la innovación puede ser una oportunidad, pero también un riesgo, por lo que prefieren no arriesgar. Mientras tanto, en su sector seguramente estén emergiendo nuevos modelos de negocio que, más que ganar un porcentaje de cuota de mercado, lo que buscan es quedarse con todo.
¿Innovar o intentar mantener el statu quo para 2018? Los expertos en innovación de modelo de negocio de Igeneris lo tienen claro. 'Lo verdaderamente arriesgado es no hacer nada', señala su CEO, José López García de Leániz. Por ello, han destacado las siete cosas que deben hacer o tener en cuenta todas las empresas y, en concreto, sus áreas de Innovación si quieren tener buenos resultados reales el próximo año:
- Visión y visualización. "Antes de emprender cualquier cambio -indican en un comunicado- es importante saber por qué se hace". Se trata de "comunicar bien esa nueva visión a toda la organización para que se convierta en un objetivo compartido y visualizar la foto de llegada. De hacer ingeniería inversa: ser ambicioso pero también realista".
- Crear una agenda. "Todo lo que se vaya a implementar tiene que estar en los planes de acción del año y previsto en los presupuestos", recomiendan. "Es la única forma de que esté presente en las agendas de los Comités de Dirección".
- Centrarse en un reto estratégico. "Además de visualizar el objetivo e incluirlo en la agenda, es imprescindible circunscribir la innovación a retos estratégicos. "De lo contrario -opinan- existirá demasiada dispersión y ambigüedad a la hora de generar ideas". Poner el foco en las áreas donde se vislumbren las mejores oportunidades o en las áreas donde residan las principales amenazas para la compañía "no es incompatible con ser ambiciosos y soñar", añaden.
- Innovar en productos y en el modelo de negocio. Hay quien sigue confundiendo o metiendo en el mismo saco la innovación de producto y la de negocio, pero conviene distinguirlas bien desde un primer momento. "Las dos son necesarias, pero el botín a capturar no es igual de valioso", apuntan desde Igeneris. "Los nuevos productos son necesarios para mantenerte en el campo de juego; pero si se lanza un buen producto, lo copiarán enseguida", indican. "Un modelo de negocio es más difícil de plagiar, ya que en él influyen múltiples elementos que, a su vez, pueden tener miles de combinaciones".
- Repartir la responsabilidad. Debe existir un líder del proyecto -el cual, señalan, es preferible "que no pertenezca al Comité de Dirección"- con reconocimiento de toda la organización. "Cuantas más personas tengan en su variable algún objetivo relacionado con la innovación, mejores serán los resultados", alegan.
- Fijar un presupuesto. Dotar de medios económicos al plan de acción que se tenga previsto es "vital para garantizar la supervivencia del mismo".
- Medir las expectativas. "En la innovación no hay atajos", revelan, por ello recomiendan "formar a la gente, fijar retos ambiciosos pero realistas, explicarlos bien y tener una persona o equipo detrás que monitorice todo lo que va saliendo para reaccionar rápidamente a lo que no está funcionando". En definitiva, se trata de gestionar bien las expectativas en todas las direcciones: al Consejo, al mercado y, sobre todo, dentro de la organización.
Para López García de Leániz, tener en cuenta estos siete puntos ayudará a las compañías a incrementar sus ventas y beneficios finales durante el próximo año. Eso sí, para ello no sólo tendrán que tener la capacidad de generar buenas ideas con las que conquistar el mercado sino, además, no conformarse con el statu quo y adquirir habilidades disruptivas o, en su defecto, contar con expertos capaces de implantarlas adecuadamente en su organización.
Fuente: Equipos y Talento
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