Yo puedo decir, honestamente, que poner un negocio en marcha ha cambiado mi vida. Cuando yo tenía catorce años, metido en la pequeña cocina de mi abuela en Escocia, nunca me hubiera podido imaginar que lo que empezaría como una empresa pequeña aventura casi infantil, vendiendo frascos de mermelada hecha en casa para los vecinos, se convertiría en lo que ha llegado a ser hoy. Nunca se me hubiese ocurrido que SuperJam llegase a vender millones de tarros de todo el mundo, en miles de tiendas.
Yo creo con firmeza, que cualquier persona puede iniciar un negocio, que cualquiera puede convertir su hobby en su carrera o vivir de algo que aman. Sé que mucha gente siente temor cada domingo por la noche, pensando en que llega el lunes y tienen que enfrentarse con la rutina de un puesto de trabajo que tanto odian. Pero no tiene por qué ser así.
No tengas miedo
La mayoría de la gente, por todo tipo de razones, tiene miedo a seguir sus sueños. Temen que la gente se pueda reír de ellos, que las cosas no funcionen o, peor aún, temen terminar en bancarrota.
Pero no hay que temer dar el paso y hay que atreverse a comenzar un negocio propio. Desde luego no hay ningún tipo de garantía que vaya a ser un éxito pero, siempre y cuando no tomes riesgos financieros exagerados para poner en práctica tu idea, no tienes por qué llegar a perder cifras descomunales. Y lo que sí es seguro es que vas a disfrutar, aprender y conocer a nuevas e interesantes personas a lo largo del camino.
Mi mejor consejo para alguien que sueñe con abrir un negocio es empezar poco a poco. Empieza con algo a lo que te puedas dedicar por las tardes y los fines de semana y con lo que puedas ir experimentando tus ideas y tanteando el mercado. De hecho, puedes lanzar tu idea sin necesidad de tener que invertir una gran cantidad de tiempo y dinero en ella. No es recomendable que abandones tu trabajo y rehipoteques tu casa para lanzarte a una aventura empresarial.
Sigue tus sueños
Se suele creer que la mayoría de la gente inicia su propio negocio simplemente para hacerse rico. Es cierto que si la empresa acaba convirtiéndose en un gran éxito, los millones van a ir acumulándose. Sin embargo, creo que la cosa más gratificante que ofrece tener un negocio propio es la oportunidad de ser libre, de hacer lo que te dice tu intuición.
No hay nada más asombroso que la sensación de levantarse por la mañana y hacer lo que sientes que tú naciste para hacer. Hacer un trabajo que te guste, que te apasione y que puedas disfrutar es altamente gratificante en sí mismo.
Recuerda: cualquiera puede tener una idea - en la cocina, en el dormitorio o en el garaje. Con un poco de amor, de imaginación y de trabajo duro, te puede cambiar tu vida.
Teresa Rodríguez Barnada
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P R O G R A M A
1. ¿Una buena idea es suficiente?
2. Lo que conviene tener en cuenta antes de arrancar
3. Plan de Negocios
4. Marketing y Ventas
Director del programa: Pedro Rubio Dominguez (MDI)
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