Una de las máximas que cada vez más buscamos en nuestro trabajo es que tenga un buen propósito, que nuestra función o la misión de la compañía vayan más allá del propio negocio y marque la diferencia a nivel social o medioambiental y contribuya positivamente al bien común. Pero en un mundo que hoy parece casi en extinción, con una crisis galopante derivada de la pandemia del Covid-19, parece fácil caer en el desánimo, dejarnos influir por la negatividad, y perder el sentido o propósito que nos llevó a nuestro trabajo.
Ante esta falta de inspiración global, ¿Qué opinan los expertos?
Aunque es comprensible sentir que nuestro trabajo ha perdido su sentido, reavivar 'la llama' debería ser nuestra prioridad máxima. De hecho, tener un propósito profesional y sentirse identificado con una cultura corporativa “le da sentido y motivación a tu vida”, afirman expertos como Hatice Necla Keleş, profesora del Departamento de Gestión Organizacional de la Universidad de Bahçeşehir en Estambul en este artículo del Harvard Business Review. "Nada te da más energía que un propósito claro". Sin uno, "incluso levantarse de la cama cada mañana puede convertirse en el peor de los desafíos".
Afortunadamente, volver a comprometerte con tu trabajo y recordarte a ti mismo quién eres y por qué haces lo que haces no requiere necesariamente de un gran gesto o viaje interior, si no que muchas formas diferentes de encontrar un propósito.
Ahí van, de acuerdo a Up Spain, algunas de las vías para volver a encontrar el sentido a nuestro trabajo:
1. Abandona la negatividad
Como primer paso, debemos afrontar el origen de estos sentimientos de falta de sentido o identidad, y muy probablemente el culpable original de esta sensación sea el estrés.
En un día cualquiera solemos soportar cientos de momentos de micro-estrés; por ejemplo, cuándo un compañero no está de acuerdo contigo, cuándo te llama un cliente o un jefe enfadado, o de la guardería diciéndote que tu hijo tiene fiebre, por ejemplo-,y cuyo impacto afecta decisivamente a tu productividad y estado de ánimo.
Además, si a estos momentos de micro-estrés les sumamos los efectos psicológicos de una pandemia mundial, todo se magnifica. Sin embargo, existe un antídoto más simple de lo que parece; igual que los micro-momentos de estrés te pueden llegar a consumir, los micro-momentos de placer pueden invertir la dinámica.
En otras palabras, busca formas alternativas que te hagan sentir bien y con ánimo, como por ejemplo dar un paseo, asistir a un cine-foro a través de Zoom, o leer tu novela favorita.
En este proceso, los expertos también recomiendan tomarte un descanso de las noticias para así poder evitar la constante negatividad que afecta tu cerebro y tu bienestar y que nos roba energía y alegría a partes iguales.
2. Cultiva la humildad
En los malos momentos, sé paciente contigo mismo, y también date un respiro. Reconozcamos que ha sido un año intenso y muy difícil, pero por suerte o por desgracia, no debemos olvidar que no somos los únicos que sufrimos, si no todo el mundo, así que practiquemos la empatía y la compasión.
Así, lo más recomendable es cambiar de chip, recordarnos continuamente que no estamos solos, y, es más, estamos conectados a personas y a problemas más importantes. Es natural que de vez en cuando nos dejemos llevar un poco por la autocompasión, pero evitemos que nos domine por completo.
En este camino, practicar la gratitud facilitará la entrada a las emociones positivas que pueden neutralizar los desafíos que inevitablemente experimentamos hoy en día. Tal y como recordaba Viktor Frankl, el famoso psiquiatra austríaco y superviviente del Holocausto, "las personas podemos encontrarle sentido a la vida incluso en las situaciones más dramáticas".
3. Reflexiona sobre lo que realmente importa
Heleş también recomienda reflexionar sobre lo que realmente te importa y te motiva. "Encontrar significado en tu trabajo requiere reflexionar sobre cómo estás viviendo tu vida, cómo estás invirtiendo tu tiempo y cómo estás usando tus habilidades", dice.
Es un buen momento para preguntarte: ¿Qué me impulsa? ¿Cuáles son mis valores? ¿En qué soy bueno? ¿Y qué aportaciones deseo hacer?
Otro consejo útil para reencontrarnos laboralmente es pensar en lo que nos entusiasmó de trabajar en nuestra organización en un primer término, pensar en proyectos y planes que nos fortalezcan, charlar con compañeros y miembros del equipo, etc.
4. Ofrece tu ayuda a los demás
En un mundo perfecto, deberíamos alinear el propósito con la misión de nuestra organización y sentir que nuestro trabajo está contribuyendo a hacer un mundo mejor. Pero, en los momentos en que nos haya desaparecido esta sensación, aunque sea de forma temporal, debemos buscar vías para que este propósito también pueda ser personal.
Y, para ello, sentirnos útiles es una de las formas más gratificantes de conseguirlo. Por ejemplo, puedes ofrecerte para orientar o mentorizar a algún empleado/a, ofrecerte voluntario/a para ayudar a otro miembro del equipo, o apoyar a algún compañero/a de otro departamento.
En este sentido, todos los expertos coinciden en que, cuándo damos un paso adelante, aunque sea con pasos pequeños, empezaremos a recobrar el sentido y satisfacción que nos aportaba nuestro trabajo. Y es, precisamente, este sentimiento de interconexión lo que más necesitamos en estos momentos.
5. Enfoca tu trabajo diario al propósito global
La formación es otra estrategia que puede ayudarte a despertar de nuevo tu entusiasmo por el trabajo. Busca formas de hacer nuevas contribuciones para que tu presencia en la organización sea más significativa. Piensa en tus fortalezas, habilidades y las pasiones que podrían ayudar a tu organización a enfrentar los desafíos relacionados con la crisis del momento actual.
Como ejemplos, si sientes la necesidad de ser más activo en la gestión corporativa de la pandemia, plantéate ayudar en la planificación de la respuesta de tu empresa ante el Covid-19.
6. Reconoce y agradece el trabajo de tus compañeros
El hecho de que hayas perdido el entusiasmo por la misión de la organización no significa que hayas perdido el entusiasmo por tu equipo y compañeros, por eso te sugerimos hacer un esfuerzo por conectar con tus compañeros o miembros de tu equipo, incluso con aquellos que no te gustan.
Los estudios demuestran que expresar gratitud te da una base y proporciona un contrapeso a la negatividad que generan la crisis y la incertidumbre. En pocas palabras, decirles a los demás lo que significan para usted es una experiencia significativa por derecho propio.
7. Considera dar un giro a tu carrera laboral
Finalmente, hagas lo que hagas, no tomes una decisión precipitada en función de tu estado mental actual. Todos estamos sometidos a mucho estrés y nadie toma buenas decisiones en esas condiciones.
Por lo tanto, si estás pensando en dejar tu puesto, espera. Ahora mismo precisamente las condiciones del mercado laboral no son las mejores, y una vez que pase esta crisis, es posible que recobres las ganas de dar un giro a tu carrera laboral.
La paciencia, muchas veces, es la mejor compañera.
Fuente: Equipos y Talento
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