Translate

lunes, 15 de enero de 2018

El becario, el 'gig' y otros colegas que sufrirá en 2018



¿Amistad en el trabajo? Éste es un catálogo de algunos extraños compañeros.

Socializar en el trabajo... Parece evidente que no es oro todo lo que reluce en las relaciones con jefes y colegas de oficina. El ambiente profesional depende de la fauna laboral con la que nos toca lidiar. Esta es una previsión de los posibles compañeros que podemos encontrar este año:

El empleado 'gig' involuntario.

Flexibilidad por encima de todo. La vida laboral independiente es lo que lleva a la reinvención profesional y a plantearse realmente qué significa el éxito laboral. Imagínese que puede recoger a sus hijos en el colegio cada día... Excepto cuando tenga que atender una llamada por Skype... Después puede ir a un Starbucks y usar el WiFi mientras se toma un espresso durante un par de horas... No es lo ideal, pero en comparación con la rueda de hámster de la oficima puede servir. ¿Quién dijo que la economía gig es sólo para Millennials?

lEl gurú del 'management'.

Considere el intestino humano, esa parte compleja, vital pero frecuentemente olvidada de nuestro cuerpo. Ahora tenga en cuenta una organización típica: ¿No es en muchos aspectos similar al sistema digestivo? Para eso se ha desarrollado el concepto Colonarchy, una combinación de gestión radical y gastroenterología. Al igual que el intestino, la empresa consume información e inteligencia del exterior, adquiere el "alimento" del beneficio y transforma las partes útiles en células musculares y cerebrales, reforzando el ecosistema corporativo y rechazando la materia no deseada, un proceso similar al purgante regular de una reestructuración corporativa.

El 'coworker' casero.

Este tipo de profesional no cree que ese co-working casero sea un esquema de Ponzi, es decir, una especie de estafa piramidal típica, que implica una operación fraudulenta de inversión que supone el pago de intereses a los inversores de su propio dinero invertido o del dinero de nuevos inversores. El coworker casero piensa que está pagando por un ambiente laboral hogareño, por el café humeante y bien hecho y por la posibilidad de llevarse al perro a la oficina. Tiene montones de nuevos colegas de trabajo, pero éstos rara vez recuerdan su nombre, o lo que hace, o cualquier cosa sobre él. ¿Quién necesita la política de la oficina?

El 'Millennial manager'.

Jessica, flamante jefa de rendimiento digital, agradece la asistencia a la primera de las dos reuniones semanales informales para tomar contacto: "Sé que soy más joven que vosotros, no quiero ser una barrera, y valoro mucho la experiencia. Cuando regreséis a vuestros puestos, os encontraréis una barrita de muesli sin gluten como prueba de mi buena voluntad. Quiero animaros a expresaros libremente excepto cuando estemos intentando cumplir los objetivos de final de año. Ahí veréis que soy tan mala como lo fuisteis vosotros alguna vez. Hasta entonces, recordemos que hay que rezumar amabilidad. Os veré mañana durante la clase magistral de Snapchat".

El becario ambicioso.

En este caso, llegó a su primer día de trabajo en la revista Modern Times y nadie le atendió porque todos estaban en una reunión editorial: "No vi el email donde me pedían que llegara a las 9.30 a.m., ¿un email? Los abriré para pasarme a Slack, Whats-App y Snapchat al final del día. Tengo otras ideas, pero esperaré para comentarlas. John, el asistente, me pidió que comprobara algunas cosas. Le dije que no he venido a pulir el trabajo de otros sino a hacerme visible y a tener contactos. ¿No ha oído hablar del mentoring a la inversa? Me aseguré de que me presentara en Opinión, que es lo que me interesa. Le envié un email al jefe de sección por si quiere tomarse un café. Si no recibo respuesta, le enviaré mis ideas para una columna semanal: Mi Vida como Millennial".

'Microdosis'.

"Fue Tim quien me introdujo en el LSD. No Timothy O'Leary. ¿Quién se piensan que soy?, ¿un hippy holgazán? Tim Ferriss, emprendedor y autor de Un cuerpo en 4 horas: una Guía Excepcional para Perder Peso Rápidamente y la Semana Laboral de 4 horas. No he estado muy motivado en el trabajo, llevo unas cuantas mañanas sin pesarme y me he dado un atracón de leche de vaca, lo que me ha hinchado después de estos meses de Soylent. Incluso he bajado mi mesa a la altura del balón de yoga. Después de holgazanear, pensé que podría recuperar energías con las microdosis. No es difícil comprar (¡bitcoin!). Mezclé una cantidad minúscula (menos que una semilla de chía) con mi batido de proteínas en mi trayecto al trabajo con Uber. Me convertí en un mago de los códigos. Después fui al gimnasio y superé mi marca personal en la máquina de pectorales. ¿Seguir o dejarlo? ¿Bromeas? Más bien, doblo la apuesta.

A. Hill y E. Jacobs / FINANCIAL TIMES
_______________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario