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jueves, 31 de octubre de 2019

20 trucos para aumentar la motivación de tus empleados



Un empleado motivado es sinónimo de satisfacción laboral, engagement y productividad. Cuando la fuerza laboral ha pasado a ser el epicentro de las compañías que buscan diferenciarse por el talento que aglutinan, es interesante repasar qué estrategias y políticas de RRHH reman a favor de una mayor motivación y felicidad en el puesto de trabajo, algo a lo que ahora contribuye también Edenred, que ha editado recientemente la guía "20 trucos para incrementar la motivación en el trabajo".

Si quieres contar con una plantilla cohesionada y motivada, toma nota de los consejos que Edenred recoge en su guía.

  1. Reconoce el buen trabajo. El reconocimiento al trabajo bien hecho es una de las vitaminas más potentes para mantener la motivación. Los logros deben ser celebrados, más allá de las recompensas económicas previamente acordadas  (bonos, comisiones, aumentos, etc.). En un equipo, dedicar tiempo a celebrar los hitos y a poner en valor el tiempo y esfuerzo empleados ayudará a generar confianza, unión. 
  2. Establece metas cortas y medibles. Los proyectos que se alargan en el tiempo son muy desmoralizantes. Como profesionales, necesitamos tener la sensación de finalizar tareas y evaluar su resultado. Sólo así podremos otorgarle un significado a lo que hacemos. Para ello, introduce metas cortas y medibles. Este feedback continuo impulsará tu motivación ya que verás reflejado el resultado de tu trabajo.
  3. Escucha. A ti mismo, a tu equipo, a tus superiores… Escuchar te permitirá entender mejor a los que te rodean y hacerles sentir valorados. Esa sensación puede ser un estímulo positivo en tu día a día.
  4. Piensa siempre en positivo. La felicidad en el trabajo y un ambiente positivo tienen un gran impacto en el futuro de tus proyectos. Teniendo en cuenta esto, adopta siempre un pensamiento que dé más importancia a aquello que salió
    bien que a los fallos cometidos.
  5. Mantente bien alimentado. Mantener unos altos niveles de energía en el cuerpo es fundamental si queremos rendir en nuestro trabajo. Sin una alimentación sana y equilibrada, nuestra capacidad de atención y productividad se ven muy afectadas. Durante la jornada laboral intenta realizar comidas de fácil digestión y bajas en grasas. Ten siempre a mano snacks sanos como fruta o frutos secos y, sobre todo, hidrátate. ¡No te olvides de tener siempre el agua a mano!
  6. Realiza descansos regularmente. Hacer pequeñas pausas es fundamental para mantener la motivación. ¿Por qué? Porque nos ayudan a relajarnos y evitar que caigamos en el aburrimiento con nuestras tareas; nos permiten retener la información generada durante el trabajo, y nos invitan a reevaluar viejas ideas y a generar otras nuevas.
  7. Mantente en forma. A parte de nuestra alimentación, nuestro estado físico juega un importante papel en nuestra motivación. Una persona en buena forma es mucho más activa, se siente más fuerte y, por lo tanto, se ve capaz de sacar el trabajo adelante más fácilmente. Este componente físico y psicológico es clave para dar lo mejor de nosotros mismos. No lo dudes y haz deporte al menos dos veces por semana. Si no tienes tiempo para ello, evita permanecer muchas horas sentado, intenta caminar todo lo que puedas y olvídate del ascensor.
  8. Encuentra tu propósito profesional. Sentirnos a la deriva profesional es, sin lugar a dudas, una de las sensaciones más desmotivadoras dentro de la vida laboral. Para evitarlo, trata siempre de dar sentido a tu trabajo. Plantéate si es lo que realmente quieres y si estás en el lugar donde te gustaría estar. Si crees que no es así, quizás debas empezar a pensar en introducir algún cambio en tu vida profesional.
  9. Se transparente. Cualquier persona que trabaje junto a ti, ya sean compañeros, empleados, socios o clientes; agradecerán tu sinceridad y honestidad. De este modo, estarás construyendo con ellos una relación de confianza que a la larga resultará muy satisfactoria.
  10. Se claro y conciso. Cuando trabajas con un equipo es fundamental que la comunicación, en todas direcciones, sea fluida, clara y precisa. De este modo, todas los integrantes saben qué es lo que se espera de ellos y reciben feedback de su trabajo.
  11. Visualiza tus metas y compártelas. Para mejorar la motivación y la productividad, no hay nada mejor que visionar las grandes metas y compartirlas con el equipo de trabajo. Exteriorizar y visualizar el objetivo final contagiará al grupo y hará que todos se sientan parte del proyecto.
  12. Actualiza tus conocimientos y habilidades. Acude a formaciones, haz cursos, practica un nuevo idioma… Aprender y aumentar tus aptitudes te ayudará a estar mucho más seguro de ti mismo y a desempeñar mejor tus tareas diarias.
  13. Disfruta de mayor autonomía. Sentir que gozas de cierta autonomía es una fuente de motivación. Nos recuerda el propósito de nuestro trabajo, elimina esa sensación de control que puede desalentarnos y activa nuestra creatividad. Esta autonomía debe ser recíproca entre todos los miembros del equipo de trabajo.
  14. Proporciona sensación de seguridad. Normalmente, el trabajo y el salario cubren las necesidades básicas de alimento y refugio. Sin embargo, según la jerarquía de Maslow, el sueldo también nos aporta bienes intangibles como seguridad, sentido de pertenencia, estima… Así, para poder mantenernos motivados, necesitamos deshacernos de ciertas preocupaciones y sentirnos seguros en nuestro trabajo.
  15. Genera confianza en el equipo. La confianza es esencial para mantener la motivación alta en cualquier equipo de trabajo. En este sentido, el lenguaje corporal puede ser un buen aliado. Tu postura dice mucho de ti, así que adopta una que transmita una actitud positiva y abierta.
  16. Incentiva el trabajo colectivo. Un todo es más que la suma de sus partes. Es decir, trabajar dentro de un buen equipo puede ser una fuente de energía positiva. Cuando la motivación de uno de los miembros decae, el resto sirve de apoyo para que todos vuelvan a dar lo mejor de sí mismos.  Aprovéchalo y trabaja las relaciones dentro de tu equipo. Existen numerosos ejercicios que fomentan esa unión, aumentan la cohesión y la productividad del conjunto.
  17. Ofrece beneficios sociales. Los beneficios sociales son prestaciones, al margen del salario, que las empresas ofrecen a sus empleados con la finalidad de mejorar su calidad de vida o de las personas a su cargo. Estas compensaciones han demostrado ser una herramienta clave para aumentar la motivación y la productividad en el entorno empresarial. Además, también reducen el absentismo y atraen talento. Entre los beneficios sociales más demandados encontramos los seguros médicos, tickets de comida, transporte o ayudas para guarderías.
  18. Cambia el escenario de trabajo. La rutina aburre y el entorno de trabajo se hace pesado cuando no existe la posibilidad de cambios. Para solucionarlo, trata de variar el mobiliario de vez en cuando o, si puedes, trabaja desde un espacio nueva. Este soplo de aire fresco será un impulso para tu motivación.
  19. Relájate. Saber reducir el estrés y tomarse un tiempo para relajarse es una excelente solución a la desmotivación. Para lograrlo, es primordial localizar qué es lo que está generando esa sensación negativa y actuar en consecuencia. También puedes prevenirlo siendo más organizado, manteniéndote en buena forma física y realizando ejercicios que te ayuden a desestresarte. Un paseo fuera de la oficina o una serie de respiraciones profundas pueden ser suficientes para lograrlo.
  20. Diviértete. Regla maestra. Disfrutar de tu trabajo es esencial para que desees que lleguen los lunes y que nunca te falte motivación. No todas las tareas que realices serán de tu agrado, pero intenta divertirte en el trabajo lo máximo posible.

Fuente: Equipos y Talento
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