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jueves, 14 de noviembre de 2019

Agile, la metodología de trabajo del siglo XXI



En los últimos años, empresas de todos los países y todos los sectores se han tenido que enfrentar a cambios que han afectado a su manera de trabajar y producir. Los avances en las últimas tecnologías y, sobre todo, una relación mucho más cercana con el cliente, que en muchos casos acaba en plazos de entrega más cortos, han hecho que las compañías tengan que repensar su forma de desarrollar y entregar el proyecto final.

Aquí entran en juego las metodologías Agile, es decir, todos aquellos procedimientos dedicados a dar más fluidez al proceso de trabajo y a aumentar la productividad. Existen muchas metodologías como Lean, Scrum, Kanban, o Scrumban, pero todas coinciden en que para alcanzar una verdadera agilidad se tiene que involucrar a toda la empresa en el proyecto, dividir la carga entre equipos y establecer plazos de entrega reducidos para evitar errores. De esta forma, la productividad puede aumentar hasta en un 21% respecto a los modelos de trabajo lineales, según los cálculos de un estudio de IWG.

Conscientes de esta nueva realidad, Aiwin ha desarrollado AGILE. Se trata del primer coach virtual del mundo cuyo objetivo es entrenar a los trabajadores para que desarrollen al máximo su productividad. Con más de 400 consejos disponibles, AGILE transmite a los empleados los nuevos hábitos de productividad, comunicación, colaboración y desarrollo fluido de proyectos, utilizando para ello las metodologías ágiles.

Durante el desarrollo de esta nueva solución, y a través de talleres y entrevistas con decenas de clientes, Aiwin ha identificado las habilidades fundamentales para la adopción de la agilidad:

  • Trato cercano con el cliente. Uno de los puntos más básicos del desarrollo Agile de proyectos es que todos los pasos se consensuan con el cliente, por lo que es más probable que el resultado final acabe siendo de su agrado. En este sentido, la orientación hacia el cliente debería ser la máxima prioridad, aunque hay aun un 22% de compañías que no la considera clave, según el Estudio de la Experiencia de Cliente en empresas B2B de Deloitte Digital y DEC.
  • Comunicación. La repartición de todo el trabajo entre equipos hace que inevitablemente haya que ponerse de acuerdo con otros trabajadores involucrados en el proyecto final. No solo es importante saber trabajar en equipo, también hay que mantener una comunicación constante con el resto de los empleados involucrados para que todo el proyecto vaya en la misma dirección.
  • Adopción de la tecnología como facilitador. Coordinar equipos y proyectos es más fácil con la adopción de herramientas tecnológicas orientadas a facilitar la comunicación o los entregables entre equipos.
  • Organización. Las agendas y las alertas en el correo electrónico pueden convertirse en el principal aliado de los empleados en su día a día. Invertir 5 minutos al comienzo del día para elaborar una lista de tareas pendientes que hacer es, sin duda alguna, mucho más productivo que pensar durante 10 minutos lo que toca hacer a continuación.
  • Simplicidad.Como suele tratarse de varias tareas que equipos distintos completan a la vez, lo mejor para completar un proyecto basado en Agile es simplificar su desarrollo para aumentar la rapidez y evitar errores. Esto se traduce en que levantarse de la silla para conocer los avances de otro equipo puede ser mucho más productivo que mantener reuniones interminables de estatus.
  • El multitasking a veces no es el camino. La capacidad de hacer varias tareas a la vez es muy valorada en las empresas, pero en los proyectos Agile lo fundamental es centrarse en la tarea para completarla exitosamente. De hecho, un estudio de Accenture señala que el multitasking puede llegar a ser contraproducente para la productividad ya que los empleados pierden el foco pensando en otras responsabilidades mientras trabajan.
  • Saber priorizar. Muy relacionado con el anterior punto es la capacidad del empleado para reconocer entre sus múltiples tareas la más importante, complicada de llevar a cabo o la que más urgencia requiere, que a veces son la misma pero otras veces no. Por ello, es fundamental que los trabajadores sepan priorizar para que su productividad no sea vea afectada por trabajos más secundarios.

Para Sergio Jiménez, fundador y CEO de Aiwin, “vivimos tiempos de enormes y, sobre todo, rápidos cambios que ya están afectando al tradicional funcionamiento de las empresas. Existen muchas formas de afrontar estos cambios y desde Aiwin proponemos AGILE, para ayudar a las organizaciones a trabajar de la manera más productiva y eficiente posible”.

Fuente: Equipos y Talento
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