Este
Tema analiza el contexto social de la gestión y el impacto en el medio
ambiente. Relaciona los objetivos de la
gestión y los problemas sociales y distingue las distintas áreas de
responsabilidad social de la empresa.
INTRODUCCIÓN
En las empresas existen otras
obligaciones, al margen de ganar dinero y velar por los intereses de los
accionistas. Por ejemplo, las responsabilidades
que tiene la empresa desde el punto de vista social.
En Europa no existe una
uniformidad de criterio en materia social entre los distintos países y en la
mayoría de los casos estas responsabilidades están determinadas por las leyes.
Pero esta regulación en materia social no es sino la demanda de la opinión
pública que se encuentra inmersa en cambios constantes.
Pueden existir conflictos en el
papel que desarrollan los empresarios, cuyo deber inequívoco es la defensa de
los intereses de la empresa. Pero es la
misma sociedad en su conjunto la que demanda una serie de expectativas y el
gestor se verá obligado a satisfacerlas.
Obvio es señalar que el gestor
defenderá en primer lugar los intereses de la empresa en vez de los de la
sociedad, puesto que son aquellas los que pagan sus salarios.
No obstante, la opinión pública
va cambiando paulatinamente y se van formando en la sociedad grupos de presión
que van demandando a las empresas acciones concretas para que éstas adopten una
actitud más acorde con los problemas que crean los intereses económicos y
comerciales.
El hecho de que la industria
contamine el medio ambiente se reconoce como una enfermedad de nuestro tiempo
que destruye paisajes, emite residuos tóxicos, que levanta construcciones inadmisibles,
crea ruido y suciedad, etc.
RESPONSABILIDADES DE LOS GESTORES
En primer lugar debemos
establecer las responsabilidades que la empresa tienen para con sus empleados.
El objetivo principal del gestor
es obtener los mayores beneficios, aunque en empresas de gran tamaño existen
otros importantes objetivos, como es el mantenimiento de su cuota de mercado,
pues representa con mayor exactitud el valor de la organización al margen de
los beneficios.
Dentro de estos conceptos, está
la responsabilidad del gestor hacia los accionistas de la empresa. Esta podríamos considerarla como la primera
de las directrices de un gestor profesional, experimentado y cualificado.
Estos gestores tienen a su vez la
responsabilidad ante los empleados de la empresa, si bien la mayoría de los
gestores relegan esta responsabilidad a un segundo plano. Se sentirán satisfechos si la empresa
obtienen suficientes beneficios, lo que permitirá a los empleados continuar en
sus puestos de trabajo. Con esto les
basta para la estabilidad de su carrera profesional.
Existen leyes destinadas a
proteger y defender a todas las partes implicadas. Por ejemplo: disposiciones
legales para defender a los accionistas y sus intereses, si el gestor es
culpable de fraude societario; hay leyes
que protegen al empleado de tratos injustos o no razonables por parte del
gestor (Estatuto de los Trabajadores), y existen leyes que protegen al público
y a los consumidores, asegurando que las empresas no cometan abusos que pongan
en peligro la salud y bienestar o sus ahorros (Asociaciones de Consumidores).
ÁREAS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL
A medida que surgen o se
desarrollan nuevas actitudes, aumentan las obligaciones de las empresas y sus
dirigentes.
La opinión generalizada es que
los gestores son los responsables de mantener un nivel de vida y de renta justa
y razonable para sus empleados. En las empresas españolas existen los llamados
“comités de empresa” cuya mayor responsabilidad es vigilar y/o proteger los
derechos de los trabajadores, sobre todo los peor pagados, fijando y apoyando
los salarios mínimos interprofesionales.
Si bien ésta es una responsabilidad que compete a los Sindicatos, los
Empresarios y el Gobierno, son muchos los que piensan que los gestores tienen
la responsabilidad moral de fijar niveles de salarios que no minen gravemente
el nivel de vida del país.
En el ámbito de la Salud y
Seguridad, existen en España muchas leyes para proteger a los empleados y los
consumidores. Estas son áreas que
demuestra cómo la ley responde a la opinión pública, y los empresarios, no
todos, reconocen su responsabilidad de proporcionar condiciones de trabajo
acorde con lo dispuesto en dichas leyes.
El objetivo de una de estas leyes
es concienciar a los empresarios sobre la gravedad de los accidentes laborales
y, en segundo lugar, facilitar las herramientas necesarias para que,
investigando accidentes e incidentes y analizando sus causas, puedan llevarse a
cabo medidas correctoras que las eliminen o controlen.
También hemos de reconocer que la
mayoría de las empresas adquieren la responsabilidad para conseguir el
bienestar de su personal más allá de lo que propugnan las leyes, con servicios
tales como: planes de jubilación, servicios sociales y de ocio; todo esto ha sido bien desarrollado y las
organizaciones modernas se ocupan en mejorar estos aspectos, puesto que dan al
personal un sentido de compromiso, de integración y elevan su moral y
confianza.
