A menudo, se tiende a pensar que ser creativo es incompatible con la productividad, que siempre aparece relacionada con la limitación del tiempo. Pero trabajar durante muchas horas y de forma enfocada no es la única manera de ser productivo. De hecho, una buena idea puede generar un ahorro de energía y procesos que también puede incidir en los resultados.
Un artículo publicado en Fast Company ha revelado cinco trucos que permiten atraer la creatividad en el trabajo, al tiempo que se mejora la productividad del mismo. El primero de ellos se refiere a lo que llaman ‘distancia psicológica’, es decir, la aparición de ideas en momentos en los que la persona no está enfocada a otras actividades que nada tienen que ver con la creatividad y que, por lo general, según el profesor de psicología Lile Jia, se generan durante acciones rutinarias.
Para llevarlo a cabo, una de las claves es alejarse del problema o asunto en cuestión que requiere de ese enfoque distinto. Por ejemplo, pensando en la cuestión como si fuera hipotética, improbable, futurista, distante o irreal. Otra forma de alcanzar la distancia psicológica es cambiar a otro proyecto cada vez que uno se sienta bloqueado o abrumado, así como programar descansos regulares.
El segundo consejo redunda en el tema de la organización de tiempos. En este sentido, se recomienda iniciar este proceso creativo en aquellos momentos en los que la actividad cerebral está al máximo, lo cual suele establecerse -según varias investigaciones- en ciclos de productividad de 90 a 120 minutos que ocurren a lo largo del día.
En tercer lugar, se apunta a la importancia de autocensurarse, aunque de manera justa y apropiada. Esto supone incluir normas o reglas al asunto en cuestión que no deben ignorarse, pues dejar el ‘lienzo completamente en blanco’ puede generar un bloqueo mental que impida la aparición de ideas.
De hecho, los investigadores han descubierto que las personas que tienen menos recursos a su disposición para crear, tienden a mostrar más creatividad en la resolución de problemas y piensan de manera más amplia, porque cuando los recursos son abundantes, hay menos incentivos para usar las cosas de maneras innovadoras. Esto significa que, hasta cierto punto, la creatividad es situacional y puede cultivarse.
Por otro lado, para que la productividad creativa fluya, se necesita generar serotonina y dopamina, logrando así un equilibrio neuroquímico. Para ello, es clave reducir el estrés, puesto que las hormonas que genera ahuyentan los efectos de la serotonina -que potencian la creatividad y suelen ser más elevados por la mañana- y produce una presión arterial más alta, que resta valor a la capacidad general del cerebro para relajarse y concentrarse en el trabajo cognitivo.
Finalmente, se aconseja usar herramientas para pensar en Red o de forma conectada. Por ejemplo, el mapeo mental permite crear una imagen visual en la mente, trayendo consigo distintas ideas en el proceso. Se trata, por tanto, de una forma visual de organizar los pensamientos en torno a un tema usando palabras, colores, imágenes y números para resaltar ideas y establecer conexiones.
Fuente: Equipos y Talento
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