En la era del protagonismo digital, cobra cada vez más importancia la humanidad en el trato hacia las personas en todas las etapas de su vida laboral.
El contexto global y local en el que estamos viviendo, tal como lo destaca la Universidad de Michigan, es de cambios STEPAD: sociológicos (estilo de vida, modelos de familia), tecnológicos (con la digitalización y la exponencialidad omnipresentes), económicos (con mercados hipercompetitivos y cambio de reglas permanentes), políticos (en el que el escenario evoluciona constantemente), ambientales (en el que la reputación y la sustentabilidad se transforman en tema de agenda cotidiana) y demográficos (tipos y demandas de colaboradores cambiantes, crecimiento de expectativa de vida, población urbana, etc.).
Estos cambios impactan directamente en las expectativas tanto de las personas como de las propias empresas y es allí donde el apropiado manejo del talento se transforma EL tema. Dentro de las principales tendencias para el 2018 encontramos:
1. Búsqueda de propósito organizacional y personal: entender la razón de ser y conectar con la misma desde lo más profundo de cada uno de nosotros. Para qué trabajamos y en qué dedicaremos la mayoría de nuestro tiempo útil
2. Desarrollo sustentable de los negocios y de los individuos. Mantenerse ya no es suficiente, sino que hay que explorar cada día en cómo poder crecer -con una fuerza laboral en la que se valore la inclusión- con mirada tanto en el corto como el mediano y largo plazo.
3. El colaborador en el centro de la escena, generando experiencias significativas en cada uno de los momentos de la verdad del "viaje del empleado", desde antes de ingresar hasta después del momento de irse y generando una propuesta de valor atractiva y que provoque emociones positivas
4. Agilidad en el más amplio sentido de la palabra, aplicado tanto a las estructuras, posiciones, aprendizaje, actitudes. Es uno de los conceptos transversales que se aplica a cada uno de los procesos y que más impulsa la innovación
5. Incorporación de diferentes tipos de tecnologías (inteligencia artificial, realidad virtual, realidad aumentada, big data) para automatizar, agilizar y potenciar los procesos de recursos humanos
6. Retroalimentación permanente y mirando hacia el futuro. Del tradicional feedback en muy pocas ocasiones del año (muchas veces relacionado con lo negativo), al feedforward constante (potenciando el potencial -lo positivo-)
7. Modalidades de trabajo flexible (siempre que la tarea lo permita) en todas sus formas (remoto, horario desplazado, vacaciones móviles, etc.), para facilitar la vida del colaborador
8. Evolución de los sistemas de evaluación de desempeño a una metodología mucho más simple, dinámica y con capacidad de respuesta inmediata
9. Inclusión del juego (gaming) a las propuestas de selección, desarrollo y capacitación-entre muchos otros- a fin de dinamizar y socializar mucho más
10. Micro-aprendizaje, sesiones muy cortas a fin de generar nuevas y más simples maneras de compartir conocimientos con toda la organización, impulsando la educación en la propia actividad y en cada ocasión que sea posible
Sintetizando, podemos observar que, a mayor incremento de la tecnología y la digitalización, cada vez más importancia está tomando el factor humano.
La pasión, el compromiso y el afecto son capacidades que solo las personas tienen y en ese sentido, no hay robot que pueda sustituirlos. Aunque parezca una contradicción en estos tiempos, estamos ante la presencia de la era en el que lo HUMANO es -más que nunca- irreemplazable: empresas más humanas para un mundo más humano.
Alejandro Melamed. Consultor en temas de Innovación Disruptiva de RRHH, autor de "El futuro del trabajo y el trabajo del futuro"
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