Cuando un líder o manager alcanza esta categoría por primera vez siente que ha dado un paso muy importante en su carrera, pero la alegría inicial puede dar paso a una serie de preocupaciones e inseguridades. Desde el blog de Edenred han querido compartir los retos más importantes a los que se enfrentan todos los nuevos jefes para que puedas superarlos lo antes posible.
Lo primero, según apunta el artículo que comparte Edenred, es ser realista y entender que los líderes no nacen, sino que se hacen. En este sentido, advierten de que "para conseguir tus objetivos y ser un buen jefe precisas de una serie de capacidades que, por desgracia, no se aprenden en la navidad". No obstante, son optimistas: "con el tiempo, irás adquiriendo experiencia y los errores te ayudarán a aprender una nuevas lecciones".
Entre ellas, estos cuatro retos a los que tendrás que enfrentarte desde el primer momento que adquieras el nuevo rol:
La soledad
"Dicen que la cima es un lugar frío y solitario", avisan desde Edenred. "Y es cierto que, en el momento en el que seas el jefe, ya no estarás trabajando del mismo modo junto al equipo", continúan. Por eso, en esta nueva etapa tu papel será más estratégico, de toma de decisiones, organización… y eso sólo depende de ti.
Como recomendación, en el blog te animan a "trabajar para luchar contra la soledad y conseguir que tu equipo, a pesar de ser el líder, te vea como uno más. De lo contrario, olvídate de recibir una invitación para las barbacoas de fin de semana o las copas después del trabajo".
Ganarse la confianza
Otro de los retos más importantes que tienes por delante es hacer que el equipo te respete y que crea es ti no será tarea fácil. "Ganarte tu confianza será cuestión de tiempo, perseverancia y de demostrar que te preocupas por las personas que tienes a tu alrededor", aseguran en Edenred.
Y te dan un consejo: una de las mejores formas de acercarte a tu equipo es la comunicación. "Crea un espacio de diálogo abierto en el que cada persona pueda dar su opinión y hacer propuestas. Pregúntales con frecuencia qué mejorarían, pide feedback…", recomiendan. De esta manera, no sólo estarás demostrando que te preocupa su opinión y que les tienes en buena estima; sino que además eres una persona humilde a la que le preocupa mejorar día a día.
Ser justo
Como jefe, a veces tendrás que tomar decisiones difíciles que puedan afectar de manera negativa a tu equipo. Será aún más duro si son personas con las que mantienes una relación de amistad. Sin embargo, forma parte de tu trabajo y es tu responsabilidad.
"Reflexiona y, tras meditarlo los suficiente, toma la decisión que consideres siendo honesto y lo más justo posible. Ser sincero con tu equipo y explicar tus motivos será de gran ayuda", aseguran.
Ser el ejemplo
Por último, a partir de este momento debes ser el espejo en el que tu equipo se mire. Algo que, obviamente, no es fácil. Mantener una conducta impecable y unos valores intachables a lo largo del tiempo, y contentar a todo el mundo, puede ser complicado. Sin embargo, debes mantener alto tu nivel de exigencia e intentar ser siempre un ejemplo para tu equipo.
"Y cuando cometas un error, porque seguro que alguno habrá, reconócelo abiertamente y pide perdón. Tu equipo lo agradecerá y todos aprenderéis para el futuro", señala el artículo.
Como ves, se presenta ante ti una gran tarea. Tal y como apuntan en el blog de Edenred: "Ser un buen líder te exigirá sacar lo mejor de ti mismo y mejorar cada día. Pide feedback a tus compañeros, busca el consejo de alguien con más experiencia que tú o devora libros al respecto. Todo ello te ayudará a mejorar y a convertirte en el jefe que te gustaría tener".
Fuente: Equipos y Talento
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