En España ha habido desde 1977
una modificación gradual de las actitudes de las personas hacia el papel de los
sindicatos, lo que demuestra una vez más el dinamismo con el que hay que
considerar las responsabilidades sociales de la gestión. Se daba por hecho que
los sindicatos representaban al conjunto de los trabajadores y que tenían una
función en la sociedad al expresar sus opiniones desde una postura o situación
de fuerza. Esto ha ido cambiando con el
tiempo y hoy se percibe que los sindicatos sirven a una minoría de los
trabajadores, por lo que la obligación social de los empresarios de negociar con
ellos, ha cambiado sustancialmente.
En cuanto a la protección de los
consumidores va aumentando y los gestores tienen que responder a esta presión
constante. El gestor acepta el código de
conducta sobre transporte y suministro de mercancías peligrosas o contaminantes
como algo razonable, pero todavía existe una resistencia a modificar enfoques
tales como: publicidad, promoción de ventas y competencia desleal.
Quizás, con el tiempo, la actitud
y la presión sigan creciendo hasta el punto de obligar a los empresarios a
cambiar su enfoque, pero siempre existe el riesgo que alguno de ellos impidan
que esto ocurra verdaderamente. La
empresa tiene la responsabilidad ante la sociedad en su conjunto de impedir
prácticas negligentes y de proteger el nivel de vida de los consumidores. Esto se ha convertido últimamente en un tema
candente, bajo el concepto de responsabilidad social de la empresa actual.
TENDENCIAS FUTURAS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL.
Posiblemente se incremente la
presión sobre los organismos del Estado para que aumenten sus responsabilidades
en materias sociales. Algunas de estas
tendencias son:
- Reducir el consumo de energía y hallar formas más eficaces de conservarlas, al mismo tiempo de buscar otras alternativas.
- Estudiar las formas de reducir la conflictividad laboral.
- Progresar mas en el ámbito del trabajo combinando los sistemas tradicionales con las nuevas aplicaciones tecnológicas.
- Búsqueda de empleo a los más desfavorecidos.
- Mayor transparencia en la información y protección a los consumidores.
- Una mayor preocupación por la decencia, veracidad y honestidad en la comunicación publicitaria, promoción de ventas y relaciones públicas.
Ninguna organización deberá hacer
uso indebido, directa o indirectamente, de los elementos medioambientales en
los cuales trabaja. Los grupos
ecológicos propugnan que las empresas deberían dedicar parte de sus recursos
para cubrir sus responsabilidades sociales y les exigen a que éstas planifiquen
correctamente sus proyectos, basando su desarrollo y puesta en marcha de
acuerdo a las expectativas de la sociedad.
AUMENTO DE LAS RESPONSABILIDADES DE LA GESTIÓN
Podríamos argumentar que las
empresas, algunas veces, se embarcan en un tipo de actividades más allá de sus
funciones legítimas, pero en la mayoría de las ocasiones se basan en
promocionar sus productos y servicios con un fin lucrativo, sin preocuparse de
otros aspectos que no sean los estrictamente económicos.
Esto puede parecernos algo duro,
y algunos pensarán que es totalmente injusto y que por una ganancia a corto
plazo, se sacrifique lo que es herencia de todos. El problema para la industria es que cuando
realiza prácticas “poco rentables”, los costes lo ha de soportar el consumidor
en precios más altos, y esto les supondría ser menos competitivos.
Podríamos decir que si la
sociedad estuviera dispuesta a pagar precios más altos para cubrir los gastos
extraordinarios de las empresas, si estas utilizaran sistemas en defensa del
medio ambiente, no habría argumentos en contra para rechazar estos nuevos
costes. Pero es claro que si el 50% de
las empresas soportaran estos costes extraordinarios y el otro 50% no, éstos
últimos tendrían considerables ventajas competitivas, lo cual no sería justo.
Además, podríamos argumentar que
aquellas compañías que utilizaran algunos recursos para fines socialmente
loables, podrían obtener mayor acumulación de poder, creando una imperfección
en los mercados. Estos postulados,
comentados desde un punto de vista teórico-liberal, y las responsabilidades que
ello conlleva, deberían recaer en un Gobierno Internacional que rinda cuentas
al mundo de sus acciones.
Pero esto es una utopía, dado que
los países mas poderosos son los menos dispuestos a asumir estas
responsabilidades que chocan frontalmente con sus intereses nacionales.
PROBLEMAS DE LA GESTIÓN
La mayoría de la sociedad desea
que sean las compañías más importantes las que asuman sus responsabilidades
sociales.
Pero existen problemas, porque si
estas empresas trataran de satisfacer las demandas de la sociedad, se
encontrarían con los siguientes obstáculos:
- Aunque las decisiones de estas actitudes sociales deberían ser tomadas por los ejecutivos corporativos, serían los ejecutivos medios de las empresas los que tendrían que llevar a cabo estas políticas, lo que les causaría posiblemente una tensión considerable.
- Los sistemas financieros, es decir las políticas de inversiones y de ganancias, deberían ser ajustadas o reestructuradas.
- Los beneficios e incentivos no serían los adecuados para un sistema solo preocupado de resolver los problemas del medio ambiente.
- Al tener las empresas y su personal, prácticas y sistemas basados en incentivar la producción y los beneficios, el mayor problema sería la falta de experiencia de la gestión en éste ámbito.
Un factor que deberemos tener en
cuenta y que lleva a recientes demandas en las responsabilidades sociales de
las empresas, son los rápidos avances en la tecnología (energía nuclear,
industrias petroquímicas y agrícolas, etc.)
El análisis del coste y los
beneficios son técnicas que se han aplicado hasta ahora para determinar el
rendimiento y utilidades de las empresas, teniendo en cuenta tanto costes
sociales como económicos. Siempre se
tratan de incluir y cuantificar en lo posible, tanto factores de costes como de
beneficios.
RESUMEN
- La responsabilidad social de las empresas en general y sobre todo las industriales, implican un importante elemento de controversia. Es un tema muy delicado que durante los últimos años ha puesto en evidencia los crecientes temores de la humanidad por la preservación y conservación del medio ambiente.
- Todo empresario, sea pequeño, mediano o grande, debe darse cuenta de estos procesos y reflexionar sobre sus propias actitudes por si son receptivos, o se resisten a los cambios. Llega un momento en el que el impulso por una mayor rentabilidad tiene que ceder paso a consideraciones más urgentes: la ecología.
EJEMPLO PRÁCTICO (I)
En los Estados Unidos de
Norteamérica en la década de los 70 del pasado siglo se produjo un cambio en la
estructura de la edad, lo cual, unido a la caída del dólar, las empresas
decidieron introducir planes de jubilación anticipada, cargando estos nuevos
costes sociales al resto de los empleados activos, sin solucionar totalmente el
problema de los mayores.
La solución debería haber sido,
el diseñar nuevos programas para seguir empleando a los mayores que querían
seguir trabajando porque todavía estaban capacitados para hacerlo, al tiempo
que solo aplicarían jubilaciones para aquellos que realmente no podían seguir
trabajando. En la Europa del siglo XXI
esto se ha tenido en cuenta y los resultados son francamente prometedores.
EJEMPLO PRÁCTICO (II)
El envejecimiento de la población
mundial no cabe duda que reducirá la riqueza global, y con el fin de cubrir el
déficit en ahorro y en riqueza financiera, las economías domésticas y los
gobiernos deberán incrementar sus tasas de ahorro y aumentar los beneficios
sobre los activos que ya posean.
Este envejecimiento, y a medida
que se vaya incrementando, hará que los saldos bancarios (ahorros) dejen de
crecer mientras los niveles de vida podrán estancarse. La razón es que la
población de Japón, Estados Unidos y Europa Occidental, donde se crea y acumula
la inmensa mayoría de la riqueza mundial, está envejeciendo rápidamente.
A lo largo de las próximas dos
décadas, la edad media en Europa pasará de los 42 a los 51 años y en Japón, de
los 43 a los 50 años. Debido a que las personas ahorran menos después de su
jubilación y a que las generaciones más jóvenes en los años más productivos
son menos austeras, las tasas de ahorro
llevan camino de caer de manera espectacular.
En tan solo veinte años, la
riqueza financiera de las economías domésticas en las principales economías del
mundo podría ser, aproximadamente, 31 billones de dólares (24,7 billones de
euros) menor de lo que sería si continuara la tendencia histórica. Si no se
hace nada para impedirlo, la disminución en las tasas de ahorro global
provocará una reducción en la cantidad de capital disponible para la inversión
y, en consecuencia, hará más difícil el crecimiento económico.
___________________________________________________________________
Este Tema forma parte
de la serie "Cuadernos de Gestión Empresarial" editados
por el INSTITUTO EUROPEO DE GESTIÓN EMPRESARIAL.
Titulo: INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN EMPRESARIAL
Autor: Pedro Rubio Domínguez
ISBN-84-689-7602-4-Registro: 06/21440
Pueden reproducir los textos (sin finalidad
comercial) citando la fuente:
© Instituto Europeo de Gestión
Empresarial- Madrid (España) CIF B78404290
"INTRODUCCIÓN A LA GESTIÓN
EMPRESARIAL"
© Pedro Rubio Domínguez
___________________________________________________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario