Fuente: Newsletter CAMEeducativ@ | Diciembre 2017
El propósito de este artículo es demostrarte que un líder debe saber cómo puede llevar a la práctica su estrategia.
Son muchas las empresas pymes a las que les cuesta considerablemente poner en acción las estrategias, el punto a considerar radica en que si no existe un fuerte liderazgo visionario ninguna estrategia será efectivamente ejecutada.
En cuanto a las organizaciones pymes que han implementado satisfactoriamente sus estrategias, un elemento en común entre ellas es su excepcional y visionario liderazgo. Así, perciben la importancia de comunicar la visión y la estrategia a cada colaborador. Sin ese fuerte liderazgo en la cúspide de la organización, ningún sistema de gestión dará resultado.
Actualmente, el éxito de una empresa pyme en el mercado no solo depende de su estrategia sino de encontrar la forma de llevarla a la práctica, es decir, de su ejecución. Entonces, es fundamental ver con mayor profundidad cuáles son las habilidades directivas de un líder, tema que se analiza seguidamente.
En un estudio realizado años atrás, se entrevistó a 6.000 miembros de juntas directivas y empleados de todo tipo de industrias. En esas encuestas, los participantes tuvieron que calificar 22 habilidades directivas diferentes tales como: pensamiento estratégico, habilidad comunicativa o focalización en resultados, entre otras.
Los directivos que fueron considerados como excelentes para tomar decisiones, tuvieron altas calificaciones en inteligencia emocional.
De este modo, los líderes con una gran inteligencia emocional saben persuadir mejor porque saben leer y adaptar sus palabras, y sus mensajes en función de lo que están percibiendo. No es suficiente que una idea sea meritoria sino lo más importante es convencer a los demás de su valor y poder llevarla a la práctica.
Por cierto, persuadir consiste en lograr que todo sea más fácil para que los demás estén de acuerdo con uno, pero existen ciertas dificultades para lograrlo. Veamos entonces, las barreras que un líder debe superar:
Reciprocidad
Las personas están significativamente más dispuestas a llevar a cabo peticiones (favores, servicios, información, concesiones, etcétera) de un líder que, a su vez, ha otorgado peticiones en el pasado, o sea son proclives a corresponder por lo que han recibido.
Consistencia
Los colaboradores están más dispuestos a ser guiados por un líder si ven que el cambio al que se les invita a enfrentarse es coherente con el compromiso que han acordado anteriormente.
Ser creíble
Lo esencial es qué piensa la gente del líder, entonces, fomentar la credibilidad equivale a demostrar que uno tiene conocimientos y pericia, y que es confiable. La particular combinación entre experiencia y honestidad (ser conocedor, convincente y confiable), convierte a un líder en el comunicador más persuasivo.
Validación social
Las personas tienen más predisposición a realizar una acción recomendada si un líder les demuestra que otros también lo hicieron, o sea, la gente para decidir considera lo que los demás están haciendo.
Conexión
Las personas dicen que sí a los líderes que les agradan, es decir, cuando esas personas se sienten apreciadas. La forma de hacerlo es: alinear la promesa con los valores y creencias de su audiencia y formular la propuesta teniendo en cuenta de cómo serán satisfechos los intereses y necesidades de la otra parte. Al intentar persuadir a una persona, es muy importante sintonizar con su canal de comunicación preferido: visionario, racional o relacional.
Por último, ninguna organización de éxito en la gestión de su estrategia tiene un líder pasivo o no comprometido, sino un líder que cuente principalmente con una inteligencia emocional desarrollada.
Rodolfo Salas
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